Apego enfermizo: ¿Cómo dejar de aferrarse a una persona?

Apego enfermizo: ¿Cómo dejar de aferrarse a una persona? Las relaciones son complicadas. Aunque hayamos encontrado a la persona adecuada, suele ser difícil encontrar el equilibrio entre la cercanía y el espacio personal que todos necesitamos. De la mano de los especialistas del Team Psicovivir, profundizaremos en el apego enfermizo desde el punto de vista emocional. Por @KeilaCaridad – Jefa de Redacción y Contenidos Amar no es aferrarse. El amor no pone límites, no asfixia ni encarcela. En cambio, el apego enfermizo tiene la tendencia a controlar y asfixiar al otro. De esa manera se crea una relación de dependencia emocional que va arrebatando el oxígeno psicológico a sus miembros. Lo curioso es que cuanto más se aferra una de las personas, más se aleja la otra en busca de esa libertad que necesita para ser. Por eso, el apego enfermizo suele conducir a la pérdida de la persona a la que nos aferramos. Especialistas en psicología clínica del Team Psicovivir respondieron algunas preguntas para ayudarnos a comprender el proceso de apego que nos hace aferrarnos tanto a ciertas personas, hasta desarrollar una relación poco saludable. ¿Por qué uno se aferra a una persona al punto de desarrollar un apego enfermizo? Hay muchas razones por las cuales una persona puede aferrarse a otra, una de ellas son los rasgos dependientes y la baja autoestima. Cuando una persona no es lo suficientemente independiente, no se valora a sí misma, no cultiva el amor propio y no se pone como prioridad, puede y suele aferrarse de forma enfermiza a otras personas. ¿Qué nos lleva a aferrarnos a una persona? El miedo y la culpa. Dos de los sentimientos más influyentes y que hacen que tomemos malas decisiones o nos quedemos en lugares donde no queremos estar. La culpa por hacer daño o por las repercusiones que puede tener dejar a tu pareja, puede hacerte aferrarte a ella sin medir las consecuencias emocionales que esto trae. Y el miedo, por otro lado, puede paralizarte, ya que no saber estar solo o la ansiedad que produce “empezar de cero” también puede ocasionar que nos quedemos con una pareja que nos está haciendo daño o que no nos hace feliz. ¿Cómo dejar de aferrarse a una persona? Aprendiendo a decir que “No”. Cuando eres una persona que sabe poner límites, sabe y entiende su lugar, se prioriza y comprende que su felicidad no depende de otros sino de ti mismo; serás capaz sin ningún problema, de alejarte de quien no te haga feliz y no aferrarte a nada ni a nadie. ¿El apego enfermizo tiene solución? Totalmente. Si eres capaz de reconocer que no tienes la capacidad de poner límites o que necesitas de otros para poder ser feliz o que tu vida es manejada por tu pareja en todos los sentidos; puedes buscar ayuda profesional y salir de esta situación. ¿Cómo manejarse ante el apego emocional exacerbado? Si estás en una situación en la que dependes o te aferras a tu pareja, lo primero que debes hacer es buscar apoyo emocional. Esto te ayudará a reunir el coraje o el valor necesario para salir de esa relación; pero inmediatamente una vez que hayas salido de allí, debes buscar ayuda profesional para romper con el patrón dependiente y asegurarte a ti mismo que esto no te volverá a pasar.

