Ansiedad al piso: 5 ejercicios para combatir la ansiedad
La ansiedad puede ser una lucha constante para muchas personas, pero hay formas de reducirla…
Eyaculación retardada: un problema, aunque no lo parezca
Eyaculación retardada: un problema, aunque no lo parezca Contrario a lo que muchos podrían pensar, quien sufre de eyaculación retardada percibe esta afección como algo negativo. El detalle está en que solo puede llegar a la eyaculación después de un coito prolongado que, como se puede presuponer, provoca un gran desgaste físico en los amantes. Por Alondra Arrieta – @alondra-arrieta – Angie Castillo – Asistentes de Redacción La eyaculación retardada o aneyaculación, es un trastorno orgásmico masculino caracterizado por ausencia o retraso recurrente y/o persistente del orgasmo, tras una fase de excitación normal en el acto sexual. Suele presentarse comúnmente al momento de la penetración, aunque en ciertos casos también puede apreciarse durante la masturbación. Diversas suelen ser las causas que generan este problema: según algunos estudios, 1 de cada 3 hombres sufre de eyaculación retardada. Entrevistamos a la psicóloga y especialista Marianela Mendoza, quien nos habla sobre este padecimiento que afecta a muchos hombres, y podría estar conectado con su salud mental y emocional. ¿Qué es la eyaculación retardada? Es una disfunción sexual que se caracteriza por la alteración significativa de la capacidad que tiene el hombre de responder satisfactoriamente ante la actividad sexual, ya sea por el acto como tal, la masturbación o la ansiedad sexual Cinco indicadores de eyaculación retardada 1.- Retardo marcado de la eyaculación. 2.- Infrecuencia marcada o ausencia de la eyaculación. 3.- La duración de los síntomas persiste por 6 meses o más. 4.- Los síntomas provocan un malestar clínicamente significativo en el individuo. 5.- La disfunción sexual no se explica mejor por un trastorno mental no sexual o como consecuencia de una alteración grave de la relación u otros factores estresantes significativos. Tampoco se puede atribuir a los efectos de una sustancia/medicamento o a otra afección médica. «Aproximadamente el 75 % de los hombres puede experimentar en la mayoría de las situaciones de la actividad sexual con la pareja, algunos o todos los indicadores, sin que el individuo desee el retardo». Psic. Marianela Mendoza ¿Cuáles son las causas de la eyaculación retardada? Existen diversas causas que afectan al individuo y producen esta problemática. Revisemos otros factores que también se pueden evaluar. Pongamos el foco en el momento de inicio de la eyaculación retardada, la cultura en la que se encuentra inmerso el hombre, y algunos factores de riesgo. Primera causa Se le califica como “de por vida”, en razón de que comienza a manifestarse durante el inicio de experiencias sexuales tempranas, y continúa a lo largo del tiempo. Por otra parte, la eyaculación retardada adquirida se hace evidente luego de un período de función sexual «normal». Segunda causa La cultura donde está inmersa la persona afectada, también podría ser causal de eyaculación retardada. Diversos estudios revelan que la mayoría de estos casos se ve en países asiáticos y responden a su cultura. Tercera causa Una causa probable es la pérdida de los nervios sensoriales periféricos de conducción rápida y la disminución en la secreción de esteroides sexuales. Estos factores se asocian principalmente a la edad y, a su vez, a la eyaculación retardada que por lo general, aparece en hombres con más de 50 años. ¿Qué se puede hacer en caso de sufrir de eyaculación retardada? Los pacientes que presentan este trastorno, sienten desesperación o frustración. Sin embargo, en muchos de los casos toda solución principalmente va a depender de las causas que dan inicio a esta condición. Es importante, que todo el proceso de reversión o de cura, vaya de la mano con un médico especialista (Medicina Interna o urología). Con el propósito de determinar la causa, se debe evaluar si el paciente consume algún tipo de medicamento específico o, en su defecto, tenga excesos al ingerir alcohol, lo que puede influir en el retardo de la eyaculación. Hay otro tipo de enfermedades crónicas que se deben descartar, como lo es; diabetes, infección urinaria o algún tipo de trastorno hormonal, y en casos más extremos, se verifica si hay alguna malformación congénita