Nostalgia en la navidad: Cómo manejar las emociones en estos días festivos
Por Dr. Alberto Barradas – Psicólogo clínico. CEO de Psicovivir Internacional
Nota: Este artículo está inspirado en el Live que realicé el día lunes 21 de diciembre por Instagram -@Psicovivir. Si quieres, puedes escuchar la edición en audio que te presento a continuación.
Una de las cosas que muchos realmente creen o aspiran de un psicólogo es que te dé herramientas para hacerte sentir mejor, que te dé ánimos y fuerzas para que tú hagas las cosas que tienes que hacer o sientas lo que debes sentir o te comportes de la manera que te debes comportar.
Cuando yo hablo de un psicólogo, sinceramente no aspiro que el psicólogo haga eso, yo no, porque no creo en esa psicología falsa, sin menospreciar a los coach, no creo en una psicología de coach, no creo en que al mal tiempo buena cara.
Mal tiempo, mala cara. Buen tiempo, buena cara.
Es una realidad objetiva que en este año 2020 hemos vivido las cosas más inéditas de toda esta generación humana o seres vivos de este planeta.
Hoy en día no habíamos vivido una pandemia, somos nuevos en esto, y este año nos tocó vivir esto, nos tocó vivir encerrados, perder el trabajo, ver la economía quebrar negocios, nos costó la libertad, pero más que todo nos costó la vida. Mucha gente ha muerto y seguirá muriendo.
Por otro lado, este encierro nos produjo un elemento terrible: cerraron los países mientras que la gente estaba en tránsito y muchos que estaban en otro país se quedaron varados. Por ejemplo, estabas en Colombia y te agarró el cierre en Colombia y vivías en Ecuador. Tú en Colombia y tu familia en Ecuador, por meses.
Y todavía eso está pasando. Hay gente que aún no se ha podido reunir con su familia porque sus países no están abiertos debido al cierre por la pandemia.
Seré más regionalista: los venezolanos vivimos una dictadura, somos un país destruido, un país tirado por tierra. Venezuela no es un país en estos momentos, no tiene instituciones, no tiene política, calidad de vida, no tiene servicios. Más de seis millones de personas se han ido de Venezuela, es decir, más de seis millones de familias están separadas.
No solo nos pasó esta pandemia, nos pasó Venezuela a los venezolanos, y eso definitivamente es una mala noticia hoy a víspera de navidad.
La realidad es que muchas familias están separadas
Son muchas las familias que vamos a estar separadas, nos vamos a ver por redes sociales, por medios de comunicación y más nada. Y aquellos que estamos en distanciamiento social no estaremos juntos.
Eso causa tristeza, causa emociones negativas, causa un poco de depresión, desesperanza. Y entonces la pregunta sería ¿no debemos sentir eso?
¡Claro que debemos sentir eso! Yo no puedo sentirme alegre y feliz porque no veré a mi hija.
No compartir con ella la navidad, no darle el feliz año. “Escucharé a Psicovivir para sentirme mejor y superar esta nostalgia”.
Me da risa la expectativa, que la gente tenga sentimientos irreales. No hay posibilidades de sentirse bien, la única forma de sentirse bien es que no quieras a ese familiar, es la única forma, pero si ustedes se aman y se quieren, no es una buena noticia entonces.
Vamos a partir del hecho de que no nos podemos sentir bien, vamos a abandonar la idea de que no vamos a sentir tristeza.
No va a pasar eso. ¡Quíteselo de la cabeza! se va a sentir mal, yo ya me siento mal, ese sentimiento está. El primer paso sería aceptar que no estás bien, es aceptar que en este momento estás en nostalgia, estás en duelo deprimido, triste, melancólico.
Por estas cosas la aceptación es fundamental. La resiliencia es la capacidad de reponernos de las adversidades. En sí misma, es el concepto de lo que estamos conversando.
Debes asumir que estás viviendo una adversidad. El primer paso es que esto esta así, que usted se siente así, pero usted no solo se siente así, sus seres queridos también se sienten así.
No finjas que estás bien, asume la realidad de tus emociones
Cometemos un error fatal, tratamos de fingir que estamos bien, asumir que no pasa nada para que el otro no se preocupe. Y no está mal expresar de nuestros sentimientos y lo que estamos sintiendo. A mí me hace falta mi hija. Mi hija me dirá que se siente bien cuando se siente bien y cuando se siente mal también me lo dirá.