Eyaculación retardada: un problema, aunque no lo parezca

Eyaculación retardada: un problema, aunque no lo parezca Contrario a lo que muchos podrían pensar, quien sufre de eyaculación retardada percibe esta afección como algo negativo. El detalle está en que solo puede llegar a la eyaculación después de un coito prolongado que, como se puede presuponer, provoca un gran desgaste físico en los amantes. Por Alondra Arrieta – @alondra-arrieta – Angie Castillo – Asistentes de Redacción La eyaculación retardada o aneyaculación, es un trastorno orgásmico masculino caracterizado por ausencia o retraso recurrente y/o persistente del orgasmo, tras una fase de excitación normal en el acto sexual. Suele presentarse comúnmente al momento de la penetración, aunque en ciertos casos también puede apreciarse durante la masturbación. Diversas suelen ser las causas que generan este problema: según algunos estudios, 1 de cada 3 hombres sufre de eyaculación retardada. Entrevistamos a la psicóloga y especialista Marianela Mendoza, quien nos habla sobre este padecimiento que afecta a muchos hombres, y podría estar conectado con su salud mental y emocional. ¿Qué es la eyaculación retardada? Es una disfunción sexual que se caracteriza por la alteración significativa de la capacidad que tiene el hombre de responder satisfactoriamente ante la actividad sexual, ya sea por el acto como tal, la masturbación o la ansiedad sexual Cinco indicadores de eyaculación retardada 1.- Retardo marcado de la eyaculación. 2.- Infrecuencia marcada o ausencia de la eyaculación. 3.- La duración de los síntomas persiste por 6 meses o más. 4.- Los síntomas provocan un malestar clínicamente significativo en el individuo. 5.- La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave de la relación u otros factores estresantes significativos. Tampoco se puede atribuir a los efectos de una sustancia/medicamento o a otra afección médica. «Aproximadamente el 75 % de los hombres puede experimentar en la mayoría de las situaciones de la actividad sexual con la pareja, algunos o todos los indicadores, sin que el individuo desee el retardo». Psic. Marianela Mendoza ¿Cuáles son las causas de la eyaculación retardada? Existen diversas causas que afectan al individuo y producen esta problemática. Revisemos otros factores que también se pueden evaluar. Pongamos el foco en el momento de inicio de la eyaculación retardada, la cultura en la que se encuentra inmerso el hombre, y algunos factores de riesgo. Primera causa Se le califica como “de por vida”, en razón de que comienza a manifestarse durante el inicio de experiencias sexuales tempranas, y continúa a lo largo del tiempo. Por otra parte, la eyaculación retardada adquirida se hace evidente luego de un período de función sexual «normal». Segunda causa La cultura donde está inmersa la persona afectada, también podría ser causal de eyaculación retardada. Diversos estudios revelan que la mayoría de estos casos se ve en países asiáticos y responden a su cultura. Tercera causa Una causa probable es la pérdida de los nervios sensoriales periféricos de conducción rápida y la disminución en la secreción de esteroides sexuales. Estos factores se asocian principalmente a la edad y, a su vez, a la eyaculación retardada que por lo general, aparece en hombres con más de 50 años. ¿Qué se puede hacer en caso de sufrir de eyaculación retardada? Los pacientes que presentan este trastorno, sienten desesperación o frustración. Sin embargo, en muchos de los casos toda solución principalmente va a depender de las causas que dan inicio a esta condición. Es importante, que todo el proceso de reversión o de cura, vaya de la mano con un médico especialista (Medicina Interna o urología). Con el propósito de determinar la causa, se debe evaluar si el paciente consume algún tipo de medicamento específico o, en su defecto, tenga excesos al ingerir alcohol, lo que puede influir en el retardo de la eyaculación.   Hay otro tipo de enfermedades crónicas que se deben descartar, como lo es; diabetes, infección urinaria o algún tipo de trastorno hormonal, y en casos más extremos, se verifica si hay alguna malformación congénita o dificultades orgánicas. Cuando el especialista descarta todas estas enfermedades y no halla la razón de la eyaculación retardada, el paciente debe ser referido al psicólogo para evaluar lo que verdaderamente pudiera estarlo afectando. ¿Cuáles son los factores psicológicos que intervienen en esta dificultad para llegar al orgasmo? Luego de que el paciente ha sido evaluado por médicos especialistas y remitido a un psicólogo, podrían determinarse los siguientes factores: Depresión. Ansiedad. La ansiedad de desempeño en el acto sexual o fobia al sexo Inconformidad con la imagen corporal (se usa como método compensatorio). Tabúes y creencias religiosas o culturales (Prácticas taoístas, sexo tántrico, entre otros). Dificultad en el manejo de las fantasías sexuales ante la realidad. Cinco aspectos a tener en cuenta 1.   La eyaculación retardada, indudablemente es una afección no deseada ni controlada por quien la padece, por lo tanto, es bueno que la pareja y el paciente se hagan esa pregunta antes de buscar ayuda médica y psicológica. 2.   Si el problema se ha presentado desde el inicio de la vida sexual, el paciente debe ir lo más pronto posible al médico, ya que es más probable que haya un problema fisiológico u orgánico. 3.   