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Si duele la mente, duele el cuerpo

El cuerpo y la mente forman un todo. De ahí que los problemas emocionales siempre dejan esa huella en el organismo, dado que somos seres biopsicosociales. Si presentamos dolencias mentales, el cuerpo también nos pasará factura.

¿Intrusos en la cama? Lo bonito y lo feo de dormir con los hijos.

¿Intrusos en la cama? Lo bonito y lo feo de dormir con los hijos. La habitación matrimonial resguarda la intimidad de las parejas. ¿Qué pasa cuando los hijos invaden este espacio? Entrevistamos a la psicóloga Samanta Bigatti y nos trae su punto de vista sobre dormir con los hijos y algunas recomendaciones. Por Keila Caridad – @keila-caridad-marquez, #TeamPsicovivir ¿Está bien dormir con los hijos en la misma cama? Este es el eterno dilema que le sucede a muchos padres sobre si es conveniente o no dormir con los hijos. Es un hecho que en muchos hogares los niños lloran para que se les consuele o, si son mayores, se levantan y van hacia la cama de sus ‘papis’ buscando compañía. Hablamos con la psicóloga Samanta Bigatti, especialista en Psicovivir Internacional, quien nos brindó su percepción sobre este asunto: ¿Hacen bien los padres al dormir con sus hijos en la misma habitación y misma cama? Puede que sea una escena típica. Algunos padres se preguntan: “¿Dejamos que duerma con nosotros o qué hacemos?”. Muchos aceptan que se queden en la cama con ellos para poder seguir durmiendo y no tener que levantarse a llevarlo a su cama. Pero ¿es esta la solución? ¿Es esto lo correcto? La especialista en psicología aclaró algunos conceptos de interés tanto para padres con experiencia como para primerizos. Dormir con los hijos es una práctica que comienza desde el nacimiento. Colecho: dormir con los hijos más chiquitos Esta etapa sucede cuando progenitores e hijos comparten la cama hasta que estos últimos deciden irse a su propia habitación, ya sea por mutuo acuerdo, basándose en la crianza con apego. El apego, según Bowlby, es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad, las cuales pueden ser, evitativa, ansiosa, ambivalente, desorganizado o seguro, en donde el ideal es el último mencionado, que permitirá el desarrollo de un adulto emocionalmente saludable, lográndose por medio de expresiones y respuestas emocionales equilibradas. Algunos padres justifican dormir con los hijos por diversos motivos ¿Dormir con los hijos retrasa su desarrollo evolutivo? Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California, en Los Ángeles, afirma que la mayoría de los niños que comparten habitación con sus padres no sufre ningún desarreglo emocional posterior, aunque otros autores, están en desacuerdo. Hasta los seis años se ha descubierto que no hay relación entre dormir con los padres y su correcto desarrollo emocional, su madurez, creatividad. Sin embargo, a partir de 7 u 8 años, lo recomendable es que comiencen a desarrollar madurez emocional correspondiente a la edad en cuanto a independencia, seguridad, y progresivamente desde el amor, la compresión y el respeto. ¿Los niños que duermen con los ‘papis’ duermen más y mejor? ¿Facilita el apego?  Dormir con los hijos promueve el apego seguro, es decir, que el niño se siente protegido y emocionalmente valorado, sobre todo en los primeros años de vida, sin embargo, es importante tener cuidado en otros aspectos de la vida cotidiana. Ventajas de dormir con los niños: Desventaja de dormir con los hijos “Si es el caso en el que no quede claro dentro de esta rutina, que uno de los padres prefiera dormir más con el hijo que con la pareja, lo que en el futuro puede ocasionar confusiones psicológicas sobre su lugar en la familia o hasta la sexualidad”. Psic. Samanta bigatti ¿La intimidad de la pareja se ve afectada?  Efectivamente la intimidad puede verse afectada, pero se pueden tomar en cuenta algunos elementos que conforman la intimidad de la pareja: comunicación, afecto, deseo sexual, si estos elementos se encuentran claros pueden existir soluciones ante esta situación. Bigatti destaca que en su experiencia profesional no ha evidenciado la asociación de los hábitos de sueño con el desarrollo evolutivo, pero sí cómo afecta dicho desarrollo en algunos problemas familiares, es decir, factores alejados literalmente de dormir con los padres, reflejados en trastornos del sueño.

