Adolescencia: Cinco temas de los que debes hablar con tu hijo.
Adolescencia: Cinco temas de los que debes hablar con tu hijo. La etapa de adolescencia está signada por importantes cambios físicos y emocionales que muchas veces detonan en situaciones problemáticas. Recopilamos algunas recomendaciones psicológicas para que los padres manejen mejor la relación con sus hijos adolescentes. Por @AlondraValen, #TeamPsicovivir A todos nos ha pasado, durante nuestra adolescencia, tener una duda o problema y no saber a quién recurrir para encontrar un consejo. La vida del adolescente está plagada de cambios e inseguridades. Ellos comienzan a preguntarse muchas cosas y nadie mejor que los padres para orientarlos en este arduo camino. Hablamos con la psicóloga Victoria Bistotto quien nos dio el punto de vista psicológico sobre los cinco temas que deben hablar papá y mamá con los hijos adolescentes. La comunicación entre padres e hijos durante la adolescencia es una cuestión primordial en su desarrollo. Se trata de una etapa en la que las relaciones sociales se multiplican. Todas estas vivencias pueden causar que, a menudo, no sepan qué camino tomar o cuál decisión es la mejor. Ahí es donde debe aparecer la figura de los padres para tender una mano. Ser padres de adolescentes: un desafío Victoria Bistotto especialista en psicología y miembro del Team Psicovivir nos concedió una entrevista para abordar un tema que los padres constantemente se están preguntando. ¿Es ideal o no hablar ciertos temas con los hijos adolescentes? ¿Qué hacer con ese miedo o tabú con relación a algunos tópicos? Antes de adentrarnos en esas conversaciones vitales, repasemos esos atributos o factores de personalidad que destacan en la edad de la adolescencia, especialmente para prepararnos lo mejor posible y hacer de esta etapa lo más armoniosa posible. Características psicológicas de la etapa adolescente La OMS define la adolescencia como el periodo de crecimiento y desarrollo humano que se produce después de la niñez y antes de la edad adulta, entre los 10 y los 19 años. Confrontar a los padres: Los adolescentes ya no escuchan receptivamente a sus padres, sino que confrontan y ponen en duda aquellas formas de pensar de sus progenitores. El valor de la amistad se intensifica:El adolescente necesita de un grupo de pares en el que se sienta identificado. Aparecen las ideologías y nuevas formas de pensar: El adolescente comienza a crear su propio criterio acerca de lo que cree que está bien y lo que no. Conforman su identidad: En esta etapa aparecen preguntas como ¿Quién soy? ¿Cómo quiero ser? ¿A quién no me quiero parecer? ¿Quién me gusta? ¿Qué clase de persona quiero ser? Comienzan a descubrir: A explorar el amor de pareja y la sexualidad. Cinco tópicos que debemos conversar con nuestro hijo adolescente Puede que la lista de temas de conversación sea más amplia. En esta oportunidad indagamos respecto a cinco asuntos que debes hablar con tu hijo abiertamente y que lo ayudará en su crecimiento como adolescente. 1.- Orientación Sexual: Es importante conversar sobre la educación y la salud sexual, especialmente teniendo en cuenta es posible que las primeras relaciones se lleven a cabo a estas edades. 2.- Consumo de alcohol, drogas, y adicciones: Es importante que podamos conversar con nuestros hijos de las drogas. Al igual que la sexualidad, hay mucha desinformación respecto al consumo de sustancias y nada mejor que sus padres para responder inquietudes y alertar sobre los riesgos de ser presa de alguna adicción. ¡Dialogar a tiempo para prevenir! 3.- Vocación y oficio: Escuchemos las necesidades de nuestros hijos, que proyectos tienen, que desean construir. Y apoyemos con acciones esas metas, sin imposiciones ni juicios. 4.- El amor y las relaciones de pareja: Sin dudas, la adolescencia es la etapa donde comienzan a adentrarse en el amor de pareja, y es por eso mismo que no debemos dejar de lado la comunicación constante con nuestros hijos con respecto a las relaciones, el enamoramiento, las rupturas y cada una de las fases del amor romántico. 5.- Las amistades: Como mencionamos, el adolescente se identifica con el grupo de pares. Como padres, es importante conocer aquellas amistades, visualizar si comparten hábitos saludables, qué aspectos los unen con sus amigos y qué es lo que disfrutan hacer juntos. Para la psicóloga Victoria Bistotto, los adolescentes también deben aprender a manejar la relación con sus padres. “Al adolescente le diría que detrás de cada enojo, suele haber angustia. Es importante comunicar y expresar aquello que puede llegar a angustiar. Todo lo que angustia y enoja ocupa un espacio en nuestras vidas. Démosle lugar”. Otro mensaje importante que deben recibir los adolescentes apunta hacia los vínculos: “También les diría que no están solos, y que es importante construir una red de vínculos en la que uno se sienta bien y a gusto”. Destaca lo importante que es potenciar actividades al aire libre para el disfrute, y disminuir el uso de artefactos tecnológicos, dándole lugar a las potencialidades humanas y no solo al hecho de “matar el tiempo”. La edad de fijar límites Bistotto refirió un último mensaje para los adolescentes: “A partir de ahora ellos serán su propio límite. Es decir, va a haber situaciones donde se encontrarán solos, sin la presencia de sus padres, y es indispensable que en ese momento, ustedes puedan tener el poder de decir que no”. Sin dudas una recomendación valiosa para quienes transitan esta etapa: aprender a poner sus propios límites con relación al entorno familiar y social que involucra amores, amistades, vicios etc.
