Tocofobia: el miedo a quedar embarazada
Tocofobia: el miedo a quedar embarazada Muchas mujeres viven con el temor a quedar encinta, aunque estén utilizando anticonceptivos. La tocofobia impide disfrutar el estado sexual, causando gran ansiedad, tanto en ellas como en sus parejas. Entérate de qué va este miedo al embarazo, sus causas y el tratamiento idóneo. Por @AlondraValen, Team Psicovivir Aparte de no disfrutar la sexualidad, nos sentimos mal con nosotras mismas y llegamos a un estado de ansiedad por este temor a quedar embarazadas. La tocofobia o el temor a quedar embarazada, es algo muy común y de lo que poco se habla. Cuando eres sexualmente activa y no deseas salir en estado, eres presa de esta fobia que impide el disfrute sexual y nos sobrecarga con múltiples rasgos ansiosos. Es habitual en muchas mujeres que el embarazo sea una razón de celebración, un motivo que, por lo general, provoca alegría. Sin embargo, para un importante número de féminas, salir embarazada es lo más distante que asociarían a la felicidad. Veamos por qué. La tocofobia desde el punto de vista psicológico A nivel psicológico, el miedo a quedar embarazada y evitar el sexo para prevenirlo, se llama “Tocofobia” (del griego “tokos”, que significa nacimiento, y “phobos“, miedo). Para que se desarrolle una tocofobia se deben cumplir ciertos criterios diagnósticos. Tener miedo una que otra vez a quedar embarazada no simboliza necesariamente una fobia. La tocofobia se diagnostica cuando el temor es tan intenso y desmedido que invade casi todos los ámbitos de la vida. A pesar de sentirnos parte o no dentro de este diagnóstico, es necesario aclarar que, ya de por sí, la situación de miedo genera displacer y ansiedad. El origen de la tocofobia o temor a quedar embarazada Aunque esto sea así, la mayoría presenta cierta preocupación o temor a afrontar tanto los nueve meses de embarazo como el parto, lo que las lleva a presentar lo que se denomina tocofobia. Conversamos con la psicóloga Victoria Bistotto, especialista del Team Psicovivir, sobre este miedo que muchas mujeres sentimos, así estemos utilizando métodos anticonceptivos. ¿Qué puede causar en una persona tener miedo a tener relaciones sexuales? Cuando hablamos de miedo frente a las relaciones sexuales, podríamos decir que la causa es muy variable; ya sea por un parto traumático, abuso sexual, pérdida del embarazo, rechazo a la maternidad, miedo a convertirse en madre, entre otras causas. Ahora bien, si nos centramos en el miedo a quedar embarazada cada vez que se tienen relaciones sexuales, el mismo puede provenir de otras causas además de las mencionadas. Por ejemplo, debido a la falta de información y educación sexual, o bien otras de las grandes causas que repercute a nivel interno son los patrones sociales y culturales que nos han inculcado acerca de qué simboliza tener relaciones sexuales, así como también lo que simboliza el rol de mujer y el de madre. La sociedad y la sexualidad A pesar de que la sociedad está cambiando, podríamos decir que, a grandes rasgos, hay patrones que todavía persisten y generan presión a nivel interno (muchas veces inconsciente). Nos han enseñado o bien inculcado que tener relaciones simbolizaba tener hijos, pero no nos enseñaron que el sexo es nada más y nada menos que placer. Aunque no conocemos a cada uno de los lectores, podemos asegurar que a la mayor parte le han explicado que el sexo es la fuente directa para tener hijos y formar una familia. Raramente un padre o una madre han dicho que el sexo se tiene en muchas ocasiones meramente por el placer que genera. La crianza, los patrones culturales y sociales no determinan, pero si condicionan. En este sentido, esta misma construcción social a nivel inconsciente e individual, puede salir a la luz como miedo. ¿Qué puede traer como consecuencia sufrir de tocofobia? El sexo es placer y el miedo paraliza. Para que el deseo y la excitación aflore, necesitamos adentrarnos en un estado de relajación. El miedo interrumpe ese estado, por lo tanto, el disfrute y placer también. El temor aparece cuando sentimos que nos encontramos en una situación riesgosa, por lo que, nos ponemos en estado de alerta e indirectamente, una se aleja del disfrute. Esto no solo podemos identificarlo durante el coito, sino también en ocasiones, antes y después de tener relaciones, entonces el sexo termina convirtiéndose en una situación displacentera, generadora de ansiedad y miedo. Incluso una puede caer en conductas evitativas como negarse a tener sexo para evitar aquel estado anisogino. Estas conductas repercuten a nivel personal