Cuando el paciente, por diversos motivos, toma antidepresivos o está pasando por un episodio depresivo o ansioso sin estar medicado, es probable que su eyaculación se vea retardada. Cabe destacar que no todos los antidepresivos o ansiolíticos causan este trastorno, y varían en cada persona. 4.   Los hombres de mayor edad, es decir, a partir de los 50 años, son más propensos a que su eyaculación se retarde. En ocasiones, esto puede ser indicador de displasia prostática (Inflamación y sobrecrecimiento de la próstata). 5.   Si la aparición de la eyaculación retardada tuvo inicio antes de los 50 años y después de haber tenido un desempeño sexual dentro de lo esperado, es muy probable que el paciente se esté enfrentando a una enfermedad mayor. En estos casos debe descartarse acudiendo a chequeo exhaustivo por parte de un médico

Atiendo a un familiar que sufre depresión

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#EspecialDepresión | Atiendo a un familiar que sufre depresión Angustia, rabia, tristeza e incluso rechazo son algunas de las emociones que puede sufrir quien cuide a una persona que sufre depresión. ¿Cómo sobrellevar esta labor? Por la Psic. María Fernanda Bolívar, #TeamPsicovivir ¿Sabías que el entorno social y familiar de una persona con depresión también se ve afectado? Pues sí, las personas con trastorno depresivo influyen considerablemente en su entorno, ya que debido a las características que presentan pueden generar, angustia, rabia, tristeza e incluso rechazo por parte de sus familiares o amigos. Antes de desarrollar el tema debemos aclarar un poco el significado de la depresión mayor. La depresión mayor se define como un trastorno del estado de ánimo y sus características principales son: ánimo triste o deprimido, la pérdida generalizada de interés o de placer (anhedonia), sentimiento de inutilidad o culpa y problemas de concentración o toma de decisiones. (DSM-IV, 1995) Sintomatología de la depresión Una persona con este diagnóstico se siente incapaz de juntar sus deseos y energías para continuar desarrollando sus actividades diarias; se siente derrotada. “Es sumamente importante resaltar que la depresión no es una decisión”. María Fernanda Bolívar – Psicóloga Como mecanismo de supervivencia, la persona con depresión buscará a alguien de su entorno a quien entregarle toda la responsabilidad y aferrarse a ella para afirmarse y sentir salvación. Así se siente el cuidador de quien sufre depresión Viéndolo desde la perspectiva del cuidador quien, esperando la mejoría de su ser querido, lo apoyará y ayudará, reforzándole constantemente que está ahí, atendiendo las demandas de atención y necesidades. El cuidador principal se sentirá atrapado, en un callejón sin salida, porque su rol comienza a ser más importante que cualquier otra cosa. incluso, muchas veces deja a un lado su felicidad, trayendo consecuencias en su vida personal. El síndrome del cuidador: daño colateral de la depresión Algunos autores como Pérez, Abanto & Labarta (1996) hacen mención en su estudio de un concepto interesante: el síndrome del cuidador. “Conjunto de factores que influyen directamente en la salud física, psicosocial y laboral de la persona que desempeña el rol del cuidador, alterándola, provocando variaciones, entre ellas, insomnio, alteraciones del sueño, estrés, ansiedad, irritabilidad, temor a la enfermedad, sentimientos de culpa, aislamiento y abandono”. En consecuencia, es comprensible que toda esta situación marque un antes y un después en la vida de quien se dedique a cuidar y a asistir a una persona con depresión. ¿Cuidas a un familiar depresivo? Recomendaciones para ti. Acepta la depresión como diagnóstico: No solo es la persona con depresión quien debe buscar ayuda psicológica y en la mayoría de los casos psiquiátrica, sino que también se recomienda la terapia para el cuidador principal, para entender tanto las características del trastorno del estado de ánimo de la persona afectada, como el cuidado en sí. Demuestra empatía: con la compresión de la enfermedad se puede dar paso a la comunicación y acompañamiento. Es importante escuchar a la persona que sufre, no interrumpirla mientras se desahoga, pese a que no compartamos su punto de vista, salvo que sintamos que el peso de la conversación es demasiado para nosotros, ahí pasamos a fijar límites. Aprende que no eres el responsable de la enfermedad: ayudarlo a conseguir ayuda profesional hará que mejore progresivamente. Delegar esa responsabilidad a expertos en el área te dará alivio. Date el permiso de estar cansado: no hay nada de malo en recargar energía, con un espacio de tranquilidad, meditación o algún ejercicio de relajación. Evita drenar la rabia o frustración con la persona depresiva, ya que el no tiene la culpa de haber llegado a ese estado emocional. Refuérzale avances, por muy pequeños que sean, evita decir cosas como “siempre estás igual” o “nunca avanzas”. Toma en cuenta que la depresión es una enfermedad silenciosa, no juzgues a quien la tiene, ayúdalo llevándolo a terapia. Te esperamos en el Team Psicovivir. Sobre la autora: Psic. María Fernanda Bolívar – venezolana – @psicmafer Licenciada en Psicología -mención Clínica – egresada de la Universidad Bicentenaria de Aragua, en Venezuela. Cuenta con estudios en las áreas de: psicología familiar, manejo de duelo infantil, psicología jurídica y ciencias criminológicas. Actualmente se está formando en la rama de la psiconutrición.