Trastorno de pánico: causas, síntomas y cómo evitarlo

Pánico

Trastorno de pánico: causas, síntomas y cómo evitarlo   Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento, en cualquier lugar y sin previo aviso. La persona puede tener miedo de otra crisis y evitar los lugares en los que sufrió un ataque anteriormente. Entrevistamos a la Psic. Jessica Silvera para conocer todos los detalles de este padecimiento emocional. Por @KeilaCaridad -Editora Psicovivir News Quienes han sentido ataques de pánico generalmente llegan a sentir palpitaciones aceleradas, mareos y falta de aire. Al ser síntomas constantes, lo que se vive llega a ser verdaderamente aterrador. Entrar en pánico se traduce en que una persona tiene ataques repetitivos de miedo intenso que, a su vez, pueden generar reacciones físicas en el cuerpo. Para conocer más sobre este problema de salud mental, entrevistamos a la psicóloga Jessica Silvera, quien nos explica los pormenores de este trastorno de pánico o ansiedad que muchas personas suelen tener. ¿Qué es exactamente el trastorno de pánico? El trastorno de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad que causa sensaciones repentinas de terror sin un peligro aparente. La persona puede sentir como si estuviera perdiendo el control, incluso no se habla de un trastorno claramente dicho, sino de ataques de pánico que son la consecuencia de picos ansiosos no controlados, los cuales llevan a la persona a presentar y presenciar numerosos síntomas a nivel físico, cognitivo y emocional. Estamos hablando de un trastorno de ansiedad que se caracteriza por la aparición de dos o más crisis de pánico. Las personas experimentan un terror repentino, sin causa aparente, que alcanza su máximo nivel durante los primeros 10 minutos. Es muy común que por la intensidad física del trastorno, las personas acudan a la consulta médica. Y esto es lo más recomendable. La presencia de crisis de pánico no es suficiente para diagnosticar dicho trastorno, siendo necesario que la persona sufra ansiedad sobre el propio pánico: esto es, tener miedo de que ocurra la crisis, asociado a ideas catastróficas y cambios en la conductas para evitar volver a sufrirla. ¿Cuál es el origen del trastorno de pánico? El trastorno de pánico a veces se da en las familias, pero nadie sabe con certeza por qué algunos miembros de la familia lo tienen y otros no. Mediante algunas investigaciones se ha descubierto que hay algunas partes del cerebro y ciertos procesos biológicos que juegan un papel clave en el miedo y la ansiedad. Algunos investigadores piensan que las personas con trastorno de pánico malinterpretan sensaciones corporales inofensivas como amenazas. Al ir aprendiendo más acerca de cómo el cerebro y el cuerpo funciona en las personas con trastorno de pánico, es posible que los científicos logren descubrir mejores tratamientos. La causa es desconocida, sin embargo, hay quienes apoyan que entre las predisposición está la genética, altos niveles de estrés, personas con carácter proclive a emociones negativas y sensibles al estrés. Ese tipo de trastorno se da mayormente en las mujeres que en los hombres. Los síntomas por lo general comienzan antes de los 25 años de edad, pero pueden ocurrir hacia los 35 años. El trastorno de pánico también se puede presentar en niños, pero no suele diagnosticarse hasta que son mayores. PSIC. Jessica SILVERA ¿Cuál es el tratamiento o terapia idóneo para el trastorno de pánico? Hay quienes apoyan una solución multidisciplinaria, uniendo dos ramas de la salud mental, hablamos entonces de la psicología y la psiquiatría. Es importante reconocer que no todos los casos se medican. En este sentido es fundamental reconocer el alcance de la terapia psicológica, la cual ayuda a que el paciente trabaje en sus pensamientos y realice una reestructuración desde cómo percibe su ambiente para verse más funcional. Hablemos sobre los síntomas del trastorno de pánico La sintomatología de este tipo de padecimiento incluye: Es importante que si sientes alguno de estos síntomas puedas poner la atención pertinente para tratarte. También recuerda que un solo síntoma no implica un diagnóstico. PSIC. JESSICA SILVERA Se sabe que el trastorno de pánico tiene dos variantes. ¿Cuáles son? Efectivamente así es, cuando hablamos de este padecimiento debemos distinguir sus particularidades. En estos casos el paciente experimenta ataques de pánico de manera periódica o frecuente, los cuales llegan a interferir con su vida personal, pero sin que esto le suponga la imposibilidad de salir de su casa o afrontar su vida cotidiana. Aunque el paciente frecuentemente anticipa la aparición de futuros ataques de pánico, ante lo que desarrolla un gran temor, no llega a desarrollar el trastorno de la agorafobia. En determinadas ocasiones, las personas que padecen de trastornos de pánico generan con posterioridad un trastorno adicional, la agorafobia. Debido a que quienes sufren de ataques de pánico suelen sentir gran temor y anticipación ante la posibilidad de nuevos ataques, algunos de ellos terminan por evitar cualquier situación que pueda desencadenarlos. Por ello, estas personas terminan por ser incapaces de salir de su casa; interpretan que este es el único entorno seguro en el cual es menos probable que sufran nuevos ataques. Sea cual sea la variante que sufra la persona, el trastorno de pánico requiere ayuda profesional, para sanar la emocionalidad de la persona y que esta pueda integrarse personal, social y familiarmente a la vida, de una manera integral y funcional.