o dificultades orgánicas. Cuando el especialista descarta todas estas enfermedades y no halla la razón de la eyaculación retardada, el paciente debe ser referido al psicólogo para evaluar lo que verdaderamente pudiera estarlo afectando. ¿Cuáles son los factores psicológicos que intervienen en esta dificultad para llegar al orgasmo? Luego de que el paciente ha sido evaluado por médicos especialistas y remitido a un psicólogo, podrían determinarse los siguientes factores: Depresión. Ansiedad. La ansiedad de desempeño en el acto sexual o fobia al sexo Inconformidad con la imagen corporal (se usa como método compensatorio). Tabúes y creencias religiosas o culturales (Prácticas taoístas, sexo tántrico, entre otros). Dificultad en el manejo de las fantasías sexuales ante la realidad. Cinco aspectos a tener en cuenta 1. La eyaculación retardada, indudablemente es una afección no deseada ni controlada por quien la padece, por lo tanto, es bueno que la pareja y el paciente se hagan esa pregunta antes de buscar ayuda médica y psicológica. 2. Si el problema se ha presentado desde el inicio de la vida sexual, el paciente debe ir lo más pronto posible al médico, ya que es más probable que haya un problema fisiológico u orgánico. 3. Cuando el paciente, por diversos motivos, toma antidepresivos o está pasando por un episodio depresivo o ansioso sin estar medicado, es probable que su eyaculación se vea retardada. Cabe destacar que no todos los antidepresivos o ansiolíticos causan este trastorno, y varían en cada persona. 4. Los hombres de mayor edad, es decir, a partir de los 50 años, son más propensos a que su eyaculación se retarde. En ocasiones, esto puede ser indicador de displasia prostática (Inflamación y sobrecrecimiento de la próstata). 5. Si la aparición de la eyaculación retardada tuvo inicio antes de los 50 años y después de haber tenido un desempeño sexual dentro de lo esperado, es muy probable que el paciente se esté enfrentando a una enfermedad mayor. En estos casos debe descartarse acudiendo a chequeo exhaustivo por parte de un médico
¿Sabes cuánto pesa el miedo?
¿Algunas vez te has preguntado cuánto pesa el miedo? La obesidad está muy vinculado a esa emoción: el miedo.
Maltrato psicológico: 9 acciones para romper las cadenas emocionales
Maltrato psicológico: 9 acciones para romper las cadenas emocionales Aunque no existe un perfil homogéneo del maltratador, una característica destacable es que son personas a las que le cuesta ver el punto de vista del otro. En este artículo describo el perfil del maltratador psicológico y propongo nueve acciones para alcanzar la liberación emocional. Por: Psic. Jessica Duarte – Especialista Team Psicovivir Aunque nos parezca paradójico, incluso inmanejable, toda relación social es una relación de poder o de dominación. El ser humano, desde sus orígenes, ha organizado su modo de vida a través del intento, siempre precario, de lograr que los demás hagan, piensen y ajusten sus conductas a sus propios estándares. Para eso se ha inventado el largo proceso de socialización de los niños, y las normas, valores e instituciones que rigen la vida en común. De esta forma, niños, jóvenes, adultos y ancianos saben qué hacer y cómo comportarse con los demás. Debería mediar el respeto, la consideración de la dignidad del otro, su fragilidad cuando son niños o ancianos, la libertad como meta irrenunciable y la felicidad como objetivo. Por eso las relaciones de poder se atenúan: abriendo espacios a la persuasión y a través de las concesiones que produce el amor. Lastimosamente, también existe el maltrato psicológico, que es todo lo contrario a lo que produce el amor, la empatía y el respeto dentro de las interacciones sociales. Cómo sucede el maltrato psicológico Para algunos, nada es suficiente, su afán de posesión del otro se practica con intensidad y, llegado el momento, mediante distintas estrategias y prácticas, transforman en un infierno psíquico cualquier relación en la que estén involucrados. Maltratan la mente, destruyen la estabilidad emocional y practican la violencia física y/o emocional. Ese infierno en el que algunas veces se encierran niños, parejas o ancianos, es el reino del maltrato psicológico y de quienes los abusan. Quien te ama te respeta, valora quién eres y permite el desarrollo pleno de tu proyecto de vida. Quien no te ama hace todo lo contrario, quiere