Ataques de pánico: ¿Qué le sucede a nuestro cuerpo durante este episodio emocional?

Ataques de pánico: ¿Qué le sucede a nuestro cuerpo durante este episodio emocional? Quedar a merced de los pensamientos amenazantes que inundan nuestra mente: así queda nuestro cuerpo en medio de los ataques de pánico. La psicóloga María Fernanda Bolívar, nos describe la reacción física que se genera cuando sufrimos este tipo de manifestación emocional, y brinda recomendaciones para evitar y sobrellevar estos episodios. Por @KeilaCaridad – Jefa de Redacción y Contenidos Los ataques de pánico son episodios de miedo o aprensión intensos. Se producen cuando la mente interpreta de manera negativa y amenazante eventos que en realidad no representan un peligro potencial. Una teoría apunta a que se trata de un intento torpe de nuestro cerebro para protegernos de situaciones que nos generan una gran incomodidad. De hecho, en una crisis de ansiedad, el problema no se encuentra en el cuerpo sino en los pensamientos que alimentamos. Nuestro organismo se limita a responder de manera coherente a la señal de peligro que han generado esos pensamientos. En esta oportunidad entrevistamos a la psicóloga María Fernanda Bolívar, para abordar el tema de los ataques de pánico y cuáles son sus recomendaciones como especialista de la salud mental. ¿Qué son los ataques de pánico? Para hablar sobre los ataques de pánico es importante, primero, describir de dónde provienen. Por lo general se manifiestan cuando estamos bajo un estado de ansiedad, la cual es una reacción emocional normal y necesaria para la supervivencia de los individuos y de nuestra especie. Las reacciones de ansiedad pueden alcanzar niveles excesivamente altos o pueden ser poco adaptativas en determinadas situaciones. Psic. María Fernanda Bolívar Cuando la ansiedad alcanza niveles elevados, le da paso a los ataques de pánico que son episodios repentinos de miedo intenso, que puede salirse de control haciéndote sentir malestar emocional y físico. ¿Cómo detectar un ataque de pánico? Lo primero que se debe hacer es aprender a identificar los síntomas que te indican que tienes un ataque de pánico. Entre las principales manifestaciones se encuentran: Palpitaciones Sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca Sudoración Temblores o sacudidas Sensación de ahogo o falta de aliento Sensación de atragantarse Opresión o malestar torácico Náuseas o molestias abdominales Inestabilidad, mareo o desmayo Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo) Miedo a perder el control o volverse loco Miedo a morir Sensación de entumecimiento u hormigueo Escalofríos o sofocaciones. Una vez verificados los síntomas que manifiestas, puedes detectar que estás sufriendo de un ataque de pánico. ¿Qué le sucede a nuestro cuerpo a la hora de un ataque de pánico? Un ataque de pánico es algo que se produce inesperadamente. Esta respuesta del cuerpo no necesariamente tiene que ver con las situaciones que estás viviendo en tiempo real. Cuando comenzamos a pensar que algo malo o catastrófico va a ocurrir, vamos a sentir miedo, angustia y preocupación excesiva, es como si se encendieran las alarmas de precaución, haciéndonos sentir taquicardia, sensación de ahogo, hiperventilación pulmonar, temblores o mareos. Muchas veces cuando el conflicto que estamos atravesando termina, los ataques de pánicos se van, pero cuando no hay una situación real y aún así los sentimos y estos interfieren en nuestra vida diaria, podríamos estar hablando de un trastorno de pánico. De igual forma hay ciertos cambios en la manera en que funcionan las partes del cerebro. ¿Cómo queda el cuerpo después de un ataque de pánico? Después de que pasa el ataque de pánico puedes quedar exhausto, agotado y con mucho sueño, ya que la energía que el cuerpo consume durante el mismo es bastante elevada. De igual forma puede aparecer el miedo a la muerte o a que vuelva a ocurrir otro ataque similar. ¿Qué se debe hacer ante los ataques de pánico? Lo ideal sería que logres identificar cuando te va a dar, ya que es el momento indicado para realizar ejercicios de