La ansiedad laboral riñe con la felicidad personal. ¡Combátela!

#EspecialAnsiedad | Ansiedad laboral riñe con felicidad personal. ¡Combátela! Se sabe que en los ambientes de trabajo hay presencia de múltiples estresores. Por un lado, la responsabilidad por el cargo hasta la interacción con superiores y pares. En este reportaje te brindamos recomendaciones psicológicas para frenar la ansiedad laboral y recuperar tu equilibrio personal. Por @KeilaCaridad, #TeamPsicovivir. Esta es la historia de Matilde. Ella está acostumbrada a trabajar bajo presión. Los términos ansiedad laboral o estrés laboral siempre le han sido esquivos. O al menos eso cree ella. Hasta hace poco se declaraba como una persona feliz. Trabaja a diario largas jornadas, inclusive arranca sus labores hasta un par de horas antes del horario formal y cuando cae la noche todavía está tras la pantalla de su computadora. Sacando cuentas y proyectando estadísticas. ¿Dormir mucho? ¡Eso es para los muertos! Le dice Matilde a sus compañeros de trabajo que alertan su cansancio en las ojeras que se asoman sin pedir permiso y el carácter irritable que desde hace meses le tiene secuestrada la sonrisa. ¡Matilde, Matilde! Tienes que parar, le diría la psicóloga Lili Martínez, gerente general en Psicovivir Internacional, a quien entrevistamos para nutrir este reportaje. ¿Qué bicho le picó a Matilde? Uno llamado Ansiedad laboral. Para Martínez, especialista en psicología, la ansiedad laboral sí existe y respecto a ella podemos identificar dos vertientes: la ansiedad de desempeño y la ansiedad del trabajo. Empecemos por definir esta última: La ansiedad laboral, mejor conocida como estrés laboral, se basa en un estrés psicológico y emocional asociado al trabajo. “Al asociar el trabajo con una respuesta adaptativa en donde sí tengo demasiadas cosas por hacer, en donde sí estoy colapsado o siento que mi rendimiento debe destacarse, quiero ser perfecto o lo hacer la labor más óptima y siento que no lo es, entonces empiezo a padecer ciertos malestares”. Refiere que la persona comienza a sentir que el entorno no es el favorable, que no tiene un buen líder o que el jefe tiene alguna sobre exigencia o que hay abuso en lo que respecta al trabajo. Esto surge por ansiedad del trabajo. Si el salario no es considerable con lo que respecta a la cantidad de trabajo o faltan las herramientas para una buena ejecución de las tareas, también se asoma el estrés laboral. También se habla de la ansiedad de desempeño o de rendimiento. Esta se da cuando sentimos que las tareas, las responsabilidades y el tiempo sobrepasan nuestro rendimiento y nuestro conocimiento. ¿Cómo se manifiesta el estrés laboral? Así empezó Matilde. En primera instancia todo parecía fluir para esta destacada administradora. El estrés laboral se hacía sentir de una manera positiva. No habían visos de ansiedad laboral. O eso creía ella. Matilde utilizaba ese proceso adaptativo de la ansiedad para sobresalir, para estar alerta y atender todo tipo de estímulo hacia la productividad y el desempeño. El estrés positivo era su combustible para exigirse más. Hasta que todo cambió. El estrés laboral comenzó a transmutar hacia lo