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Terapias y depresión: Riesgos de abandonar el tratamiento

#EspecialDepresión | Terapias y depresión: Riesgos de abandonar el tratamiento Si tratar la depresión de por sí es retador y complejo, más aún lo es interrumpir los avances que el paciente haya logrado por resistirse a acudir a la consulta y negarse a continuar su tratamiento. Continuar las terapias es imprescindible para comenzar o avanzar la sanación. Por la Psic. María Fernanda Bolívar, #TeamPsicovivir Cuando cumples con las características de un trastorno depresivo y recurres a la ayuda de un especialista en busca de tu mejoría, el tratamiento debe cumplirse en su cabalidad, para evitar que empeore tu condición psicológica e incluso física. La terapia en la depresión debe tomarse en serio. ¿Es la terapia psicológica una ayuda efectiva para las personas con depresión? Sí, indudablemente. Se ha demostrado científicamente que con la ayuda psicológica un paciente con diagnóstico de depresión puede alcanzar su mejoría con éxito. En el mismo sentido, dejar la terapia al sufrir depresión puede ser contraproducente. La psicoterapia ofrece la oportunidad de identificar los factores que contribuyen a la depresión y a afrontar eficazmente las causas psicológicas, conductuales, interpersonales y situacionales. Incluso existen pruebas de que la psicoterapia continua puede disminuir la posibilidad de futuros episodios o al menos reducir su intensidad. Cuando comienza un proceso psicoterapéutico, se indaga sobre todo aquello que le llevó a caer en la depresión. Se abordan temas y se abre un proceso que lo mas probable es que sea doloroso, para ir reestructurando aquellos pensamientos que le impiden al paciente ver más a allá de la tristeza. ¿Qué sucede si un paciente depresivo abandona las terapias? Si el paciente con depresión abandona las terapias psicológicas sin la autorización del especialista, “alta voluntaria”, los procesos quedarán abiertos provocando retrocesos ya que, los ciclos no se habrán cerrado como corresponde, alejando la mejoría. El abandono supone el agravamiento de dicha patología y, la mayoría de las veces, no somos conscientes del daño que nos estamos infligiendo. Derivado de esto, a lo largo del tiempo el caso se puede complicar con el desarrollo de otros trastornos, por ejemplo, trastornos alimenticios, ataques de pánico, trastorno de ansiedad, enfermedades físicas, consumo inapropiado de alcohol o drogas, entre otros. ¿Cómo evitar las consecuencias de dejar las terapias para la depresión? Si durante el proceso psicoterapéutico experimentas que la demanda de la enfermedad ha disminuido, gracias a la mejoría que lograste, no seas tú quien tome la decisión de abandonar el proceso, ya que solo el especialista está capacitado para evaluar tu mejoría hasta llegar al alta. Si te encuentras desmotivado, comunícaselo a tu psicólogo para conseguir el éxito de la sesión, ya que el proceso no es completamente lineal y podrías sentir que no avanzas. Revisa tus expectativas. Está comprobado que la psicoterapia es muy eficaz pero es lenta, ya que necesita su tiempo para poner en orden el revuelto armario emocional que llevas a consulta. Nivela con tu psicólogo las expectativas hasta un nivel razonable, para no acabar provocando el abandono por no haber satisfecho la idea con la que llegaste a consulta. Evita huir frente a temas doloroso. Ir a terapias para la depresión es reestructurar todo aquello que te genera malestar, por ende, se tocarán temas con los cuales sentirás, tristeza, rabia, angustia, o frustración y es probable que asocies la terapia con el sentirte vulnerable, pero es parte del proceso. Allí también vas a sentir tranquilidad y confianza, pero se logra paso por paso. Tu psicólogo es tu espejo. La falta de dinero. Esta no debe ser una excusa determinante. Una vez que te decidas a atender tu salud mental debes conversar con tu terapeuta sobre la frecuencia de las consultas y organizarte para cubrir esta inversión. Si no sientes rapport o conexión con tu psicólogo, es decir, no logras tener la confianza con el especialista, por que no te agrada o no te sientes cómodo, puedes cambiar de terapeuta. En este caso te sugiero que investigues acerca de su experiencia y su credibilidad para poner tu salud mental en sus manos. Haz de las terapias tus llaves para cerrar las puertas a la depresión Permítete recibir ayuda. Imagínate que estás en las profundidades del mar y comienzas a ahogarte, porque no sabes nadar, y de repente tienes la oportunidad de llamar a un rescatista. ¡NO DUDES EN HACERLO! El está a tu disposición para salvarte, así como nosotros lo estamos para cambiar tu vida. ¡Nos vemos en consulta! Sobre la autora: Psic. María Fernanda Bolívar – venezolana – @psicmafer Licenciada en Psicología -mención Clínica – egresada de la Universidad Bicentenaria de Aragua, en Venezuela. Cuenta con estudios en las áreas de: psicología familiar, manejo de duelo infantil, psicología jurídica y ciencias criminológicas. Actualmente se está formando en la rama de la psiconutrición.