y en la relación de pareja. Por eso mismo, es muy importante tratarlo terapéuticamente y hablarlo con la pareja. ¿Cómo se puede tratar la tocofobia o el temor al embarazo? Debemos tratarlo desde la base, de la profundidad. Es decir, cuando la persona termina evitando todo tipo de acercamiento de índole sexual por miedo a quedar embarazada, nos estamos acercando a lo que en psicología mencionamos una “fobia”. La fobia no es más que la evitación hacia un objeto, situación o persona que genera un gran temor. Cuando el temor invade, cuando la persona evita todo tipo de acercamiento sexual y cuando los vínculos se desgastan y desencuentran debido a este temor, es recomendable iniciar un tratamiento psicológico. PSIC. VICTORIA BISTOTTO También es conveniente recurrir a un médico ginecólogo que pueda brindar la suficiente educación sexual para brindar seguridad y contención. ¿Afecta en el acto sexual, sí o no? Sí, la principal consecuencia es la falta de disfrute y goce. El miedo nos paraliza y paradójicamente, el encanto de la sexualidad está en explorar, disfrutar, seducir y sentir placer. ¿Cómo disfrutamos del momento y la pareja si nos estamos sintiendo limitados y paralizados? Cómo hacerle frente a la tocofobia El miedo no se va hasta que lo tratemos. Evitando, potenciamos el síntoma. Tal vez hay que dejar de huir de aquel miedo para oír qué está tratando de decirnos. Para la especialista Victoria Bistotto, “La principal recomendación es acudir a un psicólogo cuando el miedo se transforma en fobia, generando
¡Cuidado con el gaslighting! Una peligrosa forma de abuso emocional
¡Cuidado con el gaslighting! Una peligrosa forma de abuso emocional La persona que cae presa de alguien que aplique este tipo de abuso, suele sentirse ansiosa, confundida o incluso depresiva. En este artículo abordamos los detalles psicológicos del gaslighting y la mejor manera de prevenirlo. El gaslighting es abuso emocional y aquí te ayudaremos a identificarlo y a contrarrestarlo. Por @AlondraValen, #TeamPsicovivir Existen diversas formas de manipulación psicológica. El gaslighting es una de ellas: al punto de hacer que la víctima dude de su propio criterio. El gaslighting es un patrón de abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Muchas veces no nos damos cuenta de lo que está sucediendo en nuestro alrededor, dejamos que las cosas pasen y sin retorno seguimos dejando que sucedan. El abuso verbal y psicológico hiere tan profundamente que las personas no pueden ver a simple vista el dolor emocional de quien lo padece. Es allí donde tú debes valorarte y decir que esto no está bien y debes buscar ayuda para salir de ese problema porque puede acarrear consecuencias lamentables. Así lo expresa la especialista del Team Psicovivir, Alys Trejo. ¿En qué consiste el gasligthing? El gaslighting como fenómeno psicológico es una forma de abuso emocional que ejerce un persona sobre otra. Puede estar ligado a parejas propiamente. Es más frecuente que en las estadísticas se vea un índice más alto sobre la mujer, sin embargo, los hombres también pueden ser víctimas de este abuso. Este abuso psicológico hace que la víctima llegue a cuestionar su propia percepción de la realidad, su propia memoria y salud mental. Es tanta la manipulación que se ejerce que duda de estas situaciones. ¿De dónde proviene el término gasligthing? Viene de la película clásica de Hollywood llamada «Gaslight«, en la que un hombre manipula a su mujer para que crea que está loca y así robar su fortuna escondida. Él esconde objetos (cuadros, joyas) haciéndole creer a su esposa que ella ha sido la responsable, aunque no se acuerde. También atenúa la luz de gas (no había electricidad) y le hace creer que el fuego sigue brillando en la misma intensidad que antes. Este fenómeno siempre ha estado en nosotros, pero como no es visible como sí lo es la violencia física, suele pasar inadvertido. Actualmente en esta época se ve más realzado este tipo de conductas, antes se normalizaba, sobre todo en sociedades machistas, y no lo veían como realmente es, un abuso. Las tres etapas del gasligthing Idealización: Lo encontramos desde la posición de la víctima. Esta se siente muy valorada por la otra persona. El abusador en la primera etapa la hace sentir perfecta, y la víctima pierde la cabeza, se siente realmente feliz. Devaluación: Es donde la víctima pasa de ser idealizada y «perfecta» a ser «lo peor», incluso a ser tildada de «incapaz.» Queda totalmente desorientada e intenta por todos los medios regresar a la primera etapa, la idealización. Descarte: El abusador la descarta, la deja