¿Tu hijo es “mala conducta”? ¡Cuidado! Puede sufrir de trastorno oposicionista desafiante
¿Tu hijo es “mala conducta”? ¡Cuidado! Puede sufrir de trastorno oposicionista desafiante Entrevistamos a la psicóloga Junis Díaz sobre el tratamiento recomendable para los niños y adolescentes que presentan conductas negativistas, desobedientes u hostiles con figuras de autoridad. @AlondraValen, Team Psicovivir El trastorno oposicionista desafiante mejor conocido por sus siglas en inglés como ODD, es un conjunto de características recurrentes e inapropiadas en los niños y adolescentes que no corresponden al nivel de desarrollo puesto que se presentan conductas negativistas, desobedientes, desafiantes u hostiles con figuras de autoridad. A menudo los niños muestran un comportamiento disfuncional y disruptivo que los padres categorizan como “malo” o “negativo”. Es cierto que muchas veces el mal comportamiento forma parte de la edad y del momento evolutivo en el que se encuentran, pero ¿cuándo este comportamiento pasa a ser un problema? La psicóloga Junis Díaz, especialista del Team Psicovivir nos brinda luces sobre este problema entenderlo más a fondo y solucionarlo. ¿Qué es el trastorno oposicionista desafiante? Es un trastorno de la conducta con inicio en la infancia y en la adolescencia que se caracteriza por la presencia de conductas desafiantes, dificultad para seguir las normas o reglas establecidas por las figuras de autoridad, como los padres, maestros o profesores. El trastorno oposicionista desafiante es muy común alrededor de los 4 u 8 años de edad y puede estar asociado a la necesidad de encontrar una forma de comunicarse con el mundo exterior. Algunos niños y adolescentes recurren a estas conductas como una forma de comunicarse con el mundo. Aunque las veamos como negativa, para ellos resulta la única forma de establecer contacto o llamar la atención. ¿Cómo detectar el trastorno oposicionista desafiante? Inicialmente es importante que los padres estén atentos a las conductas de los pequeños y entender que más que un simple acto de rebeldía es un trastorno que necesita atención y acompañamiento profesional. Es importante que se den los respectivos chequeos en las primeras etapas del desarrollo, que ayudan en la detección precoz. ¿Qué hace a un niño “mala conducta”? No seguir una orden. Negarse a aplicar las correcciones. No aceptar los regaños o castigos. Reírse de quien le impone una regla. Hacer lo que se le pide que no realice, aunque se le explique. Presenta problemas a la hora de comer, se niega a hacerlo o hay que perseguirlos por toda la casa. Sufre de dificultades para dormir, es decir, presenta trastorno del sueño. Bajo rendimiento académico. ¿Qué puede generar este trastorno oposicionista desafiante? En la actualidad no existe una causa genética de la cual se derive, sin embargo se ha evidenciado que algunos factores en el contexto familiar fortalecen la presencia de las “malas conductas”. Por ejemplo: ambientes violentos, la falta de comunicación de los padres, poner castigos todo el tiempo, la falta de expresión de afecto o cariño con palabras estimulantes. La sobre imposición de la norma es quizá uno de los factores más influyentes, esto puede ser porque muchos padres piensan que al estar pequeños no entienden o no se les debe explicar el porqué de una norma o el por qué el castigo. ¿Qué ocurre? Los niños actúan sin entender el por qué y solo para afirmar su no quiero o no lo entiendo. Todas estas conductas o problemas se hacen evidentes en todos los contextos, estando en la casa, al ir a un parque o fiesta, y por supuesto en la escuela. ¿Cuál podría ser su tratamiento? Inicialmente se requiere que los padres reconozcan la necesidad para poder transformar esas conductas, buscando ayuda profesional, no dejándose llevar por la frustración que genera la falta de control o dicho de otro modo “se me salió de las manos”, pues esta es una realidad que no puede ser fácil de aceptar. Una vez que se accede a la orientación profesional y aceptación de la necesidad de ayuda, el psicólogo realiza un abordaje de las conductas problemas con el niño o adolescente, mediante entrenamiento conductual y análisis de las conductas: Qué las generan, qué las fortalece y cuáles son las consecuencias. El tratamiento puede durar varios meses para mayor eficacia. También incluye educación para los padres de modo que puedan abordar los comportamientos en casa u otros contextos. ¿Si el trastorno oposicionista desafiante no se atiende a tiempo, qué puede pasar? Si bien es cierto que se hace evidente en niños y adolescentes, también lo es que estos niños crecen y si no se interviene a tiempo mediante tratamiento, desarrollan conductas parecidas que posteriormente pueden pasar a formar parte del desarrollo de una estructura de personalidad antisocial. Un niño con trastorno oposicionista desafiante que no fue tratado podría incurrir más adelante en el consumo de drogas, delincuencia o actos relacionados con violación de los derechos de los demás, es decir, la “mala conducta” no atendida a tiempo es precursora del trastorno de personalidad antisocial, de ahí que sea tan importante no descuidarse y buscar ayuda psicológica tanto para el niño como para el grupo familiar.