negativo. La ansiedad laboral fue subiendo de nivel. Y llegaron las dificultades físicas y psicológicas. Matilde dormía cada vez menos, era presa del insomnio, la taquicardia la abrumaba a eso de las tres de la mañana y sentía que no podía respirar. Como si fuera poco, un día amaneció con una tristeza invasora. Los dolores de cabeza, mareos y náuseas comenzaron a ser constantes. Todas las alarmas físicas y psicológicas estaban encendidas. Matilde estaba en problemas. Su cerebro ansioso comenzó a pensar mal La psicóloga del Team Psicovivir, Lili Martínez, expresa que, producto de la ansiedad, “a nivel psicológico se da un procesamiento de pensamientos negativos”.  Prácticamente le tomó una fotografía al cerebro de Matilde: “Las personas bajo ansiedad laboral empiezan a dudar de sí mismas, a cuestionarse, a sentirse irritadas y abrumadas con las responsabilidades”. Entonces, Matilde, ¡Lo que te faltaba! ¿Cuáles son los detonantes de la ansiedad laboral? Son múltiples y variados los factores que detonan en el estrés laboral y de desempeño. Algunos de ellos son realmente graves y más difíciles de tratar, más no imposible. Siete recomendaciones para enfrentar la ansiedad laboral. 1.- Detectar el estrés laboral. Prestar atención a las señales de alerta en lo físico y en lo emocional e identificar los posibles detonantes. 2.- Trabajar en ello y determinar con la mayor exactitud qué necesita y cómo sería ese estado ideal para sentirse mejor en el trabajo. Expresarlo al jefe y a los superiores. 3.- Organizar la agenda, revisar las funciones, apuntar las tareas pendientes, respetar las pausas para el descanso, jerarquizar, definir cronogramas. 4.- Actualizarse, hacer algún curso que le permita crecimiento personal y profesional. 5.- Incorporarse en actividades fuera del trabajo, hacer ejercicios, bailar, practicar algún deporte. Activar el área creativa, salir de la rutina. Leer, escuchar música. 6.- No llevar trabajo a casa. Separar el tiempo laboral del personal. 7.- Acudir a terapia en pro de la salud mental. Hurgando más allá de la ansiedad laboral Tras brindar esta serie de recomendaciones, la psicóloga Lili Martínez enfatizó que “El estrés laboral no solo se detona por aspectos relacionados con el trabajo, hay muchos aspectos que confluyen y nacen en la necesidad de reconocimiento, en la autoestima”. «Con más razón invito a revisar más allá del entorno de trabajo, centrando la atención en el historial personal y emocional de quienes sucumben a la ansiedad laboral». Psic. LILI MARTÍNEZ La servidora que firma el presente artículo le va a tomar la palabra a la psicóloga, antes de que le pase como a Matilde. Hagan caso, caros lectores. Vayan a consulta psicológica. Resguarden su paz mental y frenen la ansiedad laboral. Sobre la autora: MSc. Keila Beatriz Caridad Márquez – Venezolana – @KeilaCaridad – Lcda. en Comunicación Social, egresada de la Universidad del Zulia (2000). Magister en Gerencia de Recursos Humanos, (URBE 2006) Maestrante en Comunicación y Desarrollo: TICS para el Desarrollo Humano. Docente en la Universidad Católica Cecilio Acosta. Con amplia experiencia en periodismo y medios audiovisuales e impresos, gestión de redes