caer. La persona abusada se sumerge en el hueco de la confusión y la desesperación para luego volver a ir a la primera etapa y cumplir con el círculo de abuso. Cómo darse cuenta de que alguien sufre de este abuso Es muy difícil que la persona que es abusada y manipulada, ya que no cree en sí mismo, pueda salir de este abuso. En este sentido, es importante que las personas que están a su alrededor puedan ver ciertas características en las personas que están sufriendo de este fenómeno. Muestran inseguridad en sus ideas y en sus acciones. Preguntan mucho si son demasiado sensibles. Siempre se están disculpando por ser como son. Se preguntan cómo es la felicidad, cómo es estar bien. Se aíslan de su círculo, ofreciendo excusas para evadir y justificar u ocultar lo que están padeciendo. Ocultan información del abusador para que nadie sepa lo que está sucediendo. ¿Qué se puede hacer en esta situación? Desde el punto de vista de la víctima: Confiar en ese sentimiento de que algo no está bien, porque sabes que algo de lo que el abusador te está diciendo no te encaja, sientes que no es real. La psicóloga Alys Trejo recomienda «Confiar en eso para que puedas ver que algo no está bien, es donde tu propia percepción te está haciendo entender que el problema no eres necesariamente tú, sino el abusador». No intentar convencer el abusador de que algo está mal, no buscar su aprobación, es suficiente con que la víctima de abuso sepa que algo está mal para salir y pedir ayuda. «Es importante que sepas y recuerdes que eres una persona independiente, que tienes tu forma de pensar y ser y que esos pensamientos son válidos. También estar consciente de que tiene valores como para poder enfrentar los problemas, para sacar la verdad y no caer en falsos testimonios si sabes que alguien te está mintiendo o manipulando». Presta atención a las señales y acciona a tu favor La especialista en psicología anima a la víctima de este tipo de abuso a romper el silencio y buscar ayuda, «Primeramente, en las personas que tengas cercanas, tus amigos, tu familia, para poder romper el silencio que te está haciendo dudar y así poder expresar lo que estás sintiendo». El gaslighting puede detonar en ansiedad, depresión y hasta en suicidio. Psic. ALYS TREJO Si conoces a alguien que esté padeciendo abuso emocional, haz lo posible por entender que la situación se escapa de las manos de la víctima. Hazle ver que el problema no es ella si no el abusador que está mal y hay que detenerlo. Bríndale apoyo como amigo o como familia cuando la persona decida hacerlo. La psicoterapia siempre será una buena opción para manejar este tipo de abusos emocionales.
Ansiedad sexual: Causas y consecuencias.
#EspecialAnsiedad | Ansiedad sexual: Causas y consecuencias El sexo suele ayudar a disminuir el estrés, sin embargo, hay personas que pierden el deseo por presencia de ansiedad sexual y otras que con solo pensar en sexo entran en crisis. Hablamos de ansiosexualidad. Por la Psic. Marianela Mendoza, #TeamPsicovivir La Ansiedad, la cual deriva de una emoción primaria como lo es el miedo, suele causar estragos en cualquier aspecto de la vida humana, y no se escapa de ello el deseo sexual. De hecho, la ansiedad sexual afecta de manera diferente en cada persona: a unos los inhibe y a otros les anula el deseo. Cada caso va a depender del origen del problema, del nivel de ansiedad y de cómo lo procesa la misma. Definiendo la ansiedad Antiquino, L. define la ansiedad como un mecanismo de defensa que utiliza nuestra mente para alertarnos de que estamos ante un peligro o riesgo, por lo que cumple una función adaptativa para protegernos de dicha amenaza, bien sea evitando la situación, huyendo de la misma o afrontándola para superarla. La ansiedad se trata de una respuesta innata que tiene como misión la supervivencia. Nos ayuda a reaccionar mejor, con más rapidez y reflejos, logrando que nuestro organismo se acelere y haciéndonos ser más eficaces. Sin embargo, puede ocurrir que pase de ser nuestra aliada a ser nuestra peor enemiga; apareciendo ante situaciones que no suponen ninguna amenaza real y presentando toda una serie de sintomatología ansiosa que resulta muy limitante. Síntomas de ansiedad Sudoraciones, taquicardias, respiración acelerada, pensamientos irracionales. Y es que cuando algo nos genera ansiedad (un evento traumático, alguna inconformidad personal, un prejuicio, el trabajo,…) no podemos enfocarnos en el acá y ahora, sino que andamos pensando en que ocurrirá. Entonces lo sexual pasa a segundo plano, ya que el sexo implica centrarse en la sensación del momento. ¿Qué