Feminicidio: la psicología detrás de los crímenes de odio contra la mujer
Feminicidio: la psicología detrás de los crímenes de odio contra la mujer A la manifestación más extrema del abuso y la violencia de hombres hacia mujeres se le conoce como feminicidio. En entrevista con la psicóloga Maryari Vera abordamos el estado psicológico de quienes perpetran este delito y el impacto emocional que causa la misoginia en la población femenina vulnerable. Por @AlondraValen, Team Psicovivir La violencia contra las mujeres es una de tantas atrocidades cometida contra los derechos humanos. Desde que nacen hasta que mueren, muchas mujeres se enfrentan a la discriminación y a la violencia solo por el hecho de ser mujer. Cada año, niñas y mujeres sufren agresiones y abusos psicológicos y físicos o, peor aún, lo que llamamos femicidio. Maryari Vera, especialista en psicología del Team Psicovivir, explica que el feminicidio no es algo nuevo, lamentablemente lleva años y aún así se trata de hablar, de entender y de resolver para que cada vez sean menos las mujeres que lo padezcan. Desde el punto de vista psicológico ¿qué pasa por la cabeza de quienes cometen el delito d feminicidio? Esta y otra interrogantes son develadas en este artículo. ¿Qué es el feminicidio? Es un asesinato o ataque de un hombre contra una mujer por razones de odio a su género. En este sentido, vamos a diferenciarlos de otro tipos de crímenes, como por ejemplo asesinatos seriales, accidentes o asesinatos de mujeres hacia mujeres. Es importante resaltar lo que el feminicidio representa y las implicaciones que tiene. A grandes rasgos, un feminicidio vendría siendo la máxima expresión de supremacía de poder y superioridad del hombre hacia la mujer desde lo que se conoce como el machismo y la misoginia. O sea, el hombre odia a la mujer por ser mujer y por eso la mata. ¿Qué puede causar en la mujer el hecho de tener un feminicida cerca de su entorno? A modo general hablaríamos de un estado de alerta, el cual de forma psicológica se manifestaría a través de ansiedad, angustia, crisis de pánico, insomnio, miedo a morir, miedo a salir, sensación de inseguridad e incluso paranoia. ¿Qué tipo de rasgos psicológicos tienen los feminicidas? Hablamos de un asesino cuya sensación de inseguridad psicológica hacia sí mismo lo lleva a culpar a la mujer de los males de su propio malestar. Hablamos de personas con trastornos de personalidad narcisistas que generalmente tienen antecedentes de violencia dentro y fuera de su entorno familiar. Pudiéramos decir que tiene rasgos psicopáticos, cuyo principal característica es el odio hacia la mujer, lo cual se manifiesta a través del desprecio de la misma y la necesidad de sentirse superior a ella. A grandes rasgos, el femicida suele tratarse de un hombre seguro, dependiente, celoso, dominante y controlador que de manera constante, amenaza y coacciona a una mujer para demostrar y sentir que tiene el poder absoluto sobre ella. ¿Hay algún estado de alerta para saber si tenemos a un abusador cerca? Una de las cosas que recomiendo es que cuando estemos conociendo a alguien nuevo, probemos cómo se comporta con relación al “no”. Esto debido a que las personas más perversas y peligrosas en inicio pueden parecer y actuar de manera complaciente hasta que se les dice que “no”. El “no” es algo que una persona con una conducta abusiva no suele tolerar y eso generalmente funciona como un detonante. Negarse podría producir la amenaza, el abuso, la violación, ya que de otro modo el feminicida no puede ejercer el poder sobre esa mujer. PSIC. MARYARI VERA Es importante ser consciente. Cualquier conducta que nos demuestre violencia física o psicológica, como por ejemplo revisar nuestro teléfono, criticar nuestro entorno o amigos, alejarnos de nuestra familia, pedirnos que no trabajemos, sugerirte como vestirte, sujetarte con fuerza, decidir por ti, burlarse de tu forma de ser o menospreciarte. ¿Cómo nos podemos cuidar ante un feminicida? Al primer indicio de abuso, acoso o maltrato por parte de un hombre, como mujeres lo primero que tenemos que hacer es alejarlo, denunciar, guardar pruebas y buscar apoyo en nuestro entorno, ya sea amigos o familiares cercanos. Si te sientes abusada o maltratada de algún modo por tu pareja u hombre cercano, tienes que huir, porque estos comportamientos que en inicio parecen sutiles y en nuestra sociedad latinoamericana, lamentablemente hasta normales, siempre van a empeorar y nos van a poner en una situación de riesgo. ¿Cómo podemos cuidarnos mentalmente ante situaciones de tanta incertidumbre? La incertidumbre está a la orden del día en todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida. En lo posible cultivemos hábitos relacionados con el autocuidado, el amor propio, la auto conservación, aprender a elegirnos a nosotras primero, de construir nuestras ideas culturales sobre el amor romántico que lamentablemente está basado en la violencia sutil y psicológica. Aprender a ver las señales de peligro Para la psicóloga Maryari Vera es clave poder ver las alertas de forma temprana. “Creo totalmente en el poder de los psicoeducación, por lo que finalmente te invito a que si algo de esto te hace ruido y te das cuenta de que vives en una relación violenta, busques ayuda. Nosotros en Psicovivir internacional estamos para ayudarte a dar ese paso de liberación de cualquier relación de violencia que ponga en riesgo tu integridad y hasta tu vida”. Nuestra invitación es a que el miedo no te paralice. Luego podría ser tarde.
Ser mujer, una experiencia subjetiva
Ser mujer, una experiencia subjetiva ¿Qué es ser mujer? ¿Cómo se es mujer? Parecen preguntas obvias, pero no lo son, hay un cúmulo de respuestas, creadas por la sociedad, por nuestras familias, por la humanidad, que hacen ruido en nuestro interior, el cual vamos a indagar hoy. Por la Psic. Alys Trejo, Team Psicovivir Cuando nacemos con un sexo, hembra o varón, ya se nos adjudica un rol, un color, un deber ser. Si es niña debe ser delicada, su color el rosa, su deber servir al otro. En sociedades machistas como la latinoamericana desde niñas nos preparan para la cúspide de nuestras vidas, “ser una mujer exitosa”, pero ¿cuál es el éxito? Eso ya lo veremos. En nuestra adolescencia continua el bombardeo, y cada vez más fuerte, ahora ser mujer se ubica en torno en la sexualidad; puta o virgen. Una mujer, dos mujeres, todas las mujeres, generalidades para definirnos, definir nuestro placer: “Una mujer no debe enseñar las nalgas, eso es de putas”, le dice el padre a su hija, a propósito del último video viral donde una chica salía “bailando”. Allí en ese ejemplo podemos ver todo el cuadro, una adolescente tomada por la sociedad y un padre desubicado de su rol, la señala y la juzga como lo hacen todos desde hace mucho, y es que nosotros mismos como padres debemos primero pensar más allá, ¿para qué mi hija hace eso?, ¿Qué necesita realmente? Desde la antropología social, la mujer ha tenido una y otra vez que liberarse de definiciones que la encasillan, que la atan, que solo le dan un valor de objeto. PSIC. ALYS TREJO Antes no existía la opinión de una mujer para la elección; ni elegir el gobernante de su nación, ni elegir estudiar una carrera, ni elegir tener o no tener una familia, hijos. Las mujeres que hicieron revolución fueron llamadas brujas, rebeldes, machorras, fueron asesinadas, juzgadas y condenadas, fueron señaladas como fracaso porque no callaron porque exigieron, y aun pasa, en países como Argentina, México, Perú, las estadísticas de agresión y violación a sus derechos son realmente altos. Psicológicamente construimos