¡Cuidado con la infidelidad financiera!

infidelidad financiera

Algunas parejas están comprometidas a nivel sentimental y aparentemente la relación puede verse estable, fuerte y feliz. Pero, todo puede ser completamente diferente cuando el tema financiero se pone sobre la mesa.  Por: Keila Beatriz Caridad Márquez – @keila-caridad-marquez El doctor Alberto Barradas, director de Psicovivir Internacional, introduce el concepto de infidelidad financiera y explica, desde el punto de vista psicológico, cómo se da la relación entre pareja, dinero y negocios en común.  Dinero y pareja ¿Una relación históricamente difícil?  No todas las parejas trabajan en equipo cuando de negocios se trata, de hecho, a las personas les cuesta mucho más establecer y mantener las relaciones financieras que las sentimentales.  Para Barradas es importante aclarar dos puntos sobre las finanzas, las relaciones sentimentales y cómo estas pueden mantenerse a flote.  La primera, es que las parejas son una elección de vida y la segunda, que el dinero es una necesidad básica de supervivencia.  Entonces, ¿cómo puede una pareja estar ligada al éxito o al fracaso cuando se habla del dinero? Todo esto básicamente es la representación de las decisiones que ambos puedan tomar y cómo se relaciona el dinero con los procesos de los individuos.  “Cómo te relacionas con el dinero, determinas cómo te arriesgas con la pareja en una inversión”. Psico. Alberto Barradas Esto significa que el crecimiento financiero de los negocios está basado en una estrategia que, al mismo tiempo, se convierte en un modelo de vida.  En el caso de las parejas, el amor no siempre termina siendo la única razón para crear este tipo de lazos. Y cuando se incluye el tema de los negocios, en la mayoría de los casos se crean conflictos en ambos aspectos. Aquí se introduce la idea de infidelidad financiera. Entonces, ¿Cuáles serían esos aspectos que motivan a la infidelidad financiera, al fracaso y a la separación? ¿Qué es y cómo identificar la Infidelidad financiera? La infidelidad se relaciona directamente con la traición y todo lo que esto implica, es decir, las mentiras, los movimientos ocultos y la falta de confianza.  «Cuando hablamos de infidelidad financiera, nos referimos a que hay personas que temen hablar de estos temas con las parejas y lo hacen con terceros, de hecho, se crean negocios o planes a las espaldas».   La comunicación entre la pareja es necesaria, y al momento de no hacerlo y ocultar este tipo de información, es únicamente por miedo a perder dinero, a realizar malas inversiones o a ser juzgados.  ¿Cuándo no hay libertad con las parejas en temas financieros? La infidelidad financiera es un tema que abarca muchos puntos y que va ligado a las creencias limitantes, el señalamiento de la sociedad y la relación con el dinero que viene desde la crianza.  Psicovivir recomienda tomar en cuenta los siguientes aspectos para evitar caer en infidelidad financiera. Hay parejas que no se tienen la suficiente confianza para revelar cuánto ganan en su trabajo, por evitar o tener miedo de cargar con la mayor responsabilidad o carga económica.  Este es uno de los casos más comunes, ya que, en ocasiones, ninguna de las partes revela públicamente su salario, por vergüenza de tener más dinero que la pareja y no afectar la autoestima del otro.  Hay personas que creen que, quien gana más, debe gastar más. Cuando en realidad las cargas o responsabilidades que involucran a la pareja son compartidas. En Muchas ocasiones siempre termina apareciendo el complejo, sobre todo si es la mujer la que más gana dinero. Profundicemos en este punto. En muchas ocasiones, las mujeres no revelan sus ganancias por temor a hacer sentir mal a la pareja, ya que socialmente siempre se maneja un tema de poder entre las parejas. Por lo tanto, la base de la infidelidad financiera es el miedo y el ego.  Aspectos psicológicos de la infidelidad financiera Ante la infidelidad financiera, existen dos aspectos principales que son el “ego y el miedo”, y no siempre se cae en cuenta de que la relación con el dinero, puede terminar afectando la relación con la pareja.  Y esto es a raíz del complejo, el sentimiento de inferioridad y el miedo a dañar al otro, o, por el contrario, quien siempre quiere tener el poder y mantenerse por encima del esposo o esposa.  «Sin embargo, hay otro tipo de pareja que se complementa desde la base y terminan siendo un equilibrio, cuando hay un negocio de por medio o futuras inversiones. Es decir, que ambos aprenden a manejar el dinero y a tomar decisiones».  Cómo tomar mejores decisiones financieras El matrimonio o las relaciones establecidas formalmente, son un convenio que va más allá de los sentimientos, sin embargo, hay relaciones donde las partes mantienen intereses en común, negocios y trabajos por separado. En ocasiones, la separación o divorcio toca la puerta por desacuerdos en materia financiera. Hay una creencia que no permite que las personas se comuniquen este tipo de información para no perder el éxito, mantener el equilibrio y no romper las reglas planteadas por la familia, la sociedad y los intereses propios.  Sin tomar en cuenta que la comunicación y la confianza, son dos puntos claves para no caer en la infidelidad financiera, para mantener este equilibrio y poder tomar las mejores decisiones posibles.  Aunque no lo parezca, elegir una pareja implica hablar y establecer reglas, y a su vez, se elige al mejor socio. Pero si eliges mal, todo terminará siendo un fracaso.  Las parejas pueden mostrar el potencial y el éxito, cuando trabajan de la mano, tomando decisiones, viendo los posibles escenarios que de seguro traerán éxito. En pocas palabras, el amor y el dinero, tiene que ser convenido.  La libertad como solución  Para que una pareja o una persona sea libre, primero debe comprender el significado. La libertad no es más que poder elegir, y puedes elegir cadenas que te aten o te den placer, la libertad es conocerte, es identificar las debilidades y fortalezas.  «Cuando estás con una persona en una relación y puedes expresar tus ideas para formar un negocio,