poseerte, asfixiarte, aislarte, anularte y ponerte en condición de esclavitud. Lamentablemente, a veces nos conseguimos con maltratadores que nos pueden hacer mucho daño. El maltrato psicológico es una forma de violencia Cuando una persona pretende ejercer un poder indebido y total sobre otra, practicando un repertorio de conductas físicas o verbales que, de forma reiterada, atentan contra la estabilidad emocional del agraviado hasta lograr su indefensión absoluta, estamos frente a la violencia del maltrato psicológico. El perfil del maltratador psicológico Indudablemente nadie quiere tener relaciones con un violento. Nadie quiere que sus hijos tengan un padre o una madre que maltraten. Entonces, ¿Cómo algunos se ven involucrados en relaciones tóxicas con este tipo de personas? ¿Cómo es que después no pueden salir? El problema es que cuando eso ocurre, ya estamos involucrados en “dinámicas relacionales practicadas por psicópatas integrados o por personas con algún trastorno de personalidad de base”. (Pozueco Romero, Moreno Manzo, Blázquez Alonso, & García-Bahamonde, 2013 Vol.4, Nro. 3). No existe un perfil homogéneo del maltratador, sin embargo, tienen varias características en común. Al maltratador le cuesta ver el punto de vista del otro. Muestra falta de empatía intelectual y emocional. Le cuesta entender el impacto de su conducta y conducirse de forma apropiada para no hacer daño. No sabe identificar y regular sus emociones. Es impulsivo. Tiene problemas de autoestima. En su relación con los otros, se excede, porque no logra gestionar el estrés ni manejarse dentro de los límites del respeto. Cuando el maltrato psicológico se da a nivel de pareja Si nos enfocamos en las relaciones de pareja, un “psicópata integrado” no se muestra tal y como es sino cuando es demasiado tarde. A primera vista y en las primeras etapas, los maltratadores suelen ser simpáticos, encantadores, inteligentes, despiertos, causan buena impresión, inspiran confianza. ¡Pero cuidado! Porque una aproximación más experta y menos comprometida emocionalmente, rápidamente descubriría una peligrosa carencia de empatía que les permite el uso y la explotación de los otros a través de tácticas sofisticadas de manipulación. Y estos lo hacen sin remordimiento alguno. Son egocentristas y por eso solo son capaces de establecer relaciones de abuso con los demás, pero lo aplican con la inteligencia de los que saben encubrir lo que efectivamente hacen. Eso los hace muy peligrosos y es la razón por la que pueden hacer caer a sus víctimas. Al entorno le cuesta ver lo que efectivamente está ocurriendo. Lo que es visible es el creciente aislamiento de la relación y la desaparición progresiva del maltratado. Repercusiones del maltrato psicológico El maltratado corre mucho peligro de terminar siendo afectado emocionalmente, con daños profundos en su autoestima y en su capacidad para afrontar el mundo con autonomía. El bombardeo de situaciones negativas y confusas, el progresivo aislamiento y dependencia, la violencia, el temor y la despersonalización dejan lesiones que solamente con auxilio terapéutico pueden resolverse en el mediano plazo. Qué hacer ante una situación de maltrato inminente En relación con los demás tiene que practicarse tolerancia cero al maltrato, la desvalorización y cualquier intento de aislamiento de familiares y amigos. Si se trata de personas vulnerables (niños, ancianos), la detección y la denuncia temprana de situaciones de abuso o de negligencia disminuye las consecuencias. En el caso de parejas, no tiene sentido alguno invertir en relaciones que no te vean como un buen socio de vida con garantías plenas de autonomía y realización. Mantén el balance de tu vida. Buenas relaciones familiares, un grupo de amigos nutritivos, actividades personales y metas propias, trabajo e independencia económica, fortalecimiento de tu inteligencia emocional, habilidades de comunicación asertiva y un carácter bien forjado deberían ser las defensas siempre presentes para evitar relaciones tóxicas. No te expongas. No creas que puedes controlar la situación. Las características de personalidad y la presencia de rasgos psicopáticos del maltratador funcional van a aplastar cualquier intento. 9 acciones para evitar el maltrato psicológico Observa tu entorno para analizar si existen conductas de abuso en las relaciones que vives.