nuestro propio concepto de mujer, nos topamos en un momento de nuestra vida con el poder de elegir, elegir qué mujer queremos ser. Aun estando en pleno siglo XXI, tenemos que hacer frente a muchas condenas y señalamientos incluso dentro del mismo género. En la actualidad tenemos un ideal de mujer que abarca todo La mujer exitosa se presenta como la perfecta en todo, la más bella, la mejor esposa, la mejor amante, la mejor madre… esa que vemos en redes sociales siendo objeto nuevamente. La modernidad nos hace perder el foco, perdernos en medio de la perfección y el desmerecimiento, usándonos de nuevo para el consumo de una sociedad. Sr. padre, Sra. madre enséñele a ella la realidad en la que nos encontramos, ahí es donde está la verdadera lección de vida. No es exponiéndola nuevamente al público para que la devoren como buitres, (a propósito del video viral). Lamentablemente algunos padres no tienen esa capacidad de análisis porque ni siquiera dudan de lo que pasa. Recordemos que todos estamos inmersos en ese control social y no nos damos cuenta. En terapia por ejemplo son motivos de consulta; la elección de ser madre o no, la elección de separarse o continuar en un infierno con la pareja, la elección de disfrutar su sexualidad sin culpas. En terapia encontramos el espacio para hacernos las preguntas necesarias para salir de ese paradigma de ser mujer y construir nuestra propia versión, segura y confiada que es nuestro poder de elegir. Me despido hoy día de la mujer deseando que todas y cada una logre construir su propia versión, que sepamos que en ese proceso estamos todas, que seamos más empáticas unas con las otras, y cuando digo todas hablo también de aquellos que definen ser mujer más allá de su sexo, por el lado de lo femenino. Ser mujer es divino. Les dejo un poema de Mario Benedetti ¿Y si Dios fuera mujer?pregunta Juan sin inmutarse,vaya, vaya si Dios fuera mujeres posible que agnósticos y ateosno dijéramos no con la cabezay dijéramos sí con las entrañas. Tal vez nos acercáramos a su divina desnudezpara besar sus pies no de bronce,su pubis no de piedra,sus pechos no de mármol,sus labios no de yeso. Si Dios fuera mujer la abrazaríamospara arrancarla de su lontananzay no habría que jurarhasta que la muerte nos separeya que sería inmortal por antonomasiay en vez de transmitirnos SIDA o pániconos contagiaría su inmortalidad. Si Dios fuera mujer no se instalaríalejana en el reino de los cielos,sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno,con sus brazos no cerrados,su rosa no de plásticoy su amor no de ángeles. Sobre la Autora: Alys Trejo- Venezolana – @psicologalys Licenciada en Psicología graduada en la Universidad Yacambú en el 2010, con formación académica en Psicoanálisis, amplia trayectoria en el área clínica infantil y adultos. Actualmente se desempeña como Psicoterapeuta en Psicovivir Internacional manejando criterios eficaces para el tratamiento de trastornos de personalidad, trastornos afectivos, dificultades emocionales y de comportamiento en adultos.
La fase oscura de conseguir el “peso ideal”.
La fase oscura de conseguir el “peso ideal”. Por la Psic. Alba García El objetivo de conseguir una imagen corporal perfecta, socialmente aceptada, puede llegar a obsesionarnos hasta el punto de generar comportamientos autodestructivos acompañados de un malestar psicológico recurrente que afecta la valoración de nosotros mismos cuando andamos en la búsqueda del «peso ideal». La sociedad ha impuesto estereotipo de bellezas que nosotros vamos integrando en nuestras vidas, marcando nuestros ideales, haciéndonos proclive a realizar acciones, que nos permitan alcanzarlos y autocastigarnos cuando no los conseguimos. La pérdida de peso, la imagen corporal y la aceptación de nosotros mismos es uno de los temas recurrente en terapia, sobre todo por el profundo malestar psicológico que producen las conductas; compulsivas o de evitación que generan el manejo o alcance del peso ideal. La tristeza, frustración y ansiedad, son emociones características cuando trabajamos temas relacionados al manejo del peso corporal, ya sea cuando la persona vive un trastorno de evitación de la ingesta de alimentos, anorexia, bulimia nerviosa, obesidad u otros. Vamos a definir brevemente, algunos de los trastornos alimentarios más importante: Anorexia: Caracterizado por un peso corporal anormalmente bajo, acompañado de temor intenso a aumentar de peso y la percepción distorsionada del mismo. Bulimia Nerviosa: Se caracteriza por episodios recurrente de atracones, es decir, comer grandes cantidades de alimentos, seguido de respuestas compensatorias (vómitos, uso de laxante entre otros) que le permitan evitar el aumento de peso. Obesidad: Se define como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Donde el índice de masa corporal (IMC) es igual o superior a 30. Las personas con problemas de peso, tienden a pensar de manera catastrófica, imaginando el peor escenario de lo que significa aumentar o no poder bajar de peso, siendo estos pensamientos el detonante de las conductas alimentarias restrictivas o compulsivas. El control del peso siempre debe responder a una necesidad de salud y bienestar, nunca al cumplimiento de un estereotipo de belleza. El compararse, minimiza los esfuerzos y desencadena autoexigencias poco realistas, que, en vez de permitir reconocer logros, termina por hacerlos insuficiente; pasando del orgullo a la culpa; detonando nuevamente la tristeza o ansiedad. Ahora bien, son muchas las personas que reconocen el problema, pero no saben cómo abordarlo, incluso cuando tienen ayuda nutricional por parte de un profesional. En este punto, surge la pregunta: ¿Qué impide no ser capaz de afrontarlo una vez reconocido el problema? Buscar ayuda nutricional es apenas el primer paso; pero no tiende a ser suficiente para controlar el malestar psicológico que ocasiona: integrar, adaptar y mantener un nuevo estilo de vida. ¿Qué hacer? La vigilancia semanal del peso corporal para evaluar el progreso y evitar mayor deterioro a nivel psicológico. Aprender a controlar el estímulo o la ansiedad por consumir alimentos deseados. Asegurar un apoyo real por parte de la familia. Cuestionar a los profesionales de la salud sobre las dudas que existan alrededor del tratamiento y buscar siempre una respuesta clara y concreta. Reestructurar la forma de pensar y reforzar los cambios y logros. Fomentar la autoestima para minimizar el miedo al rechazo, que se puede expresar con la expresión agrandada de otras cualidades, como una forma de negación de su condición física; o la realización de conducta para controlar el peso, que se presentan como un autocastigo, ante la percepción “de falta de voluntad” por no cambiar o mantener el peso deseado. Por todas las razones ya mencionadas, es importante que estas situaciones sean abordadas por un equipo multidisciplinario para el abordaje de todos los síntomas psicológicos y fisiológicos desencadenante de la adhesión al tratamiento. En psicovivir internacional contamos con un equipo especializados de psicológicos que pueden apoyarte con esta problemática, ayudándote a alcanzar el bienestar psicoemocional que necesitas para superar esta situación. Sobre la autora: Alba Cecilia García-Venezolana- IG: @psicoumbral. Licenciada en Psicología. Comunicadora Social. Egresada de las Universidades Centroccidental Lisandro Alvarado y Universidad Fermín Toro (Venezuela). Actualmente radicada en Portugal. Formada en la estructura Cognitiva-Conductual, con experiencia en el abordaje e intervención de trastornos psicológicos clínicos.
¿Cómo lo llevo a terapia?