es la ansiosexualidad o ansiedad sexual? Es la ansiedad que se produce en torno a las relaciones sexuales, ya sea antes o durante las mismas, y no permite al paciente disfrutar de ellas. Pensamientos más comunes que tienen quienes padecen de ansiosexualidad: No soy bueno en la cama No tengo un cuerpo bonito Si eyaculo rápido no quedará satisfecha No sé si podré mantener la erección Mi pene no es lo suficientemente grande No voy a llegar al orgasmo Pensamientos relacionados con prejuicios, mitos y mala información sexual Todos estos pensamientos generan ansiedad sexual en la persona que los padece, impidiendo que pueda concentrarse en el acto sexual. En consecuencia, alguno de ellos termina ocurriendo, lo que refuerza su pensamiento inicial y por tanto, su ansiedad sexual. Consecuencias de la ansiedad sexual Tanto mujeres como hombres sufren los estragos de la ansiedad sexual. Pérdida del deseo sexual Anorgasmia (ausencia de orgasmo) Disminución de la lubricación Dificultad para mantener la erección o incluso ausencia de ella A veces, el mismo temor al juicio o la vergüenza ante esta conducta puede llevarlos a malas interpretaciones. Las causas de la ansiosexualidad son múltiples. Pueden mantenerse en el tiempo, ser intermitentes o asociadas a algunas situaciones. Blanco, Navarro y Rojas, en la Revista Sexología y Sociedad (2016) mencionan las siguientes: Estrés: es una de las causas del deseo sexual bajo, ya que está incorporado en el estilo de vida moderna: estrés laboral, económico, familiar u otros. Al ser continuado, se facilita la producción de prolactina, y con ello disminuye el deseo sexual. Dificultades emocionales: Estar experimentando una situación emocional intensa que no pueda ser gestionada debidamente por el paciente (Duelo, depresión, adaptación) causa pérdida de la libido. Conflictos individuales: Educación sexual restrictiva, orientación sexual no aceptada, la cólera, la baja autoestima, inconformidad con la imagen corporal, creencias culturales, y las experiencias traumáticas como el abuso sexual, la violación y el incesto. Problemas de pareja: Disputas continuas (violencia psicológica), disfunción sexual, infidelidad, cambios físicos, psicológicos o estéticos en uno de los miembros que inhiben el deseo del otro. Disfunciones sexuales: haber padecido en el pasado de eyaculación prematura, dificultad en la erección, ausencia del orgasmo femenino, dolor, hipoactividad o pérdida del deseo (hombre-mujer). Las disfunciones inducidas por el uso de sustancias (alcohol, drogas o medicamentos) puede predisponer al paciente en el desempeño sexual, fallar y retroalimentar la ansiedad. Poca experiencia: falta de contacto sexual con parejas. También hay casos donde masturbarse es un hábito ausente en el paciente. Esto ocurre por prejuicios religiosos, culturales o sociales. Mientras mayor edad tenga el paciente es aún más complejo debido a que le da vergüenza o temor ser juzgado o no cumplir las expectativas del otro. Tanto el hecho de sentirnos obligados a responder de acuerdo a la demanda de nuestra pareja, como tener miedo a defraudarla debido a un rendimiento sexual pobre, demuestran un altruismo excesivo que raya en la desviación de lo que debería ser nuestra propia satisfacción en todos los planos. Dos acciones clave para frenar la ansiedad sexual 1.- Hablar con nuestra pareja del problema. Contarle abiertamente qué nos está pasando permite liberar tensión y, a su vez, la pareja entenderá la situación de manera más clara, siendo conscientes de que a ella también le afecta y, en algunos casos, llega a considerarse culpable de lo que ocurre. 2.- Buscar ayuda terapéutica, ya que cada caso es diferente y requiere de una revisión exhaustiva para poder precisar el o los diagnósticos, y en consecuencia elegir el mejor tratamiento. Otras recomendaciones básicas a tomar en cuenta podrían ser: Promover momentos de intimidad en pareja, donde el coito no sea el fin, sino el contacto físico y el disfrute del mismo. Hacer uso de estímulos distractores (música suave, luces tenues, aromaterapia) de manera que la atención sea dirigida hacia estos. Practicar a diario técnicas de relajación y respiración para disminuir la ansiedad. Hacer algún tipo de ejercicio físico con regularidad nos permitirá también disminuir los picos de ansiedad y nos ayudará a sentirnos más conformes con nuestro aspecto físico y mental. No disfrutar de nuestra sexualidad puede ser un problema tabú para muchos, y quizás sea vergonzoso pedir ayuda. Sin embargo, puedes salir de allí
Embarazo y ansiedad: nueva vida y un mundo de expectativas.