5 cosas que no debes hacer si sufres de ansiedad
«Cuando la ansiedad ataca y no se trata de la manera adecuada, vas a seguir repitiendo más procesos ansiosos y sobre todo, mucho peores, mucho más graves».
5 acciones de resiliencia para lidiar con la pandemia
¿Qué sucede cuando una pandemia nos pide ser parte de la solución y salir de nuestra zona de confort?
Ataques de pánico: ¿Qué le sucede a nuestro cuerpo durante este episodio emocional?
Ataques de pánico: ¿Qué le sucede a nuestro cuerpo durante este episodio emocional? Quedar a merced de los pensamientos amenazantes que inundan nuestra mente: así queda nuestro cuerpo en medio de los ataques de pánico. La psicóloga María Fernanda Bolívar, nos describe la reacción física que se genera cuando sufrimos este tipo de manifestación emocional, y brinda recomendaciones para evitar y sobrellevar estos episodios. Por @KeilaCaridad – Jefa de Redacción y Contenidos Los ataques de pánico son episodios de miedo o aprensión intensos. Se producen cuando la mente interpreta de manera negativa y amenazante eventos que en realidad no representan un peligro potencial. Una teoría apunta a que se trata de un intento torpe de nuestro cerebro para protegernos de situaciones que nos generan una gran incomodidad. De hecho, en una crisis de ansiedad, el problema no se encuentra en el cuerpo sino en los pensamientos que alimentamos. Nuestro organismo se limita a responder de manera coherente a la señal de peligro que han generado esos pensamientos. En esta oportunidad entrevistamos a la psicóloga María Fernanda Bolívar, para abordar el tema de los ataques de pánico y cuáles son sus recomendaciones como especialista de la salud mental. ¿Qué son los ataques de pánico? Para hablar sobre los ataques de pánico es importante, primero, describir de dónde provienen. Por lo general se manifiestan cuando estamos bajo un estado de ansiedad, la cual es una reacción emocional normal y necesaria para la supervivencia de los individuos y de nuestra especie. Las reacciones de ansiedad pueden alcanzar niveles excesivamente altos o pueden ser poco adaptativas en determinadas situaciones. Psic. María Fernanda Bolívar Cuando la ansiedad alcanza niveles elevados, le da paso a los ataques de pánico que son episodios repentinos de miedo intenso, que puede salirse de control haciéndote sentir malestar emocional y físico. ¿Cómo detectar un ataque de pánico? Lo primero que se debe hacer es aprender a identificar los síntomas que te indican que tienes un ataque de pánico. Entre las principales manifestaciones se encuentran: Palpitaciones Sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca Sudoración Temblores o sacudidas Sensación de ahogo o falta de aliento Sensación de atragantarse Opresión o malestar torácico Náuseas o molestias abdominales Inestabilidad, mareo o desmayo Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo) Miedo a perder el control o volverse loco Miedo a morir Sensación de entumecimiento u hormigueo Escalofríos o sofocaciones. Una vez verificados los síntomas que manifiestas, puedes detectar que estás sufriendo de un ataque de pánico. ¿Qué le sucede a nuestro cuerpo a la hora de un ataque de pánico? Un ataque de pánico es algo que se produce inesperadamente. Esta respuesta del cuerpo no necesariamente tiene que ver con las situaciones que estás viviendo en tiempo real. Cuando comenzamos a pensar que algo malo o catastrófico va a ocurrir, vamos a sentir miedo, angustia y preocupación excesiva, es como si se encendieran las alarmas de precaución, haciéndonos sentir taquicardia, sensación de ahogo, hiperventilación pulmonar, temblores o mareos. Muchas veces cuando el conflicto que estamos atravesando termina, los ataques de pánicos se van, pero cuando no hay una situación real y aún así los sentimos y estos interfieren en nuestra vida diaria, podríamos estar hablando de un trastorno de pánico. De igual forma hay ciertos cambios en la manera en que funcionan las partes del cerebro. ¿Cómo queda el cuerpo después de un ataque de pánico? Después de que pasa el ataque de pánico puedes quedar exhausto, agotado y con mucho sueño, ya que la energía que el cuerpo consume durante el mismo es bastante elevada. De igual forma puede aparecer el miedo a la muerte o a que vuelva a ocurrir otro ataque similar. ¿Qué se