¿Cómo lo llevo a terapia? Un dilema de muchos familiares y cuidadores. Ir al psicólogo resulta una decisión. Hoy en día se escuchan afirmaciones como: “el psicólogo es para locos”, “no necesito ayuda”, “yo estoy bien. Sin embargo, como familiares, amigos o parejas, solemos ver a nuestros seres queridos en situaciones donde realmente la primera opción es la terapia. ¿Qué podemos hacer? Por la Psic. Lili Martínez, #TeamPsicovivir Primero que nada ¿Qué es la terapia? Repasemos la definición de la Asociación Americana de Psicología (APA). La psicoterapia o terapia psicológica se puede definir como un “tratamiento de colaboración entre un individuo y un psicólogo” donde el especialista utiliza “procedimientos científicamente validados para ayudar a las personas a desarrollar hábitos más saludables y más efectivos”. Entonces, la terapia es un tratamiento psicológico para abordar diversos procesos de salud mental que pueden o no realizarse en combinación con un tratamiento farmacológico. Por lo tanto, la terapia psicológica es de gran ayuda para tratamientos específicos, así como para aprender nuevas habilidades, modificar pensamientos, conductas y comportamientos. Entonces, ¿Cómo le digo a esa persona cercana que vaya terapia? Irremediablemente, el individuo debe estar en voluntad y compromiso de querer asistir y mantener el tratamiento. Ya que, la constancia, compromiso y disposición son parte clave del proceso de terapia. Una vez analizado esto, lo mejor es tener conciencia de lo que representa la terapia y comunicarlo con palabras sencillas a tu familiar. Buscar a profesionales de la psicología para brindar opciones, revisando sus contactos y trayectoria. Mostrar la necesidad que identificas, sin miedo, ni conflicto. Muéstrale a tu familiar por que consideras importante que acuda a la terapia, desde la empatía, asertividad y amor. Infórmate sobre los síntomas que observas: esto jamás será un diagnostico, pero podrá ser una ventana a la hora de hablar con un especialista o mostrar a tu familiar lo que ves. Acompáñalo: que no piense de la misma manera que tú, no puede implicar una barrera. Por lo general los familiares suelen molestarse, al ver que no aceptan la ayuda. Y pareciera fácil, pero muchas veces no lo es. Así que acompáñalo en su proceso. Deja la ventana abierta: permítele poder expresarse y comunicarse contigo cada vez que pueda. Se una ventana, no una barrera. La opción de terapia familiar puede ser viable par acompañar a quien lo necesita a dar el primer paso. Muéstrale que: 1.- Al acudir podrá identificar lo que le pasa, sus emociones, pensamientos, comportamiento.2.- Una vez identificados los síntomas, trabajará en ellos con la finalidad de ir disminuyéndolos.3.- Se reforzará el autoconcepto, creencias, actitudes, metas, comunicación, desarrollo, autoestima, toma de decisiones.4.- Sentirá control, alivio y estabilidad. ¿Y si es mi pareja la que no quiere asistir a terapia? En caso de que sea tu pareja quien necesita terapia psicológica, en algunos casos se pueden presentar inconvenientes a la hora de “no sentirse escuchado”, enfrentando a su vez conflictos, perdida del deseo sexual, falta de comunicación y desarmonía. No permitas que esto sucede, recuerda que tu pareja está pasando por un proceso en el que la aceptación y reconocimiento es fundamental. Acompaña desde la objetividad y cercanía; no desde el control. Desesperación Vs. Apoyo Al ver a un ser querido estar pasando por una situación difícil, queremos hacer todo. Y en ese todo podemos caer en la “desesperación” por ayudar. Es allí, donde podemos volvernos molestos, insistentes, conflictivos. Apoyar a alguien para que asista a terapia no representa obligar, presionar o señalar. No te creas dueño de la verdad ante una situación como esta. Es importante enfocar el apoyo emocional desde la empatía, comunicación y el acompañamiento. Permítete estar y guiar sin presionar, de esta manera podrás ser escuchado asertivamente. Acude a asesoría de un profesional Una vez identifiques los aspectos y rasgos observables por lo cual consideras que una persona necesita terapia, puedes asesorarte con un especialista. Que tú inicies un proceso terapéutico, también ayudará a entender al otro y fomentar el apoyo correspondiente en el proceso. La salud mental es fundamental para nuestra vida diaria. Atravesar por un proceso, trastorno, conflicto, dificultad mental o emocional, puede resultar más complejo de lo que parece. Con tu apoyo, la decisión de tu familiar y el seguimiento de de un profesional se verán los resultados progresivos. Acude a terapia, en Psicovivir Internacional cuentas con nosotros. Sobre la autora: Lili Martínez – Venezolana – @psicologiadelili Licenciada en Psicología, graduada en la Universidad Yacambú. Con amplia trayectoria profesional, académica y gremial, sobresaliendo en el ámbito clínico y organizacional. Actualmente se desempeña como Gerente General en Psicovivir Internacional. Maneja atención terapéutica efectiva a nivel individual, familiar y de pareja con trastornos del estado de ánimo, ansiedad, depresión, trastornos de la personalidad, desorden conductual, aspectos comunicacionales, fobias, autoestima y desarrollo personal.
Depresión: ¿Causa o consecuencia de una adicción?