Machismo y sumisión: impacto en la convivencia y en la crianza

machismo

Machismo y sumisión: impacto en la convivencia y en la crianza En pleno siglo XXI, muchas familias aún basan sus relaciones en esta forma de interacción que indudablemente afecta la personalidad de quienes circundan bajo ese yugo de superioridad. De la mano de los especialistas del Team Psicovivir, abordamos las consecuencias emocionales del comportamiento machista en quienes padecen de debilidad en el carácter. Por Keila Beatriz Caridad, Team Psicovivir Hablar de machismo y sumisión inmediatamente nos remite a nuestros propios padres, abuelos e incluso otros familiares cercanos. Pareciera una escena típica en las familias latinoamericanas. El machismo manda y las otras personas quedan totalmente sumidas en ese mandato de miedo e imposición, ya sea por por temor e inseguridad. Es allí donde se quedan solapadas las ideas, opiniones y puntos de vista de la otra persona, quedando el libre albedrío en un laberinto de inseguridades. Aunque sea muy común en muchos hogares, el comportamiento machista es limitante, agresivo y completamente fuera de lugar. Es una especie de maltrato psicológico, y muchas veces físico, que debemos entender, analizar y comprender, dada su gravedad. El origen del machismo Para los especialistas del Team Psicovivir, el machismo es un término usado como ideología y como patrón de comportamiento, principalmente en la cultura hispana. Definen al hombre como alguien que posee un conjunto de características que lo engalanan o le permitan tener esa posición de “macho” en la sociedad, pero sobre todo con la intención de posicionarse por encima de la mujer: “superioridad”.  Radiografía de un machista Un hombre que se considere machista, debe tener en su haber no una sino todas las siguientes características: Potencial sexual “heterosexual”. Personalidad agresiva, fuerte y dominante. Capacidad para demostrar su virilidad en las relaciones sobre todo con muchas mujeres: “mientras más mujeres, mejor”. En este sentido, lograr “ser macho”, en primer lugar, lo va a determinar el hecho de haber consumado el acto sexual con una mujer. Luego, en el ámbito social debe no solo aumentar el número de relaciones que posee, sino también ufanarse de su potencialidad sexual, la cual debe ser conocida por todos. El machismo y las relaciones Se puede llegar a creer que el machista no se enamora, pues siempre tiene en su afán conquistar no a una, sino a varias mujeres a la vez. Caso contrario, se piensa que la mujer, desde su perspectiva, es la que se enamora y quien debe entregarse y ser fiel. El machista rechaza, discrimina o desprecia a los homosexuales. Puede salir solo, tener vida recreativa social con amigos y con quien desee, pero la mujer debe estar en la casa, cuidando el hogar y atendiendo a los hijos. Este tipo de comportamientos machistas llega al punto de condenar al hombre que hace alguna labor en el hogar. El machista se niega rotundamente y no permite que alguna decisión sea tomada sin su consentimiento. La mujer sumisa La mujer sumisa es aquella subordinada que acepta de manera voluntaria y sin queja, algunos o todos los designios de su esposo, cónyuge, pareja, considerándolo el jefe del hogar, aguantando humillaciones y colocándose muchas veces en posiciones inaceptables incluso para ellas mismas, solo por el bienestar de la relación y no enojar a la autoridad de la casa. Aunque no se crea, en pleno siglo XXI todavía existen patrones de conductas en ambos géneros que rayan en los excesos. En el caso del machismo se explaya el “poder” y la represión hacia el lado de la sumisa.  