Dietas restrictivas: un atajo para desarrollar trastornos alimenticios

Por: Psic. Isabel GutiérrezTeam Psicovivir – 27/11/2020

Popularmente se maneja un concepto errado de lo que conocemos como »dieta». Esta palabra proviene del griego díaita, que significa “modo de vida”. La dieta, por lo tanto, resulta un hábito y constituye una forma de vivir. Sin embargo, mayormente es utilizado para referirse a los regímenes alimentacios para bajar de peso.

Sabemos que mantener un peso adecuado es de suma importancia para la salud, pero muchas veces no nos damos cuenta de que por querer tener una mejor condición física estamos atentando contra nuestra salud mental.

Lamentablemente muchas veces resulta más importante el número que marque una balanza que mantener un equilibrio mental y emocional. ¡Cuidado con esto! es un signo de alarma en lo que respecta a la autoestima, autoconcepto y autoimagen.

¿Ayuno intermitente? ¿Te resulta familiar?

El ayuno intermitente es la famosa dieta de los últimos tiempos, que como bien afirman los especialistas en nutrición, se trata de un estilo de alimentación que presenta muchos beneficios para la salud.

De esto no hay duda y la idea no es rechazar ninguno de sus beneficios sino crear conciencia que estos patrones pueden ser un puente para desarrollar trastornos alimenticios o para que exista una recaída en el caso de personas con antecedentes de este tipo. 

¿Cuál es la explicación psicológica de esto? Básicamente el ayuno consiste en reducir la ventana alimenticia; es decir, reducir la frecuencia de las comidas, no las calorías que se ingieren.

En palabras más simples, lo que antes solías comer durante todo el día ahora lo comerás en pocas horas.

Desde el ámbito psicológico, lo que ocurre es que hay un periodo de »restricción» en el que no se puede ingerir comida y luego un periodo de »permiso para comer».

¿Y qué pasa cuando existe esta restricción? Sencillamente lo que no podemos tener es lo que más deseamos ¿Cierto o falso? Así funciona nuestro cerebro y he ahí el peligro, por un lado.

Cuando ya se tiene el permiso para comer, se puede generar un descontrol a la hora de la ingesta comiendo mucho más de lo debido, de una manera precipitada y con mucha ansiedad, quedando la persona con una sensación desagradable de llenura y con cierto sentimiento de culpa por haber ingerido más de lo debido, siendo estos criterios muy similares a los que caracterizan al »trastorno de atracón».

Otro posible riesgo

 Algunas personas que llevan esta dieta entran en un juego nocivo de cada día querer aguantar más horas sin comer y cuando tienen el permiso para ingerir alimentos terminan comiendo mucho menos de los requerimientos diarios, lo que pudiera ser el indicio de otro trastorno alimenticio.

Entonces estamos hablando de una línea muy fina entre comer en exceso y comer menos de lo que corresponde; en cualquiera de los dos casos la salud física y mental quedaría en riesgo.

Tres claves para evitar trastornos alimenticios

  1. Tomar conciencia y responsabilidad sobre la salud integral.
  2. Buscar ayuda y asesoramiento profesional siempre que se desee iniciar cualquier dieta.
  3. Recurrir a la psicoterapia si ya te sientes identificado con alguno de los síntomas antes mencionados.

Recuerda que la mejor inversión que puedes hacer es en tí y la mejor dieta es aquella que nutra tu mente y tu vida en general.

Sobre la autora: Psic. Isabel Gutiérrez – Venezolana – @psic.isa – Licenciada en Psicología egresada de la Universidad Metropolitana de Caracas, Venezuela con Maestría en Psicología Clínica y de la Salud, realizada en el Instituto Superior de Estudios Psicológicos de Barcelona, España. Profesora de yoga y meditación. Enfoque holístico centrado en el bienestar integral de la persona.

En Psicovivir Internacional podemos ayudarte. Ofrecemos atención psicológica alrededor del mundo.

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