#EspecialDepresión | Depresión: ¿Causa o consecuencia de una adicción? El trastorno depresivo y las adicciones se han convertido en un problema de salud pública, perfilándose como unos de los principales detonantes en el deterioro de la calidad de vida de las personas. Por la Psic. Alba García, #TeamPsicovivir Muchas son las inquietudes que existen en relación con el abuso de sustancias o adicciones y si ellas son la causa o consecuencia de una depresión escondida. Para responder a esta pregunta, se debe considerar lo siguiente: Si bien puede existir un “efecto, causa o consecuencia”, también ambos padecimientos pueden correlacionarse o hasta compartir síntomas durante el desarrollo de cada uno de ellos. Aunque los Trastornos del Estado de Ánimo pueden ser un riesgo para la posible aparición de adicciones, también es posible que personas adictas desarrollen tristeza, melancolía o sentimiento de culpa por la satisfacción de dichas adicciones. En este sentido, estudios demuestran que la depresión entre la población adicta a diversas sustancias es alta, siendo las mujeres; la parte poblacional más afectada. Durante el consumo de drogas, alcohol, medicación psicotrópica etc. o durante la vivencia del periodo de abstinencia se puede desarrollar un cuadro depresivo. Manual Diagnóstico y Estadística de Trastornos Psiquiátricos (DSMV) Para profundizar un poco más sobre este tema, revisamos algunos conceptos que podrán ayudarte a detectar ambos padecimientos de forma individual y en conjunto. ¿Cómo identificar una depresión? De acuerdo al Manual Diagnóstico y Estadística de Trastornos Psiquiátricos (DSMV), las personas con rasgos depresivos o depresión diagnosticada, sea o no inducida por sustancia, se caracterizan por presentar: Estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día. Poca energía. Disminución notable de interés en actividades placenteras. Dificultad para toma de decisiones. Experimentación de emociones negativas asociadas a sentimientos de desesperanza. Adicciones ¿Cómo reconocerlas? Las adicciones se caracterizan por conductas compulsivas que las personas realizan para calmar una necesidad psicofísica recurrente a través de la ingesta de una sustancia o la realización de un determinado comportamiento, por ejemplo adicciones al juego, internet, etc. Normalmente las adicciones se perciben como un impulso de satisfacer un deseo que no se puede controlar; llevando a episodios de abusos, intoxicación y síndrome de abstinencia antes, durante y después de la ingesta o ejecución de dicha conducta. ¿Se puede diferenciar la depresión convencional de una depresión asociada a una adicción? La respuesta es sí. Se ha determinado que la depresión asociada a adicción se caracteriza por un estado de malestar mantenido con ánimo apagado, irritabilidad, desesperanza y la sensación permanente de problemas psicofísicos. En el caso de la depresión convencional, existe un mayor estado de tristeza, acompañado de una imagen más pesimista y una desvaloración de sí mismo. Las personas con depresión convencional suelen sufrir incapacidad para el disfrute de actividades, desmotivándose, lo cual los lleva a un aislamiento social. En el caso del adicto depresivo se desarrolla una falta de placer, consecuencia de la melancolía y añoranza de vivir los efectos de la sustancia. Por último, los adictos depresivos; presentan ansiedad e impulsividad a diferencia de los depresivos convencionales quienes se muestran más desmotivados. Depresión y adicción hallan respuesta en la psicoterapia Es importante que ambas situaciones sean abordadas por un especialista que busque enfrentar en conjunto la depresión y la adicción, con la aplicación de un tratamiento para sanar el cuadro depresivo y conseguir la desintoxicación y deshabituación de la adicción. En Psicovivir Internacional contamos con un equipo especializado de psicológicos que pueden apoyarte con esta problemática ayudándote a alcanzar el bienestar psicoemocional que necesitas para superar este padecimiento. Sobre la autora: Alba Cecilia García – Venezolana – @psicoumbral Licenciada en Psicología. Comunicadora Social. Egresada de las Universidades Centroccidental Lisandro Alvarado y Universidad Fermín Toro (Venezuela). Actualmente radicada en Portugal. Formada en la estructura Cognitiva-Conductual, con experiencia en el abordaje e intervención de trastornos psicológicos clínicos.
Ansiedad sexual: Causas y consecuencias.
#EspecialAnsiedad | Ansiedad sexual: Causas y consecuencias El sexo suele ayudar a disminuir el estrés, sin embargo, hay personas que pierden el deseo por presencia de ansiedad sexual y otras que con solo pensar en sexo entran en crisis. Hablamos de ansiosexualidad. Por la Psic. Marianela Mendoza, #TeamPsicovivir La Ansiedad, la cual deriva de una emoción primaria como lo es el miedo, suele causar estragos en cualquier aspecto de la vida humana, y no se escapa de ello el deseo sexual. De hecho, la ansiedad sexual afecta de manera diferente en cada persona: a unos los inhibe y a otros les anula el deseo. Cada caso va a depender del origen del problema, del nivel de ansiedad y de cómo lo procesa la misma. Definiendo la ansiedad Antiquino, L. define la ansiedad como un mecanismo de defensa que utiliza nuestra mente para alertarnos de que estamos ante un peligro o riesgo, por lo que cumple una función adaptativa para protegernos de dicha amenaza, bien sea evitando la situación, huyendo de la misma o afrontándola para superarla. La ansiedad se trata de una respuesta innata que tiene como misión la supervivencia. Nos ayuda a reaccionar mejor, con más rapidez y reflejos, logrando que nuestro organismo se acelere y haciéndonos ser más eficaces. Sin embargo, puede ocurrir que pase de ser nuestra aliada a ser nuestra peor enemiga; apareciendo ante situaciones que no suponen ninguna amenaza real y presentando toda una serie de sintomatología ansiosa que resulta muy limitante. Síntomas de ansiedad Sudoraciones, taquicardias, respiración acelerada, pensamientos irracionales. Y es que cuando algo nos genera ansiedad (un evento traumático, alguna inconformidad personal, un prejuicio, el trabajo,…) no podemos enfocarnos en el acá y ahora, sino que andamos pensando en que ocurrirá. Entonces lo sexual pasa a segundo plano, ya que el sexo implica centrarse en la sensación del momento. ¿Qué es la ansiosexualidad o ansiedad sexual? Es la ansiedad que se produce en torno a las relaciones sexuales, ya sea antes o durante las mismas, y no permite al paciente disfrutar de ellas. Pensamientos más comunes que tienen quienes padecen de ansiosexualidad: No soy bueno en la cama No tengo un cuerpo bonito Si eyaculo rápido no quedará satisfecha No sé si podré mantener la erección Mi pene no es lo suficientemente grande No voy a llegar al orgasmo Pensamientos relacionados con prejuicios, mitos y mala información sexual Todos estos pensamientos generan ansiedad sexual en la persona que los padece, impidiendo que pueda concentrarse en el acto sexual. En consecuencia, alguno de ellos termina ocurriendo, lo que refuerza su pensamiento inicial y por tanto, su ansiedad sexual. Consecuencias de la ansiedad sexual Tanto mujeres como hombres sufren los estragos de la ansiedad sexual. Pérdida del deseo sexual Anorgasmia (ausencia de orgasmo) Disminución de la lubricación Dificultad para mantener la erección o incluso ausencia de ella A veces, el mismo temor al juicio o la vergüenza ante esta conducta puede llevarlos a malas interpretaciones. Las causas de la ansiosexualidad son múltiples. Pueden mantenerse en el tiempo, ser intermitentes o asociadas a algunas situaciones. Blanco, Navarro y Rojas, en la Revista Sexología y Sociedad (2016) mencionan las siguientes: Estrés: es una de las causas del deseo sexual bajo, ya que está incorporado en el estilo de vida moderna: estrés laboral, económico, familiar