debe hacer ante los ataques de pánico? Lo ideal sería que logres identificar cuando te va a dar, ya que es el momento indicado para realizar ejercicios de respiración, con los que lograremos con éxito evitar que el ataque de pánico llegue a su nivel más alto. Una vez que te da, lo más recomendable es mantener la calma, concentrarse en que es un episodio que terminará pronto y te tomes el tiempo para controlar los pensamientos, ya que a través de ellos vamos a desmontar la amenaza. Psic. María Fernanda Bolívar Revisa lo que piensas, trata de no exagerar, de mantenerte en la realidad, examina realmente la magnitud de la situación, ya que a medida que vayas derrumbando un pensamiento catastrófico, tu nivel de ansiedad disminuirá. Es importante destacar que si cuentas con apoyo familiar, o de algunas amistades, ellos te pueden brindar contención emocional e incluso ayudarte a respirar. ¿Cuáles son las recomendaciones para las personas que sufren de ataques de pánico y para quienes le rodean? Vamos a enfocarnos primero en las personas que sufren ataques de pánico. Estas son mis recomendaciones: Convierte en un hábito los ejercicios de relajación y respiración. Busca ayuda psicológica, ya que las personas que sufren ataques de pánico tienen un carácter que es más sensible al estrés y proclive a las emociones negativas, lo cual se puede trabajar en la psicoterapia. Lee y conoce cada vez más al respecto: mientras más conozcas lo que te sucede, será más sencillo controlarlo. Revisa lo que piensas constantemente y verifica que esos pensamientos sean reales. Si los ataques de pánico son muy fuertes también existen tratamientos psiquiátricos los cuales te pueden ayudar a mejorar, sin dejar la psicoterapia. Ahora vamos a hacerle recomendaciones a quienes rodean a esas personas que sufren ataques de pánico: Escúchalo, siendo asertivo con tus palabras podrás ayudarlo. No lo juzgues, ni lo critiques ya que esto empeora la situación. Aprende a realizar ejercicios de respiración junto con él o ella. Apóyalo en su proceso, brindándole contención emocional.
¿Eres presa del agotamiento emocional? ¡Descúbrelo!
¿Eres presa del agotamiento emocional? ¡Descúbrelo! Aunque el agotamiento emocional se experimenta como cansancio mental, suele estar acompañado de una gran fatiga física. Cuando sobreviene hay una sensación de pesadez, de imposibilidad de seguir adelante. Se cae entonces en una inercia de la que es difícil salir. Por @AlondraValen – Asistente de Redacción Por lo general, el agotamiento emocional ocurre en ámbitos en donde hay una gran exigencia, que a su vez, aparentemente, demanda grandes sacrificios. Por ejemplo, en un trabajo en el que hay alto riesgo de despido. O en un hogar cuyos miembros están llenos de problemas y demandan atención. También cuando tenemos una pareja conflictiva o con graves dificultades. Para conocer las causas y los síntomas del agotamiento emocional, conversamos con la psicóloga Mariana Hernández, del Team Psicovivir. ¿Qué es el agotamiento emocional? La fatiga o agotamiento emocional se refiere a un conjunto de síntomas que comienza a experimentar una persona cuando se enfrenta a situaciones estresantes por un largo periodo de tiempo. Estas situaciones que detonan estrés y ansiedad pueden ser de cualquier índole: familiar, laboral, social, académico y de pareja. La raíz del estado de agotamiento es el desgaste de la capacidad de afrontamiento a los conflictos del entorno, producido por una fatiga en los mecanismos de defensa. Es decir, cuando alguien se encuentra en alerta constantemente, con el tiempo deja de responder de manera eficaz y la conducta puede volverse errática e impulsiva. Este agotamiento emocional puede confundirse fácilmente con depresión o, incluso, ser parte del inicio de un proceso depresivo si no se toman correctivos a tiempo. Sin embargo, es importante diferenciarlos. PSIC. MARIANA HERNÁNDEZ La depresión y el agotamiento emocional comparten algunos indicadores, por ejemplo: Dificultades en experimentar placer en actividades que anteriormente se disfrutaban. Alteraciones de las pautas del sueño y alimentación. Problemas de atención o concentración. Distraerse con facilidad. Olvidos frecuentes, inclusive con respecto a eventos importantes. Sensación de embotamiento emocional, “no sentir nada”. En