La mujer sometida no expresa o se comunica libremente, limita o reprime sus deseos, evita de todas las formas posibles enfrentarse al hombre por temor, carece o se le dificulta en demasía comunicarse con asertividad. En el hogar la identificamos sin mucho que decir, sin queja, triste, temerosa, haciendo muchas labores en casa, pero de igual forma sintiéndose sin valor. ¿Qué problemas psicológicos puede traer esta situación en la convivencia? Si tomamos en cuenta que la convivencia por si sola es lo que más cuesta en principio a las parejas y familias que se forman, entendiendo que tener costumbres, hábitos, crianza y caracteres diferentes dificulta a veces el proceso de adaptación y de acuerdos, entonces sería mucho más problemático establecer una convivencia sana en un núcleo familiar donde existan dos visiones polarizadas a los extremos. El machista como sinónimo de poder, control y superioridad y la persona sumisa como referencia de pasividad y aguante. Al ser disfuncional esta dinámica, todos los miembros que componen el grupo pueden sufrir consecuencias negativas, es decir, pueden desarrollar implicaciones psicológicas que afecten y coaccionen a lo largo de su vida sus pensamientos, comportamiento y sentimientos. Los principales problemas que suelen aparecer a nivel psicológico como resultado de esto, son problemas de confianza, autoestima, desarrollo de personalidad dependientes, sensación de minusvalía o indefensión, pobre o escaso manejo emocional, impulsividad, reactividad, agresividad. ¿Qué se debe hacer en estos casos? Los problemas pueden ser una constante en situaciones de este tipo, la violencia intrafamiliar a nivel físico, verbal y psicológico suele estar presente y no debe pasarse por alto. Tome en cuenta que uno de los efectos secundarios de ser víctima de abusos es precisamente deteriorar su autoestima, que usted crea o sienta que se merece lo que vive y de alguna forma no hable y reprima todo lo que le pasa. Por esto que la recomendación es buscar apoyo psicológico, no cargar sola con lo que le está sucediendo, notificarle al menos a un familiar y tomar acción legal si usted es agredida. Los hijos también pueden repetir conductas machistas Un aspecto a tomar en cuenta es que los hijos que crecen en estas estructuras familiares pueden copiar estos patrones conductuales y en consecuencia suelen ser los más afectados. El machismo y la sumisión repercuten directamente en la forma en que ellos se relacionan con los otros, el tipo de parejas que escogen y la valoración que tienen sobre sí mismos. Cómo hacerle frente al machismo Uno de los sentimientos que suelen aparecer con mayor frecuencia en estos

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