respiración, con los que lograremos con éxito evitar que el ataque de pánico llegue a su nivel más alto. Una vez que te da, lo más recomendable es mantener la calma, concentrarse en que es un episodio que terminará pronto y te tomes el tiempo para controlar los pensamientos, ya que a través de ellos vamos a desmontar la amenaza. Psic. María Fernanda Bolívar Revisa lo que piensas, trata de no exagerar, de mantenerte en la realidad, examina realmente la magnitud de la situación, ya que a medida que vayas derrumbando un pensamiento catastrófico, tu nivel de ansiedad disminuirá. Es importante destacar que si cuentas con apoyo familiar, o de algunas amistades, ellos te pueden brindar contención emocional e incluso ayudarte a respirar. ¿Cuáles son las recomendaciones para las personas que sufren de ataques de pánico y para quienes le rodean? Vamos a enfocarnos primero en las personas que sufren ataques de pánico. Estas son mis recomendaciones: Convierte en un hábito los ejercicios de relajación y respiración. Busca ayuda psicológica, ya que las personas que sufren ataques de pánico tienen un carácter que es más sensible al estrés y proclive a las emociones negativas, lo cual se puede trabajar en la psicoterapia. Lee y conoce cada vez más al respecto: mientras más conozcas lo que te sucede, será más sencillo controlarlo. Revisa lo que piensas constantemente y verifica que esos pensamientos sean reales. Si los ataques de pánico son muy fuertes también existen tratamientos psiquiátricos los cuales te pueden ayudar a mejorar, sin dejar la psicoterapia. Ahora vamos a hacerle recomendaciones a quienes rodean a esas personas que sufren ataques de pánico: Escúchalo, siendo asertivo con tus palabras podrás ayudarlo. No lo juzgues, ni lo critiques ya que esto empeora la situación. Aprende a realizar ejercicios de respiración junto con él o ella. Apóyalo en su proceso, brindándole contención emocional.

Depresión tras el divorcio: 6 recomendaciones para superarla

Depresión tras el divorcio: 6 recomendaciones para superarla El matrimonio es una experiencia que puede ser extremadamente gratificante. Sin embargo, las relaciones de pareja también son complejas. Es probable que las cosas no funcionen y la relación finalmente termine en divorcio. La psicóloga Alenney Rivas plantea que, en muchas ocasiones, esta ruptura ocasiona cuadros depresivos en alguno de los miembros de la pareja, y hasta en ambos. Por @AlondraValen – Asistente de Redacción Antes de entrar a valorar las posibles reacciones afectivas que pueden surgir tras sufrir una ruptura amorosa en relaciones formales, cabe destacar, en primer lugar, de qué estamos hablando cuando nos referimos a una depresión. Esto es necesario dado que a menudo se toma por depresión, las reacciones normativas o incluso estados de ánimo en que abunda la tristeza, pero que no cumplen los criterios para llegar a ser una verdadera depresión. Para ampliar este punto, conversamos con la especialista en psicología de Psicovivir Internacional, Alenney Rivas. ¿Qué se debe hacer ante una depresión por divorcio? La depresión tras el divorcio no se supera en un día, una cosa es un duelo por separación y otra cuando ese duelo se convierte en depresión. Es fundamental respetar tus tiempos y saber identificar qué estás sintiendo. No hay unos tiempos adecuados establecidos; cada persona tiene sus circunstancias y debe ir marcando sus tiempos para superar el dolor por una separación. ¿Cómo abordar el divorcio cuando hay hijos de por medio? En caso de que el matrimonio contase con hijos dentro del núcleo familiar, es primordial mantener a los niños ajenos a los conflictos y las discusiones de los adultos, ya que no solo se les antepone en una situación de culpabilidad, sino que también pueden sentir que deben elegir a qué bando pertenecer. Lo ideal es que cuando hay hijos, se debe comunicar el divorcio de la forma más asertiva posible, desde el amor, explicándole que el hecho de que sus padres no estén juntos no significa que dejarán de estar en todo momento para ellos. Síntomas de la depresión tras el divorcio o ruptura amorosa No poder dormir o dormir más de lo normal. Comer en exceso o falta de apetito. Fatiga excesiva. Dolores extraños e inusuales. Consumo excesivo de alcohol o drogas. Dificultad de concentración. Pensamientos negativos persistentes. Irritabilidad o enfado. Ansiedad o inquietud. Sentimiento de culpa o inutilidad. Pesimismo o indiferencia. Pérdida de interés en actividades que antes resultaban muy gratificantes para la persona. Pensamientos recurrentes de muerte. Pensamientos suicidas (ayuda profesional inmediata).  