u otros. Al ser continuado, se facilita la producción de prolactina, y con ello disminuye el deseo sexual. Dificultades emocionales: Estar experimentando una situación emocional intensa que no pueda ser gestionada debidamente por el paciente (Duelo, depresión, adaptación) causa pérdida de la libido. Conflictos individuales: Educación sexual restrictiva, orientación sexual no aceptada, la cólera, la baja autoestima, inconformidad con la imagen corporal, creencias culturales, y las experiencias traumáticas como el abuso sexual, la violación y el incesto. Problemas de pareja: Disputas continuas (violencia psicológica), disfunción sexual, infidelidad, cambios físicos, psicológicos o estéticos en uno de los miembros que inhiben el deseo del otro. Disfunciones sexuales: haber padecido en el pasado de eyaculación prematura, dificultad en la erección, ausencia del orgasmo femenino, dolor, hipoactividad o pérdida del deseo (hombre-mujer). Las disfunciones inducidas por el uso de sustancias (alcohol, drogas o medicamentos) puede predisponer al paciente en el desempeño sexual, fallar y retroalimentar la ansiedad. Poca experiencia: falta de contacto sexual con parejas. También hay casos donde masturbarse es un hábito ausente en el paciente. Esto ocurre por prejuicios religiosos, culturales o sociales. Mientras mayor edad tenga el paciente es aún más complejo debido a que le da vergüenza o temor ser juzgado o no cumplir las expectativas del otro. Tanto el hecho de sentirnos obligados a responder de acuerdo a la demanda de nuestra pareja, como tener miedo a defraudarla debido a un rendimiento sexual pobre, demuestran un altruismo excesivo que raya en la desviación de lo que debería ser nuestra propia satisfacción en todos los planos. Dos acciones clave para frenar la ansiedad sexual 1.- Hablar con nuestra pareja del problema. Contarle abiertamente qué nos está pasando permite liberar tensión y, a su vez, la pareja entenderá la situación de manera más clara, siendo conscientes de que a ella también le afecta y, en algunos casos, llega a considerarse culpable de lo que ocurre. 2.- Buscar ayuda terapéutica, ya que cada caso es diferente y requiere de una revisión exhaustiva para poder precisar el o los diagnósticos, y en consecuencia elegir el mejor tratamiento. Otras recomendaciones básicas a tomar en cuenta podrían ser: Promover momentos de intimidad en pareja, donde el coito no sea el fin, sino el contacto físico y el disfrute del mismo. Hacer uso de estímulos distractores (música suave, luces tenues, aromaterapia) de manera que la atención sea dirigida hacia estos. Practicar a diario técnicas de relajación y respiración para disminuir la ansiedad. Hacer algún tipo de ejercicio físico con regularidad nos permitirá también disminuir los picos de ansiedad y nos ayudará a sentirnos más conformes con nuestro aspecto físico y mental. No disfrutar de nuestra sexualidad puede ser un problema tabú para muchos, y quizás sea vergonzoso pedir ayuda. Sin embargo, puedes salir de allí
Embarazo y ansiedad: nueva vida y un mundo de expectativas.
#EspecialAnsiedad | Embarazo y ansiedad: nueva vida y un mundo de expectativas Para muchas mujeres, la gestación es una experiencia deseada y cuando finalmente se encuentran atravesándola, aparecen miedos que no logran manejar. Posiblemente estés sufriendo ansiedad durante el embarazo, algo mucho más frecuente de lo que crees. Por la Psic. Mariana Hernández, #TeamPsicovivir. El embarazo es una etapa en la vida de la mujer que trae consigo muchos cambios físicos, hormonales y mentales y, como todo cambio, esto hace que aflore la ansiedad por diversos temores. Algunos de estos miedos están asociados a la gestación y provocan ansiedad. Otros al cambio de la rutina diaria que traerá el bebé. También están aquellos relacionados con el futuro desempeño como madre; modificaciones en la dinámica de pareja y/o de la familia, o temas de salud propios o del bebé que activan procesos ansiosos. Son variadas las expectativas por el nuevo miembro de la familia: quizás es el primero, fue difícil de concebir, es el hermanito deseado, el nieto esperado; y para muchas parejas, el logro de la tan ansiada meta de formar una familia. Éste último implica una serie de preocupaciones excesivas, incluso inseguridad, que a veces la misma persona puede percibir como irracional o exagerado, pero que genera mucho malestar psíquico y físico. La ansiedad durante el embarazo puede interferir con las actividades diarias y generar inconvenientes en los ámbitos laboral, familiar e incluso con la red de apoyo y amigos. ¿Cómo identificar si estoy sintiendo ansiedad? Recordemos que antes de hablar de ansiedad hay que descartar cualquier situación orgánica asociada o no al embarazo que pueda estar causándote malestar físico. Es fundamental un control médico responsable y regular durante esta etapa. Preocupaciones excesivas que aparecen a veces sin razón aparente. Estos pensamientos se relacionan con casi cualquier tema (momento del parto, familia, trabajo, ingresos económicos, imagen corporal). En las madres primerizas la ansiedad puede asociarse con temor por no “hacer un buen trabajo” cuidando al bebé por nacer o recién nacido. Imposibilidad de controlar los pensamientos ansiosos, que se han vuelto repetitivos y causan malestar cada vez que aparecen. Síntomas físicos variados y de intensidad que va de media a intensa. Pulso acelerado, temblor en las extremidades, dificultad para respirar, presión en el pecho, dolores en distintas partes del cuerpo, espasmos musculares, dificultades para dormir e incluso, malestares gastrointestinales. Sensación de no conectarse con las actividades diarias, despersonalización, de hacer las cosas como en modo automático. Es fundamental identificar las situaciones específicas que disparan tu ansiedad. Así estarás un poco más cerca de conocer los estresores y encontrarás las estrategias para manejarlos. Si te preocupa volver a tener tu peso e imagen de antes, podrás acudir a un nutricionista, entrenador y otros profesionales que te ayudarán en ese objetivo. Incluso las madres que ya tienen hijos, no escapan de la posibilidad de sufrir un cuadro de ansiedad. Cada embarazo puede ser muy diferente al anterior. ¿Qué puedo hacer para quitarme la ansiedad en el embarazo? Cada mujer es distinta y, en casos severos de ansiedad durante la etapa de gestación, sólo un proceso terapéutico puede ayudarte a comprender y a superar la ansiedad. Sin embargo, si experimentas ansiedad en niveles bajos o de forma ocasional, puedes intentar alguna de las siguientes sugerencias: Actividad física regular: adaptada al tiempo disponible y al momento de la gestación. Esto puede incluir desde cortas rutinas de ejercicio en casa, como bailar tu música preferida, hasta algo más estructurado en un gimnasio o al aire libre. Dormir y comer lo suficiente: parece difícil, especialmente con un recién nacido, pero si no intentas recuperar energías, vas a estar incluso más cansada de lo esperado y vas a tener mucha menos tolerancia. Rodéate de personas que te brinden apoyo, que puedan ser un espacio de escucha y no te mencionen constantemente todo aquello que te está preocupando. Encuentra un espacio para actividades lúdicas: cualquier actividad de disfrute que te haga sentirte mejor (dar un paseo, ir al cine, juntarte con amistades, realizar un curso, entre muchas otras). Infórmate con otros padres sobre estrategias con las que han logrado resolver situaciones puntuales con sus hijos. Te darás cuenta que tus problemas son compartidos por otros y encontrarás soluciones efectivas. Pide ayuda directamente si sientes que estás sobrepasada con tu rutina diaria. Tu pareja o familiar podrá apoyarte con algunas tareas que logren acordar y sentirás menos estrés. Existen factores de riesgo en mi embarazo y no dejo de pensar en eso. El