un episodio depresivo, se considera además que el estado de ánimo debe encontrarse en una fase de decaimiento la mayor parte del día, durante un mínimo de dos semanas de duración, así como también la dificultad para experimentar placer. De igual forma, los otros síntomas se presentan con una mayor intensidad. ¿Cuáles son las causas del agotamiento emocional? Puede tener diversos orígenes, pero siempre surge bajo las mismas circunstancias: estar sometido a niveles altos de estrés y ansiedad, así como estados emocionales fuertes por un periodo prolongado de tiempo, incluso, haber sufrido un trauma o una pérdida significativa. El agotamiento emocional tiende a observarse en: Personas que se sienten sobre exigidas, ya sea por no saber delegar responsabilidades o no poder expresarse y solicitar ayudar para sobrellevar la situación. Situaciones como cuidar de a familiar enfermo de forma crónica, lo que mantiene al cuidador en un estado de alerta continuo. Personas que no tienen espacio de esparcimiento y placer para sí mismas. Aquellos que ya han superado una situación conflictiva pero no logran recuperar el funcionamiento que tenían antes de la crisis. Esto puede aplicar para personas que reviven constantemente una situación traumática, de forma consciente o en sueños. ¿Cómo se puede percibir el agotamiento emocional? Si se convive con una persona que experimenta fatiga emocional, es evidente la aparición de algunas conductas: Mayor irritabilidad, reacciones agresivas. Aislamiento dentro de su habitación, utilización casi compulsiva del celular o utilizar audífonos a modo de aislarse del mundo exterior. Esto aplica para el uso de videojuegos. La persona puede buscar excusas para ausentarse de la casa o sumergirse en las actividades laborales. Evitación del contacto social, ya sea familiar o de amistades. Aparición de problemas y discusiones con personas del círculo cercano a la persona que se encuentra fatigada. Imposibilidad de mostrarle alternativas sin recibir una negativa como primera respuesta, aunque posteriormente acceda a escuchar o a las sugerencias. Descuido de actividades rutinarias que normalmente la persona cumplía, olvidos frecuentes, como pago de deudas o preparar los alimentos. ¿Cuáles son los primeros síntomas? Los primeros síntomas de la fatiga emocional son de carácter fisiológico: Alteraciones del sueño: insomnio e inclusive dormir más de lo habitual. Cambios en la alimentación: comer más o menos de lo habitual. Esto se extiende a la calidad de la comida ingerida. Cambios bruscos en el estado del ánimo: irritabilidad, llanto repentino, poca paciencia para enfrentar casi cualquier situación. Es importante revisar si anteriormente la persona podía lidiar con estas dificultades de una manera más eficiente. Síntomas de ansiedad: presión en el pecho, hiperventilación, pulso acelerado, sudoración, e inclusive ataques de pánico. Dificultades para completar actividades y tareas, distraerse con facilidad o “no poder entender” lo que está haciendo. Errores frecuentes que deben ser corregidos en una labor. Otras alteraciones se observan en la rutina y en la interacción con las personas, por ejemplo: Suspensión de encuentros con amigos y familiares, por “no tener ganas de compartir con nadie” o “estar muy cansado”. Alejamiento incluso a nivel virtual, interactuando menos por las redes. Abandono de aspectos ya integrados a la vida diaria y que reportaban un grado de placer, como el ejercicio físico, disminución de las prácticas sexuales y otras actividades lúdicas. Descuido en actividades de cuidado personal, como ser más desprolijo en el arreglo de la apariencia, recortar conscientemente las horas de sueño para utilizarlo en cumplir con obligaciones e incluso cambiar de forma radical la alimentación. Resistencia a aceptar ayuda por parte de otras personas, afirmando “estar bien” o “tener que hacerlo todo para que salga bien”. ¿Existe tratamiento para el agotamiento emocional? En este punto es importante diferenciar si se trata de un estado de agotamiento emocional o si ha hecho su evolución a un estado depresivo. En ese caso, el abordaje profesional es fundamental para poder acompañar a la persona a superar este episodio. La mejor recomendación es consultar con un especialista que puede determinar la gravedad de la condición y puede indicar la dirección del abordaje. Si se encuentra en la fase de agotamiento emocional, es importante