Algunas sugerencias que te pueden ayudar a hacer ese proceso más llevadero No te compares con otras personas que han pasado por lo mismo que tú. Recuerda que cada situación es diferente y cada persona es diferente. Además, la misma situación no nos afecta a todos por igual. No te aísles o vivas solo estas dificultades. Apóyate en tus familiares o amigos, pero debes escoger aquellas personas de tu entorno que tengan buenas habilidades de escucha y que puedan respetar tus sentimientos y constituir una red de apoyo para ti. Cuida tu salud física. Come de forma sana, realiza el ejercicio físico que puedas e intenta dormir lo suficiente para mantener buenos niveles de estrés y depresión. Planifica la realización de actividades donde conectes con el disfrute. Intenta hacer cosas que en el pasado te resultaban muy gratificantes, aunque haya tristeza o depresión debes cumplir ese plan. No se trata de esperar a estar bien para hacer cosas, sino de hacer cosas para empezar a estar bien. Permítete reconocer tus emociones (enfado, culpa, tristeza, soledad, etc.) y siéntelas. La forma de liberarte de tus emociones es reconocer, aceptar lo que estás sintiendo y permitir sentirlas. 6 recomendaciones psicológicas para sobrellevar la depresión tras el divorcio 1.- Acude a terapia psicológica. En ocasiones, puede ser complejo superar el divorcio, especialmente en los casos en los que existen disputas legales o hay niños por medio. En estas situaciones, la ayuda de un profesional de la psicología es determinante para recuperar de nuevo el equilibrio emocional. El divorcio puede ser una experiencia altamente estresante, algunos expertos hablan de un “trauma post divorcio” debido a la agudeza y la alta intensidad de las reacciones emocionales que la persona experimenta tras la separación. 2.- Sal de la cama y realiza actividades que te brinden unos minutos de alegría. Uno de los síntomas importantes de la depresión es la incapacidad para disfrutar plenamente de las actividades comunes, lo que lleva a la persona a la inactividad y a retroalimentar la sensación de tristeza, por tanto el hacer actividades agradables te ayudará a mejorar y a alcanzar cierta satisfacción y mejorará tu estado de ánimo. 3.- Sé tolerante contigo mismo. Ten en cuenta que el sentirte deprimido no es tu culpa, por lo que no debes condenarte por ello. Centra tu atención en los logros que vas haciendo en el día a día y prémiate por ellos. 4.- Aprovecha el divorcio para crecer. Aprovecha esta oportunidad para centrarte en ti, pues ahora tendrás más tiempo para ello. El hecho de sentirte mal puede permitirte empoderarte frente a la vida si sabes canalizar el dolor y gestionar tus emociones negativas. 5.- Expresa tus emociones. Las emociones forman parte de nuestra naturaleza humana y nos ayudan a interpretar las situaciones. Sentir rabia, cólera, tristeza, entusiasmo, impaciencia etc, es del todo normal y por tanto comunicarlas forma parte de la gestión de las mismas. 6.- No te entregues a la autocompasión. Posiblemente estés en un momento en el que no dejas de darle vueltas a la cabeza preguntándote porque te pasa esto a ti. Con ello, lo único que consigues es retroalimentar tu depresión generando más pensamientos negativos y predicciones pesimistas sobre el futuro, lo que hará que cada vez tengas menos percepción de control sobre la situación. ¿Qué puedes hacer si conoces a una persona que pasa por esta situación? Antes de dar un paso adelante, lo primordial es preguntar a esa persona si necesita ayuda o compañía. No basta con

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