Mujer: cuando das la vida por los demás ¡la pierdes!
Existe un estilo culturalmente inmerso en las sociedades latinas donde tiende a naturalizarse el lugar de “la mujer” al servicio de las obligaciones cotidianas de los otros.
Por: Psic. Samanta Bigatti
Queda sobre entendido que su deber es resolver los quehaceres y problemas de los demás, sin importar si está cansada, ella se posterga, como si anduviera en piloto automático, hace “lo que corresponde”.
Su cuerpo le duele, pero no frena, ya no se escucha.
Poco a poco, mes a mes, año tras año, cargar con este estrés la lleva a desarrollar enfermedades que escapan al protocolo médico: los análisis y las placas no miden el nivel de angustia y frustración.
La aparición de diferentes síntomas, provocados por la auto exigencia constante, puede dar como resultado un atentado contra sí misma, un colapso.
Abrazar el cambio
Continuar en el camino de la abnegación, sacrificio, sobrecargas, dolor, estrés, es como un suicidio en cámara lenta, es perder tu vida, entregándoselas a los demás.
Benditas aquellas mujeres que comenzaron a romper mandamientos internos e inconscientes, instaurados con raíz de fondo en su familia y sociedad.
Cambiaron el miedo y la sumisión, por el valor y el amor propio.
Se dejaron marchitar y oscurecer. Hoy ponen como objetivo fundamental su propia salud mental.
Una vez florecidas (¡FLOR ES SER!), la culpa del cambio se desvanece, no estanca, las mujeres están DESPIERTAS mirándose, amándose.
Autocuidarse se convirtió en la base de su nuevo éxito personal.
A veces este proceso fluye, como el agua en el río, avanza solo. Otras veces requiere de respaldo y acompañamiento profesional.
Si te identificas, estoy para ti, para ayudarte, para que comencemos juntas el cambio.
Sobre la autora: Samanta Bigatti – @lic.samantabigatti
Licenciada en Psicología, egresada de la Universidad Católica de La Plata, Buenos Aires, Argentina. Formada a nivel de postgrado en Terapia Cognitiva-Conductual, en la ciudad de Rosario. Recientemente se consolidó bajo la especialidad de Formación Intensiva en Terapias de Parejas.
Buenas, tengo una relación de pareja desde hace 10 años, no tenemos hijos en común, sin embargo el tiene una hija y yo una también. Sufro de ansiedad desde hace varios años a raíz de la muerte de mi mamá. Mi matrimonio estaba bien con altos y bajos normales, pero hace poco mi esposo me fue infiel por primera vez que yo lo supiera, y eso nos ha acarreado muchos problemas, yo lo perdoné pero desde entonces me he convertido en una mujer controladora, no confío en él, quiero saber donde está, dudo de su amor por mi constantemente. No me siento feliz , el manifiesta frustración y me ha maltratado, pienso en dejarlo, en separarnos pero luego cuando estamos en la situación siento miedo y le suplico que se quede, el dice que no quiere vivir más conmigo luego cuando la marea baja y estamos bien el es cariñoso, pero cuando yo caigo en reclamos el se llena de ira y me dice cosas hirientes. Dice que necesita paz y que yo no sé la doy, que el está tranquilo, que no puedo vivir pensando que el me está siendo infiel. Es un círculo que tiene angustiada, no dejo de llorar, siento tristeza profunda. En ocasiones no me siento querida, ni valorada. Se que debo enfocar mi vida en otras cosas, pero no puedo ,me siento en su hueco sumergida hasta el fondo. siento que perdí el enfoque de mi vida, vivo para descubrir su anda en una amorío o si me está mintiendo.