Los sentimientos no se deben ocultar. Cuando yo te puedo hablar de mi tristeza y tú me hablas a mí de la tuya, nos damos un abrazo solidario, nos entendemos de alguna forma, nos sentimos mal así sea a través de una cámara.
Yo prefiero decirte desde una cámara que te amo a nunca decirte que te amo. Entonces hay que hablar de eso, no soy partidario de ocultar las emociones, soy partidario de decir las cosas y lo que sentimos.
No te quedes pegado a la autocompasión
Vamos al tercer elemento: se trata de no quedarnos pegados en el sentimiento de autocompasión, porque entonces eso lo va a empeorar. Si ya estamos mal, no podemos asumir actitudes que nos lleven a estar más mal.
¿Qué significa eso? Que una vez que entiendas que te sientes mal, buscas los puntos coincidentes, paliar la situación, la comunicación virtual, los mensajes, nos mandamos regalos, buscamos la forma de unirnos a través de la distancia, buscamos la manera de reducir la nostalgia, la falta del otro.
Es fundamental entender que nos sentimos mal, pero no debemos regodearnos en ese sentimiento, hay que traspasar ese sentimiento. Porque si no, no somos resilientes.
Debemos resolver la situación. No tiene que ver con el hecho de ocultar la emoción, resolver es traspasarlas, nos sentimos mal, pero buscamos sentirnos bien. Allí empieza la inteligencia, esa capacidad de resolver problemas. Utilizo mi inteligencia para saber cómo hacer, es activar esa zona del cerebro para buscar resolver la situación, si no me quedaré en la melancolía y el duelo será peor.
También debemos asumir que todo tiene un contexto. Hay cosas de las que no somos culpables, no debemos sentirnos culpables. No somos culpables de la pandemia, eso sucede en un ámbito macro social. Se trata más bien de aprender a hacer limonada con los limones que tengamos.
La pandemia nos enseñó a evolucionar y ser más fuertes
Nos tocó hacer esto, aprendamos de esto, aceptemos sin conformarnos, se trata de evolucionar. Creo que en este momento de nuestra vida nos toca evolucionar más fuertes, no hablo de ser agresivo, sino estructurados, no dejar o abandonar o ser la generación de cristal.
La pandemia nos enseñó que el mundo sigue siendo mundos y que la vida se trata de la vida o la muerte, en consecuencia, si nosotros queremos trabajar nuestra nostalgia navideña hay que asumir que estamos en un proceso de vida, en un cambio evolutivo y emocional. Y esas olas que nos arrastran nos llevarán a algún sitio. Ahora debes pasarla agachado o surfearlas.
La nostalgia que es más fuerte es la nostalgia de la muerte. Muchos de nosotros hemos visto morir a nuestros familiares por Covid. Ese duelo es mucho más fuerte de lo que hablamos. Es una sensación que queda, que es permanente, que sabes que es alguien que murió.
¿Ante eso tengo respuesta no? No la tengo, solo tengo formas de afrontamiento. Mi manera es que para mí la muerte solo viene cuando olvidas. Estos seres queridos físicamente mueren, pero en mi corazón no, y no estoy negando la muerte. Recordar que viven dentro de mí. Esa es mi manera de afrontar que la muerte forma parte de la vida, yo creo que de alguna forma asumimos la muerte de nuestros muertos con amor, conciencia y recuerdo. Mantenemos vivas sus memorias y su sentir dentro de nosotros.
Nos toca estructurarnos, nos toca fortalecernos. Vienen estas navidades complicadas. Todo apunta a que nos van a encerrar en enero otra vez. Toca seguir aguantando, resistiendo, luchando, y sobre todo, toca seguir creciendo en las adversidades.
Rendirnos no es opción y el pesimismo tampoco, hay que usar la resiliencia e inteligencia que este mundo nos está presentado sin ningún tipo de contemplación. Hay que seguir y afrontar la vida que nos tocó vivir.
Buenos días excelente artículo una realidad que escondemos, buenas herramientas/ consejos para ponerlos en práctica en tiempos difíciles.