Atiendo a un familiar que sufre depresión

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#EspecialDepresión | Atiendo a un familiar que sufre depresión Angustia, rabia, tristeza e incluso rechazo son algunas de las emociones que puede sufrir quien cuide a una persona que sufre depresión. ¿Cómo sobrellevar esta labor? Por la Psic. María Fernanda Bolívar, #TeamPsicovivir ¿Sabías que el entorno social y familiar de una persona con depresión también se ve afectado? Pues sí, las personas con trastorno depresivo influyen considerablemente en su entorno, ya que debido a las características que presentan pueden generar, angustia, rabia, tristeza e incluso rechazo por parte de sus familiares o amigos. Antes de desarrollar el tema debemos aclarar un poco el significado de la depresión mayor. La depresión mayor se define como un trastorno del estado de ánimo y sus características principales son: ánimo triste o deprimido, la pérdida generalizada de interés o de placer (anhedonia), sentimiento de inutilidad o culpa y problemas de concentración o toma de decisiones. (DSM-IV, 1995) Sintomatología de la depresión Una persona con este diagnóstico se siente incapaz de juntar sus deseos y energías para continuar desarrollando sus actividades diarias; se siente derrotada. “Es sumamente importante resaltar que la depresión no es una decisión”. María Fernanda Bolívar – Psicóloga Como mecanismo de supervivencia, la persona con depresión buscará a alguien de su entorno a quien entregarle toda la responsabilidad y aferrarse a ella para afirmarse y sentir salvación. Así se siente el cuidador de quien sufre depresión Viéndolo desde la perspectiva del cuidador quien, esperando la mejoría de su ser querido, lo apoyará y ayudará, reforzándole constantemente que está ahí, atendiendo las demandas de atención y necesidades. El cuidador principal se sentirá atrapado, en un callejón sin salida, porque su rol comienza a ser más importante que cualquier otra cosa. incluso, muchas veces deja a un lado su felicidad, trayendo consecuencias en su vida personal. El síndrome del cuidador: daño colateral de la depresión Algunos autores como Pérez, Abanto & Labarta (1996) hacen mención en su estudio de un concepto interesante: el síndrome del cuidador. “Conjunto de factores que influyen directamente en la salud física, psicosocial y laboral de la persona que desempeña el rol del cuidador, alterándola, provocando variaciones, entre ellas, insomnio, alteraciones del sueño, estrés, ansiedad, irritabilidad, temor a la enfermedad, sentimientos de culpa, aislamiento y abandono”. En consecuencia, es comprensible que toda esta situación marque un antes y un después en la vida de quien se dedique a cuidar y a asistir a una persona con depresión. ¿Cuidas a un familiar depresivo? Recomendaciones para ti. Acepta la depresión como diagnóstico: No solo es la persona con depresión quien debe buscar ayuda psicológica y en la mayoría de los casos psiquiátrica, sino que también se recomienda la terapia para el cuidador principal, para entender tanto las características del trastorno del estado de ánimo de la persona afectada, como el cuidado en sí. Demuestra empatía: con la compresión de la enfermedad se puede dar paso a la comunicación y acompañamiento. Es importante escuchar a la persona que sufre, no interrumpirla mientras se desahoga, pese a que no compartamos su punto de vista, salvo que sintamos que el peso de la conversación es demasiado para nosotros, ahí pasamos a fijar límites. Aprende que no eres el responsable de la enfermedad: ayudarlo a conseguir ayuda profesional hará que mejore progresivamente. Delegar esa responsabilidad a expertos en el área te dará alivio. Date el permiso de estar cansado: no hay nada de malo en recargar energía, con un espacio de tranquilidad, meditación o algún ejercicio de relajación. Evita drenar la rabia o frustración con la persona depresiva, ya que el no tiene la culpa de haber llegado a ese estado emocional. Refuérzale avances, por muy pequeños que sean, evita decir cosas como “siempre estás igual” o “nunca avanzas”. Toma en cuenta que la depresión es una enfermedad silenciosa, no juzgues a quien la tiene, ayúdalo llevándolo a terapia. Te esperamos en el Team Psicovivir. Sobre la autora: Psic. María Fernanda Bolívar – venezolana – @psicmafer Licenciada en Psicología -mención Clínica – egresada de la Universidad Bicentenaria de Aragua, en Venezuela. Cuenta con estudios en las áreas de: psicología familiar, manejo de duelo infantil, psicología jurídica y ciencias criminológicas. Actualmente se está formando en la rama de la psiconutrición.

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