#EspecialAnsiedad | Embarazo y ansiedad: nueva vida y un mundo de expectativas Para muchas mujeres, la gestación es una experiencia deseada y cuando finalmente se encuentran atravesándola, aparecen miedos que no logran manejar. Posiblemente estés sufriendo ansiedad durante el embarazo, algo mucho más frecuente de lo que crees. Por la Psic. Mariana Hernández, #TeamPsicovivir. El embarazo es una etapa en la vida de la mujer que trae consigo muchos cambios físicos, hormonales y mentales y, como todo cambio, esto hace que aflore la ansiedad por diversos temores. Algunos de estos miedos están asociados a la gestación y provocan ansiedad. Otros al cambio de la rutina diaria que traerá el bebé. También están aquellos relacionados con el futuro desempeño como madre; modificaciones en la dinámica de pareja y/o de la familia, o temas de salud propios o del bebé que activan procesos ansiosos. Son variadas las expectativas por el nuevo miembro de la familia: quizás es el primero, fue difícil de concebir, es el hermanito deseado, el nieto esperado; y para muchas parejas, el logro de la tan ansiada meta de formar una familia. Éste último implica una serie de preocupaciones excesivas, incluso inseguridad, que a veces la misma persona puede percibir como irracional o exagerado, pero que genera mucho malestar psíquico y físico. La ansiedad durante el embarazo puede interferir con las actividades diarias y generar inconvenientes en los ámbitos laboral, familiar e incluso con la red de apoyo y amigos. ¿Cómo identificar si estoy sintiendo ansiedad? Recordemos que antes de hablar de ansiedad hay que descartar cualquier situación orgánica asociada o no al embarazo que pueda estar causándote malestar físico. Es fundamental un control médico responsable y regular durante esta etapa. Preocupaciones excesivas que aparecen a veces sin razón aparente. Estos pensamientos se relacionan con casi cualquier tema (momento del parto, familia, trabajo, ingresos económicos, imagen corporal). En las madres primerizas la ansiedad puede asociarse con temor por no “hacer un buen trabajo” cuidando al bebé por nacer o recién nacido. Imposibilidad de controlar los pensamientos ansiosos, que se han vuelto repetitivos y causan malestar cada vez que aparecen. Síntomas físicos variados y de intensidad que va de media a intensa. Pulso acelerado, temblor en las extremidades, dificultad para respirar, presión en el pecho, dolores en distintas partes del cuerpo, espasmos musculares, dificultades para dormir e incluso, malestares gastrointestinales. Sensación de no conectarse con las actividades diarias, despersonalización, de hacer las cosas como en modo automático. Es fundamental identificar las situaciones específicas que disparan tu ansiedad. Así estarás un poco más cerca de conocer los estresores y encontrarás las estrategias para manejarlos. Si te preocupa volver a tener tu peso e imagen de antes, podrás acudir a un nutricionista, entrenador y otros profesionales que te ayudarán en ese objetivo. Incluso las madres que ya tienen hijos, no escapan de la posibilidad de sufrir un cuadro de ansiedad. Cada embarazo puede ser muy diferente al anterior. ¿Qué puedo hacer para quitarme la ansiedad en el embarazo? Cada mujer es distinta y, en casos severos de ansiedad durante la etapa de gestación, sólo un proceso terapéutico puede ayudarte a comprender y a superar la ansiedad. Sin embargo, si experimentas ansiedad en niveles bajos o de forma ocasional, puedes intentar alguna de las siguientes sugerencias: Actividad física regular: adaptada al tiempo disponible y al momento de la gestación. Esto puede incluir desde cortas rutinas de ejercicio en casa, como bailar tu música preferida, hasta algo más estructurado en un gimnasio o al aire libre. Dormir y comer lo suficiente: parece difícil, especialmente con un recién nacido, pero si no intentas recuperar energías, vas a estar incluso más cansada de lo esperado y vas a tener mucha menos tolerancia. Rodéate de personas que te brinden apoyo, que puedan ser un espacio de escucha y no te mencionen constantemente todo aquello que te está preocupando. Encuentra un espacio para actividades lúdicas: cualquier actividad de disfrute que te haga sentirte mejor (dar un paseo, ir al cine, juntarte con amistades, realizar un curso, entre muchas otras). Infórmate con otros padres sobre estrategias con las que han logrado resolver situaciones puntuales con sus hijos. Te darás cuenta que tus problemas son compartidos por otros y encontrarás soluciones efectivas. Pide ayuda directamente si sientes que estás sobrepasada con tu rutina diaria. Tu pareja o familiar podrá apoyarte con algunas tareas que logren acordar y sentirás menos estrés. Existen factores de riesgo en mi embarazo y no dejo de pensar en eso. El acompañamiento médico regular y la psicoterapia pueden ayudarte a afrontar el temor ocasionado por situaciones que no puedes controlar directamente. Estar en contacto con tu médico y con tu psicólogo te ayudará en el proceso. Recuerda que aunque existan en tu caso, factores reales de riesgo durante la gestación o al momento de dar a luz, ni tu bebé ni tú se benefician si te encuentras en un constante estado de preocupación. De hecho, un cuadro de ansiedad podría ocasionar: Parto prematuro: podría adelantarse tu fecha y esto va a influir en el peso ganado por tu bebé al momento de nacer. Problemas de hiperactividad y déficit de atención en el niño durante la infancia y adolescencia. Algunos estudios relacionan la ansiedad durante el embarazo con este tipo de condiciones. Recuerda que durante la gestación y la lactancia, es poco probable que puedas utilizar medicamentos que se utilizan para tratar farmacológicamente la ansiedad. En el Team Psicovivir estamos para apoyarte si decides comenzar un proceso terapéutico y encontrar estrategias para organizarte en esta nueva etapa de tu vida. Así mantendrás la ansiedad en su nivel razonable cuando de embarazos se trata. Sobre la autora: Mariana Hernández – Venezolana – @mariana.h.psicologa – Psicóloga egresada de la Universidad Central de Venezuela, con Postgrado en Psicología Clínica de la misma universidad. Actualmente residente en Buenos Aires, Argentina. Experiencia en el abordaje de trastornos de consumo de sustancias, depresión, ansiedad y otros trastornos del humor. Manejo de pacientes con psicosis.