acompañamiento médico regular y la psicoterapia pueden ayudarte a afrontar el temor ocasionado por situaciones que no puedes controlar directamente. Estar en contacto con tu médico y con tu psicólogo te ayudará en el proceso. Recuerda que aunque existan en tu caso, factores reales de riesgo durante la gestación o al momento de dar a luz, ni tu bebé ni tú se benefician si te encuentras en un constante estado de preocupación. De hecho, un cuadro de ansiedad podría ocasionar: Parto prematuro: podría adelantarse tu fecha y esto va a influir en el peso ganado por tu bebé al momento de nacer. Problemas de hiperactividad y déficit de atención en el niño durante la infancia y adolescencia. Algunos estudios relacionan la ansiedad durante el embarazo con este tipo de condiciones. Recuerda que durante la gestación y la lactancia, es poco probable que puedas utilizar medicamentos que se utilizan para tratar farmacológicamente la ansiedad. En el Team Psicovivir estamos para apoyarte si decides comenzar un proceso terapéutico y encontrar estrategias para organizarte en esta nueva etapa de tu vida. Así mantendrás la ansiedad en su nivel razonable cuando de embarazos se trata. Sobre la autora: Mariana Hernández – Venezolana – @mariana.h.psicologa – Psicóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela, con Postgrado en Psicología Clínica de la misma universidad. Actualmente residente en Buenos Aires, Argentina. Experiencia en el abordaje de trastornos de consumo de sustancias, depresión, ansiedad y otros trastornos del humor. Manejo de pacientes con psicosis.
Arte terapia: una opción creativa para aliviar el trastorno de ansiedad.
#EspecialAnsiedad | Arte terapia para controlar la ansiedad En este tipo de terapia siempre se pone de relieve el proceso creativo del individuo, más que al valor estético del producto u obra final. Fortalece la salud mental y actúa favorablemente contra la ansiedad de quienes drenan a través del ejercicio de introspección necesario para recrear el arte. Por la Psic. María Daniela Vivas Busani, #TeamPsicovivir. El estrés y la ansiedad son perjudiciales para los pensamientos y el comportamiento. Existen diversos métodos para lidiar con estos síntomas, y uno de ellos es la arte terapia a través de las diferentes expresiones artísticas. Esta forma de psicoterapia trabaja en el inconsciente del individuo, permitiendo que se exprese, encuentre solución a sus problemas y mejore su salud física y mental. Sin lugar a dudas, la ansiedad decrece. La arte terapia establece una conexión entre lo emocional y los pensamientos y permite controlar la ansiedad. Permite exteriorizar la carga emocional que de forma verbal o conductual se ha tratado de reprimir o se ha manifestado de manera inadecuada, provocando ansiedad. Mediante la arte terapia se pueden canalizar síntomas de estrés y ansiedad de una forma espontánea. Facilita que la persona amplíe su perspectiva ante situaciones específicas que lo mantienen bajo condiciones ansiosas. ¿Puede una terapia basada en el arte ayudarte a combatir la ansiedad? La respuesta es sí. ¡Veamos qué significa! La arte terapia es un estilo de psicoterapia que se une a las artes plásticas como método para preservar la salud mental. Los objetivos de la arte terapia son los de la psicoterapia. Se centra en la capacidad del arte como forma de comunicación. Ayuda a expresar y a comunicar sentimientos, facilitando la reflexión y permitiendo los cambios necesarios en la conducta. Beneficios de la arte terapia como práctica terapéutica Permite la expresión de sentimientos difíciles de hablar, facilitando una vía de comunicación. Hace la expresión verbal más accesible. Incrementa la autoestima y la confianza. El ansioso como centro de la arte terapia Los materiales artísticos que los arte terapeutas usan pueden variar mucho dependiendo de diversos factores como la elección o la disponibilidad. Se pueden usar tanto materiales tradicionales: acuarela, óleo, colores, rotuladores, como material de reciclaje: cajas, revistas, cuerdas, lana, juguetes, ropa, entre otros. Las nuevas formas de tecnología como computadoras, software y creación de estudios virtuales se han ido incorporando a la práctica. El arte en la arte terapia se desarrolla de modo paralelo a las nuevas formas culturales. La calidad o belleza de las creaciones artísticas tiene un interés secundario. El primer objetivo es la expresión del paciente, desde el arte. Según Freud el arte es una necesidad intrínseca a la psique de las personas con enfermedades mentales. Por ende, debe admirarse con el mismo respeto hacia la obra de un artista sano. Lo relevante del arte es su expresión, no la intencionalidad que se busca comunicar. El arte busca crear símbolos para dotar de significado al mundo. Son una prueba de la psique del artista, sin importar si se considera enfermo mental o no. Lo que se plasma, no es una muestra estética, sino un reflejo de la psique. Las artes, como toda expresión no verbal, favorecen la exploración, expresión y comunicación de aspectos de los que no somos conscientes. El trabajo con las emociones a través de la arte terapia mejora la calidad de las relaciones humanas porque se centra en el factor emocional, esencial en todo ser humano, ayudándonos a ser más conscientes de aspectos oscuros, y facilitando de este modo el desarrollo de la persona. La arte terapia no se enfoca en la persona sino en su malestar. Si sufres de ansiedad, la arte terapia se enfocará en esos síntomas y cómo pueden fluir a través del arte. Formas de expresión creativa Arte dramático: En el trabajo teatral, dramático y con títeres, el paciente habla mediante el personaje. Es el arte de la acción a través del personaje de ficción. Un proceso de creación individual y/o colectiva que se sitúa entre dos mundos: la realidad y la ficción. Escultura: A través de las producciones con barro se establece un diálogo con la materia. Se trata de favorecer el reencuentro de la persona con la materia y acompañarla en el recorrido que va del barro hacia sí misma. Pintura: Mediante esta arte plástica se da un primer paso de lo que se pudiera conocer como desbloqueo. Acá está permitido dejarse llevar por las imágenes que vengan, los trazos, formas, colores. De esta forma se busca que la mano huya de la censura del ojo, como una desinhibición, para organizarlo en un segundo momento. Poco a poco ir accediendo a lo más profundo de la persona. Danza y movimiento: Con la danza se experimenta la concienciación del propio movimiento, en el sentido de escucharlo y escucharse a través de ese dinamismo. Así, se permite posteriormente un acercamiento hacia sí mismo y facilitando la comunicación con el otro. Expresión oral: En el trabajo de voz se busca y se utiliza la voz natural, se desbloquea la respiración; se crea y se transforma a partir de improvisaciones, combinando diversas cualidades de sonido. Escritura: es una de las formas usadas en esta terapia. Permite nuevas formas para jugar con la imaginación a partir de lo ya vivido y experimentado. Aparecen situaciones y compañeros imaginarios, itinerarios diversos, hasta llegar a la recreación de relatos y cuentos en la ficción. ¿Cuáles son los beneficios de la arte terapia? Mejora la capacidad comunicativa, tanto de manera introspectiva, como la verbalización hacia los demás. Durante el proceso artístico el paciente progresivamente aprende a organizar sus pensamientos y los canaliza desde la reflexión mediante la palabra. Un buen arte terapeuta conseguirá que el paciente externalice todo ese mundo interior de manera cada vez más fluida y precisa. Quien aplica arte terapia grupal también sale favorecido de las propias interacciones. Mejora la expresión oral y las habilidades sociales (no gritar, respetar el turno de palabra, no interrumpir). Aprovecha la arte terapia para aumentar tu creatividad.