Separación de los padres: ansiedad en los niños.
#EspecialAnsiedad | Separación de los padres: ansiedad en los niños. Hoy por hoy los divorcios o distanciamientos emocionales en parejas son recurrentes. En medio de todo el caos que ello pudiera representar, los niños quedan a merced de la ansiedad. Acompáñame a revisar este escenario de separación y la exigencia de madurez emocional que requieren los padres para el bienestar de los hijos. Por la Psic. María Luisa Cuenca, #TeamPsicovivir El divorcio no llega solo. Las causas de las separaciones son variadas, así como su impacto entre las partes involucradas. Existe un factor común en todos los casos: se dificulta la visión y comienza el conflicto “se acabó el amor”. Reconocer este elemento va cargado de diferentes realidades. Cuando hablamos de las diferentes realidades, incluimos no solo a los miembros de la pareja, sino al conglomerado familiar: los hijos. Los más pequeños acarrean gran parte de esa avalancha emocional representada por el divorcio o la separación. He allí cuando la ansiedad se hace presente. Una definición de ansiedad La ansiedad tiene componentes cognitivos y afectivos. Una persona ansiosa siempre tiene la sensación de que algo negativo ocurrirá. Richard. P Halging y Susan K. Whitbourne (2008) la definen así: “Estado en el que el individuo se muestra aprensivo, tenso y preocupado de manera desmesurada acerca de la posibilidad de que algo terrible suceda”. Como adultos podemos identificar la presencia de ansiedad en los siguientes síntomas: Ausencia del sueño o dificultad para conciliar el sueño. Pensamiento repetitivos reflejados por: “no puedo resolver esta situación”; “soy incapaz de hacer las cosas”; “todo saldrá mal”; ”esto es lo que debo vivir” por citar algunos ejemplos. Aumento en la ingesta de alimentos. Aparición de irritabilidad sin identificar las razones que la causan. Aparición de rasgos depresivos. Señales de ansiedad en los niños por separación de sus padres Timidez e inhibición: por ejemplo disminuir las capacidades de expresión verbal y apoyarse por señales (Protodeclarativa) como vía de comunicación. Irritabilidad reflejada con alguno de los padres. Aparición de encopresis y enuresis secundaria como reacción ante un evento de estrés o trauma, que pueda ser percibido como rechazo ante determinadas situaciones. Aislamiento en cuanto a las relaciones sociales. Llanto repentino. Temor por separarse de alguno de sus padres, aún cuando es por lapsos cortos. Todo lo anteriormente expuesto cala desde la relación que existe a raíz de la culminación de una relación de pareja y cómo afecta a sus hijos. Estos elementos pueden variar según el nivel de conflicto presente en el grupo familiar. No todas las rupturas terminan en buenos términos y ese es un común denominador en la actualidad. Tomando en cuenta que todo niño experimenta ansiedad por el cambio de rutina y las exigencias ante dicha adaptación, P. Halging y K. Whitbourne (2008)afirman que “en los niños la sensación de ansiedad, puede vivenciarse como una experiencia poderosa y perturbadora”. Mencionan que es por ello que, en el mayor de los casos, la ansiedad en los niños se diagnostica antes de los 18 años de edad y que la misma se debe a una experiencia de apego inseguro. Padres separados, hijos ansiosos El acompañamiento psicológico es clave ante la posibilidad de una ruptura inminente. Cuando usted como individuo comienza a tener cambios en su zona de confort, es muy probable que genere resistencias y aparezca la ansiedad. ¿Quiénes padecen estos efectos? Los familiares más cercanos. En este caso, los hijos son los primeros que perciben que hay algo que no anda bien. ¡Pues sí! Aunque usted no lo crea, un niño de 3 años de edad percibe los cambios y comienza a hacer reacciones ante ello. Para esto es importante que usted, en medio del conflicto de pareja, evite: Realizar comentarios negativos de alguno de los padres. Involucrar a sus hijos en la toma de decisiones sobre la separación. Discutir frente a ellos. Mentirle o generar expectativas falsas en ellos. Como padres es importante manifestar sus emociones sin que esto genere una falsa creencia o transfiera la responsabilidad de la separación a solo uno de los miembros de la pareja. Acudir a terapia de pareja o a terapia individualizada, dependiendo de cómo venga cada proceso emocional, siempre será de provecho para mantener a raya la ansiedad por separación. Recomendaciones emocionales para los hijos, ante una separación 1.- Provea tratamiento psicológico a sus niños para así manejar los rasgos ansiosos que pudieran presentarse ante un posible divorcio de sus padres. 2.- No importa la edad que tengan sus hijos. No minimicen su inteligencia. 3.- Trátelos con respeto y, por sobre todas las cosas, recuerden que la relación que ustedes tienen como padres no termina nunca. Les dejo esta reflexión final: Como ustedes se traten aún no siendo pareja, será determinante para el futuro desarrollo conductual y emocional de sus niños. Cuiden sus emociones. Cuiden las de sus hijos. Sobre la autora: María Luisa Cuenca – Venezolana – @marilupsico – Psicólogo clínico y orientadora de la conducta. Egresada de la Universidad Yacambú. Actualmente en Buenos Aires, Argentina. Experiencia en abordaje de pacientes con Trastornos de ansiedad, trastornos del humor, Trastornos de personalidad, terapia de pareja, Trastornos sexuales y orientación familiar.