Arte terapia: una opción creativa para aliviar el trastorno de ansiedad.
#EspecialAnsiedad | Arte terapia para controlar la ansiedad En este tipo de terapia siempre se pone de relieve el proceso creativo del individuo, más que al valor estético del producto u obra final. Fortalece la salud mental y actúa favorablemente contra la ansiedad de quienes drenan a través del ejercicio de introspección necesario para recrear el arte. Por la Psic. María Daniela Vivas Busani, #TeamPsicovivir. El estrés y la ansiedad son perjudiciales para los pensamientos y el comportamiento. Existen diversos métodos para lidiar con estos síntomas, y uno de ellos es la arte terapia a través de las diferentes expresiones artísticas. Esta forma de psicoterapia trabaja en el inconsciente del individuo, permitiendo que se exprese, encuentre solución a sus problemas y mejore su salud física y mental. Sin lugar a dudas, la ansiedad decrece. La arte terapia establece una conexión entre lo emocional y los pensamientos y permite controlar la ansiedad. Permite exteriorizar la carga emocional que de forma verbal o conductual se ha tratado de reprimir o se ha manifestado de manera inadecuada, provocando ansiedad. Mediante la arte terapia se pueden canalizar síntomas de estrés y ansiedad de una forma espontánea. Facilita que la persona amplíe su perspectiva ante situaciones específicas que lo mantienen bajo condiciones ansiosas. ¿Puede una terapia basada en el arte ayudarte a combatir la ansiedad? La respuesta es sí. ¡Veamos qué significa! La arte terapia es un estilo de psicoterapia que se une a las artes plásticas como método para preservar la salud mental. Los objetivos de la arte terapia son los de la psicoterapia. Se centra en la capacidad del arte como forma de comunicación. Ayuda a expresar y a comunicar sentimientos, facilitando la reflexión y permitiendo los cambios necesarios en la conducta. Beneficios de la arte terapia como práctica terapéutica Permite la expresión de sentimientos difíciles de hablar, facilitando una vía de comunicación. Hace la expresión verbal más accesible. Incrementa la autoestima y la confianza. El ansioso como centro de la arte terapia Los materiales artísticos que los arte terapeutas usan pueden variar mucho dependiendo de diversos factores como la elección o la disponibilidad. Se pueden usar tanto materiales tradicionales: acuarela, óleo, colores, rotuladores, como material de reciclaje: cajas, revistas, cuerdas, lana, juguetes, ropa, entre otros. Las nuevas formas de tecnología como computadoras, software y creación de estudios virtuales se han ido incorporando a la práctica. El arte en la arte terapia se desarrolla de modo paralelo a las nuevas formas culturales. La calidad o belleza de las creaciones artísticas tiene un interés secundario. El primer objetivo es la expresión del paciente, desde el arte. Según Freud el arte es una necesidad intrínseca a la psique de las personas con enfermedades mentales. Por ende, debe admirarse con el mismo respeto hacia la obra de un artista sano. Lo relevante del arte es su expresión, no la intencionalidad que se busca comunicar. El arte busca crear símbolos para dotar de significado al mundo. Son una prueba de la psique del artista, sin importar si se considera enfermo mental o no. Lo que se plasma, no es una muestra estética, sino un reflejo de la psique. Las artes, como toda expresión no verbal, favorecen la exploración, expresión y comunicación de aspectos de los que no somos conscientes. El trabajo con las emociones a través de la arte terapia mejora la calidad de las relaciones humanas porque se centra en el factor emocional, esencial en todo ser humano, ayudándonos a ser más conscientes de aspectos oscuros, y facilitando de este modo el desarrollo de la persona. La arte terapia no se enfoca en la persona sino en su malestar. Si sufres de ansiedad, la arte terapia se enfocará en esos síntomas y cómo pueden fluir a través del arte. Formas de expresión creativa Arte dramático: En el trabajo teatral, dramático y con títeres, el paciente habla mediante el personaje. Es el arte de la acción a través del personaje de ficción. Un proceso de creación individual y/o colectiva que se sitúa entre dos mundos: la realidad y la ficción. Escultura: A través de las producciones con barro se establece un diálogo con la materia. Se trata de favorecer el reencuentro de la persona con la materia y acompañarla en el recorrido que va del barro hacia sí misma. Pintura: Mediante esta arte plástica se da un primer paso de lo que se pudiera conocer como desbloqueo. Acá está permitido dejarse llevar por las imágenes que vengan, los trazos, formas, colores. De esta forma se busca que la mano huya de la censura del ojo, como una desinhibición, para organizarlo en un segundo momento. Poco a poco ir accediendo a lo más profundo de la persona. Danza y movimiento: Con la danza se experimenta la concienciación del propio movimiento, en el sentido de escucharlo y escucharse a través de ese dinamismo. Así, se permite posteriormente un acercamiento hacia sí mismo y facilitando la comunicación con el otro. Expresión oral: En el trabajo de voz se busca y se utiliza la voz natural, se desbloquea la respiración; se crea y se transforma a partir de improvisaciones, combinando diversas cualidades de sonido. Escritura: es una de las formas usadas en esta terapia. Permite nuevas formas para jugar con la imaginación a partir de lo ya vivido y experimentado. Aparecen situaciones y compañeros imaginarios, itinerarios diversos, hasta llegar a la recreación de relatos y cuentos en la ficción. ¿Cuáles son los beneficios de la arte terapia? Mejora la capacidad comunicativa, tanto de manera introspectiva, como la verbalización hacia los demás. Durante el proceso artístico el paciente progresivamente aprende a organizar sus pensamientos y los canaliza desde la reflexión mediante la palabra. Un buen arte terapeuta conseguirá que el paciente externalice todo ese mundo interior de manera cada vez más fluida y precisa. Quien aplica arte terapia grupal también sale favorecido de las propias interacciones. Mejora la expresión oral y las habilidades sociales (no gritar, respetar el turno de palabra, no interrumpir). Aprovecha la arte terapia para aumentar tu creatividad.
