Por: Psic. Isbel Álvarez – Especialista Team Psicovivir

Muchas veces nos encontramos con personas que utilizan la queja y el sufrimiento para victimizarse y traerte ese sufrimiento a tu puerta, esperando que sea solucionado a través de ti. Esto puede ser una trampa y te explico por qué. ¡Sigue leyendo!

Por ello, el sufrimiento puede surgir en un momento en la vida de una persona, para la cual las situaciones por las que atraviesa se vuelven tan grandes y difíciles de solucionar, que sobrepasa sus capacidades de solución de conflictos.

La queja: no te dejes arrastrar a ese hoyo negro

La persona se queda sin recursos y, por lo tanto, se paraliza ante la emoción, allí comienza el sufrimiento que generalmente está compuesto por tristeza, dolor, frustración, entre otros. 

Pero en realidad el problema no radica aquí. Radica en que la queja aparezca como forma de justificación y desesperanza ante el sufrimiento. 

La queja se vuelve el hoyo negro porque anula los recursos que el individuo tenga o que cualquier persona externa pueda brindarle, dejándolo en un bucle del que muchas veces se resiste a salir y en ese ínterin te puede arrastrar a ti.

¿Qué hacer para evitar la queja?

Es necesario determinar TUS LÍMITES como red de apoyo. Aquí te dejo unas recomendaciones:

Salir del hoyo negro de la queja implica muchas veces la decisión de pedir ayuda a alguien que tenga estrategias profesionales para guiar y orientar.

De eso sabemos los psicólogos y es la mejor recomendación que puedes hacer a esa persona especial que se acerca a ti desde la queja, y no sabe salir de ese bucle, ya sea por resistencia al cambio, por miedo, por falta de madurez emocional.

Lo importante es tender la mano sin que esa persona te arrastre a ese agujero del drama y la queja que nada le suma a su vida, ni a la tuya.

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