Separación de los padres: ansiedad en los niños.
#EspecialAnsiedad | Separación de los padres: ansiedad en los niños. Hoy por hoy los divorcios o distanciamientos emocionales en parejas son recurrentes. En medio de todo el caos que ello pudiera representar, los niños quedan a merced de la ansiedad. Acompáñame a revisar este escenario de separación y la exigencia de madurez emocional que requieren los padres para el bienestar de los hijos. Por la Psic. María Luisa Cuenca, #TeamPsicovivir El divorcio no llega solo. Las causas de las separaciones son variadas, así como su impacto entre las partes involucradas. Existe un factor común en todos los casos: se dificulta la visión y comienza el conflicto “se acabó el amor”. Reconocer este elemento va cargado de diferentes realidades. Cuando hablamos de las diferentes realidades, incluimos no solo a los miembros de la pareja, sino al conglomerado familiar: los hijos. Los más pequeños acarrean gran parte de esa avalancha emocional representada por el divorcio o la separación. He allí cuando la ansiedad se hace presente. Una definición de ansiedad La ansiedad tiene componentes cognitivos y afectivos. Una persona ansiosa siempre tiene la sensación de que algo negativo ocurrirá. Richard. P Halging y Susan K. Whitbourne (2008) la definen así: “Estado en el que el individuo se muestra aprensivo, tenso y preocupado de manera desmesurada acerca de la posibilidad de que algo terrible suceda”. Como adultos podemos identificar la presencia de ansiedad en los siguientes síntomas: Ausencia del sueño o dificultad para conciliar el sueño. Pensamiento repetitivos reflejados por: “no puedo resolver esta situación”; “soy incapaz de hacer las cosas”; “todo saldrá mal”; ”esto es lo que debo vivir” por citar algunos ejemplos. Aumento en la ingesta de alimentos. Aparición de irritabilidad sin identificar las razones que la causan. Aparición de rasgos depresivos. Señales de ansiedad en los niños por separación de sus padres Timidez e inhibición: por ejemplo disminuir las capacidades de expresión verbal y apoyarse por señales (Protodeclarativa) como vía de comunicación. Irritabilidad reflejada con alguno de los padres. Aparición de encopresis y enuresis secundaria como reacción ante un evento de estrés o trauma, que pueda ser percibido como rechazo ante determinadas situaciones. Aislamiento en cuanto a las relaciones sociales. Llanto repentino. Temor por separarse de alguno de sus padres, aún cuando es por lapsos cortos. Todo lo anteriormente expuesto cala desde la relación que existe a raíz de la culminación de una relación de pareja y cómo afecta a sus hijos. Estos elementos pueden variar según el nivel de conflicto presente en el grupo familiar. No todas las rupturas terminan en buenos términos y ese es un común denominador en la actualidad. Tomando en cuenta que todo niño experimenta ansiedad por el cambio de rutina y las exigencias ante dicha adaptación, P. Halging y K. Whitbourne (2008)afirman que “en los niños la sensación de ansiedad, puede vivenciarse como una experiencia poderosa y perturbadora”. Mencionan que es por ello que, en el mayor de los casos, la ansiedad en los niños se diagnostica antes de los 18 años de edad y que la misma se debe a una experiencia de apego inseguro. Padres separados, hijos ansiosos El acompañamiento psicológico es clave ante la posibilidad de una ruptura inminente. Cuando usted como individuo comienza a tener cambios en su zona de confort, es muy probable que genere resistencias y aparezca la ansiedad. ¿Quiénes padecen estos efectos? Los familiares más cercanos. En este caso, los hijos son los primeros que perciben que hay algo que no anda bien. ¡Pues sí! Aunque usted no lo crea, un niño de 3 años de edad percibe los cambios y comienza a hacer reacciones ante ello. Para esto es importante que usted, en medio del conflicto de pareja, evite: Realizar comentarios negativos de alguno de los padres. Involucrar a sus hijos en la toma de decisiones sobre la separación. Discutir frente a ellos. Mentirle o generar expectativas falsas en ellos. Como padres es importante manifestar sus emociones sin que esto genere una falsa creencia o transfiera la responsabilidad de la separación a solo uno de los miembros de la pareja. Acudir a terapia de pareja o a terapia individualizada, dependiendo de cómo venga cada proceso emocional, siempre será de provecho para mantener a raya la ansiedad por separación. Recomendaciones emocionales para los hijos, ante una separación 1.- Provea tratamiento psicológico a sus niños para así manejar los rasgos ansiosos que pudieran presentarse ante un posible divorcio de sus padres. 2.- No importa la edad que tengan sus hijos. No minimicen su inteligencia. 3.- Trátelos con respeto y, por sobre todas las cosas, recuerden que la relación que ustedes tienen como padres no termina nunca. Les dejo esta reflexión final: Como ustedes se traten aún no siendo pareja, será determinante para el futuro desarrollo conductual y emocional de sus niños. Cuiden sus emociones. Cuiden las de sus hijos. Sobre la autora: María Luisa Cuenca – Venezolana – @marilupsico – Psicólogo clínico y orientadora de la conducta. Egresada de la Universidad Yacambú. Actualmente en Buenos Aires, Argentina. Experiencia en abordaje de pacientes con Trastornos de ansiedad, trastornos del humor, Trastornos de personalidad, terapia de pareja, Trastornos sexuales y orientación familiar.