Separación de los padres: ansiedad en los niños.
#EspecialAnsiedad | Separación de los padres: ansiedad en los niños. Hoy por hoy los divorcios o distanciamientos emocionales en parejas son recurrentes. En medio de todo el caos que ello pudiera representar, los niños quedan a merced de la ansiedad. Acompáñame a revisar este escenario de separación y la exigencia de madurez emocional que requieren los padres para el bienestar de los hijos. Por la Psic. María Luisa Cuenca, #TeamPsicovivir El divorcio no llega solo. Las causas de las separaciones son variadas, así como su impacto entre las partes involucradas. Existe un factor común en todos los casos: se dificulta la visión y comienza el conflicto “se acabó el amor”. Reconocer este elemento va cargado de diferentes realidades. Cuando hablamos de las diferentes realidades, incluimos no solo a los miembros de la pareja, sino al conglomerado familiar: los hijos. Los más pequeños acarrean gran parte de esa avalancha emocional representada por el divorcio o la separación. He allí cuando la ansiedad se hace presente. Una definición de ansiedad La ansiedad tiene componentes cognitivos y afectivos. Una persona ansiosa siempre tiene la sensación de que algo negativo ocurrirá. Richard. P Halging y Susan K. Whitbourne (2008) la definen así: “Estado en el que el individuo se muestra aprensivo, tenso y preocupado de manera desmesurada acerca de la posibilidad de que algo terrible suceda”. Como adultos podemos identificar la presencia de ansiedad en los siguientes síntomas: Ausencia del sueño o dificultad para conciliar el sueño. Pensamiento repetitivos reflejados por: “no puedo resolver esta situación”; “soy incapaz de hacer las cosas”; “todo saldrá mal”; ”esto es lo que debo vivir” por citar algunos ejemplos. Aumento en la ingesta de alimentos. Aparición de irritabilidad sin identificar las razones que la causan. Aparición de rasgos depresivos. Señales de ansiedad en los niños por separación de sus padres Timidez e inhibición: por ejemplo disminuir las capacidades de expresión verbal y apoyarse por señales (Protodeclarativa) como vía de comunicación. Irritabilidad reflejada con alguno de los padres. Aparición de encopresis y enuresis secundaria como reacción ante un evento de estrés o trauma, que pueda ser percibido como rechazo ante determinadas situaciones. Aislamiento en cuanto a las relaciones sociales. Llanto repentino. Temor por separarse de alguno de sus padres, aún cuando es por lapsos cortos. Todo lo anteriormente expuesto cala desde la relación que existe a raíz de la culminación de una relación de pareja y cómo afecta a sus hijos. Estos elementos pueden variar según el nivel de conflicto presente en el grupo familiar. No todas las rupturas terminan en buenos términos y ese es un común denominador en la actualidad. Tomando en cuenta que todo niño experimenta ansiedad por el cambio de rutina y las exigencias ante dicha adaptación, P. Halging y K. Whitbourne (2008)afirman que “en los niños la sensación de ansiedad, puede vivenciarse como una experiencia poderosa y perturbadora”. Mencionan que es por ello que, en el mayor de los casos, la ansiedad en los niños se diagnostica antes de los 18 años de edad y que la misma se debe a una experiencia de apego inseguro. Padres separados, hijos ansiosos El acompañamiento psicológico es clave ante la posibilidad de una ruptura inminente. Cuando usted como individuo comienza a tener cambios en su zona de confort, es muy probable que genere resistencias y aparezca la ansiedad. ¿Quiénes padecen estos efectos? Los familiares más cercanos. En este caso, los hijos son los primeros que perciben que hay algo que no anda bien. ¡Pues sí! Aunque usted no lo crea, un niño de 3 años de edad percibe los cambios y comienza a hacer reacciones ante ello. Para esto es importante que usted, en medio del conflicto de pareja, evite: Realizar comentarios negativos de alguno de los padres. Involucrar a sus hijos en la toma de decisiones sobre la separación. Discutir frente a ellos. Mentirle o generar expectativas falsas en ellos. Como padres es importante manifestar sus emociones sin que esto genere una falsa creencia o transfiera la responsabilidad de la separación a solo uno de los miembros de la pareja. Acudir a terapia de pareja o a terapia individualizada, dependiendo de cómo venga cada proceso emocional, siempre será de provecho para mantener a raya la ansiedad por separación. Recomendaciones emocionales para los hijos, ante una separación 1.- Provea tratamiento psicológico a sus niños para así manejar los rasgos ansiosos que pudieran presentarse ante un posible divorcio de sus padres. 2.- No importa la edad que tengan sus hijos. No minimicen su inteligencia. 3.- Trátelos con respeto y, por sobre todas las cosas, recuerden que la relación que ustedes tienen como padres no termina nunca. Les dejo esta reflexión final: Como ustedes se traten aún no siendo pareja, será determinante para el futuro desarrollo conductual y emocional de sus niños. Cuiden sus emociones. Cuiden las de sus hijos. Sobre la autora: María Luisa Cuenca – Venezolana – @marilupsico – Psicólogo clínico y orientadora de la conducta. Egresada de la Universidad Yacambú. Actualmente en Buenos Aires, Argentina. Experiencia en abordaje de pacientes con Trastornos de ansiedad, trastornos del humor, Trastornos de personalidad, terapia de pareja, Trastornos sexuales y orientación familiar.
5 buenos libros para entender la ansiedad y combatirla
Leer siempre supone enriquecimiento intelectual, sobre todo si escogemos libros bien sustentados y argumentados. Seleccionamos cinco obras que versan sobre el trastorno de ansiedad y los traemos en esta edición, para tu provecho. No dejes de leer: Psicovivir | Miedo a vivir: así es la ansiedad En este sentido, es muy importante seleccionar bien los libros que reposarán sobre nuestra mesa y se convertirán en los compañeros ideales durante semanas o meses, según como sea su extensión. Un libro es una herramienta de autoayuda, especialmente si estamos en terapia psicológica. No es tan habitual que nos recomienden libros para hacernos sentir mejor. He aquí una recopilación de cinco obras que versan sobre el trastorno de ansiedad y su manejo, desde una óptica personal y profesional. Estos cinco libros centran su discurso en el trastorno de ansiedad y su tratamiento, desde las acciones que se puedan emprender para acompañar la psicoterapia formal que se amerita en estos casos. 1.- Cómo controlar la ansiedad antes de que le controle a usted (Albert Ellis) Desde la mirada psicológica de Albert Ellis, este texto plantea hallazgos para tratar la ansiedad bajo el enfoque de terapia cognitiva llamada “terapia racional emotiva”, con el propósito de ayudar a quienes deseen ponerle freno a la ansiedad. 2.- Ansiedad, ¡Que alguien me ayude! (Sara Burillo) Este libro de Sara Burillo, psicóloga experta en trastornos de ansiedad, tiene como objetivo ayudar a las personas que se encuentran en esta situación a lidiar con la ansiedad y a aplicar estrategias más adaptativas que les ayuden a vivir mejor, lejos del sufrimiento. 3.- Superar la ansiedad y el pánico (Linda Manassee Buell) Los ataques de pánico presentan diferencias con otros trastornos, por ejemplo, los trastornos de ansiedad generalizada, pero también tienen cosas en común. En este libro pretende, de una manera más general, ayuda a las personas a superar los diferentes trastornos de ansiedad que pueden estar a sus vidas. 4.- El fin de la ansiedad (Gio Zararri) Todo lo que necesitas para vencer la ansiedad lo tienes dentro de ti. En este libro encontrarás las herramientas para comprender por qué esta emoción se presenta en tu vida y aprenderás a ponerle remedio. Descubrirás que convivir con ella puede ser sencillo e incluso divertido. 5.- Ansiedad: Miedo, esperanza y la búsqueda de la paz interior (Scott Stossel) Una obra que retrata la ansiedad desde un punto de vista autobiográfico, con un claro mensaje de esperanza y motivación para quienes sufren de este trastorno. Se trata de un libro robusto, de 500 páginas, repletas de mensajes reales y recomendaciones de quien verdaderamente sufrió en carne propia la ansiedad y logró superarla. De lo bueno, lo mejor En definitiva, son numerosos los beneficios que aporta la lectura a nuestras vidas tanto para nuestro enriquecimiento intelectual como para nuestra salud mental. Busca esta recopilación de libros sobre ansiedad y convierte estos textos en herramientas que le sumen a tu tratamiento terapéutico, disponible para ti en Psicovivir Internacional. Sigue de cerca el especial sobre ansiedad que preparamos en Psicovivir News.
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