Visión en túnel: detonada por ansiedad y estrés
Visión en túnel: detonada por ansiedad y estrés Llevado al ámbito mental, la visión en túnel hace que nuestro pensamiento crítico se reduzca y que tomemos decisiones impulsivas que podrían no ser las más adecuadas. Por @AlondraValen – Asistente de Redacción Cuando conducimos demasiado rápido, nuestra visión se estrecha, de manera que somos incapaces de ver lo que sucede en nuestro entorno más amplio. Cuando estamos sometidos a una situación particularmente amenazante, en nuestro cuerpo ocurren una serie de cambios a nivel fisiológico que nos preparan para afrontar ese peligro. La psicóloga Mariana Hernández, del Team Psicovivir, nos explica que la visión en túnel por ansiedad y estrés, puede ser el resultado de la combinación de una descarga de adrenalina inducida por el miedo que ha generado una amenaza específica y peligrosa. La visión en túnel desde el ojo psicológico La psicología toma prestado de la medicina este símil de la visión en túnel, referida a una pérdida de la visión periférica y la aplica a los procesos de pensamiento. Se dice que una persona está experimentando “visión en túnel” cuando, ante la vivencia de situaciones emocionales intensas, se ve incapacitada de poder prestar atención o considerar varios elementos al mismo tiempo, es decir, enfoca su atención en un aspecto particular de su conflicto. Esto viene acompañado de conductas impulsivas, que pueden traer consecuencias negativas hacia el individuo. Un ejemplo: conducción temeraria luego de una discusión, conductas de agresividad física y verbal, destrucción de objetos y otra serie de comportamientos no razonados. ¿La visión en túnel puede deberse al estrés y la ansiedad? La especialista Mariana Hernández plantea que es muy común que aparezca ante la presencia de estrés y ansiedad y en estados emocionales más crónicos, como la depresión, donde el pensamiento además se muestra ralentizado. Cuando la persona se enfrenta a un peligro real, la visión en túnel puede ser una conducta adaptativa. «Si se ve a un niño a punto de caer por una alcantarilla, es entendible correr hacia él para sujetarlo, incluso si en el camino se cruza una calle sin verificar si vienen autos». Ahora, cuando la visión en túnel se vuelve una pauta de comportamiento habitual, la persona ve disminuida su capacidad de evaluar las distintas situaciones de su vida con objetividad. PSIC. MARIANA HERNÁNDEZ Es frecuente enfocarse en sólo los aspectos negativos, por ejemplo pensar “no soy capaz de pasar ese examen”, “soy una horrible esposa”, “lo he hecho todo mal”. Es común no poder mencionar de forma específica a qué se refiere la persona cuando dice que “todo lo hace mal”, llevándole a generalizar y creer que no tiene las herramientas para enfrentar una situación. La impulsividad: otra seña de la visión en túnel La impulsividad es una respuesta típica ante estos pensamientos provocados desde la visión en túnel. Sentirse acorralado en una discusión puede llevar a alguien a romper un celular contra una pared, terminar una relación a los gritos, consumir cantidades importantes de alcohol para “olvidar” y muchas otras situaciones de “descontrol”. «Especialmente cuando se une a acciones de violencia hacia sí mismo y/u otros, alimentando un círculo de violencia que complica aún más la situación», refiere la psicóloga. Qué hacer en caso de sufrir de visión en túnel Es importante no aislarse. Es típico pensar que nadie quiere escuchar tus problemas, pero es fundamental rodearse de personas que te escuchen e incluso, te permitan distraerte temporalmente. Entender que el mismo monto de estrés que sufre nuestra mente, lo está sintiendo nuestro cuerpo. Desconectarnos e intentar descansar va a permitir mirar de distinta forma la situación. Ponerse en un lugar “seguro”. Si estás manejando un auto, estacionar por un momento. Si estás en una discusión y sientes ganas de gritar y descargarte de forma descontrolada, haz un “tiempo fuera”, aléjate hasta que logres calmarte. Tener presente que todas las conductas impulsivas tienen consecuencias negativas directas sobre uno mismo. Un puñetazo en la pared puede lastimar una mano, insultar a tu pareja puede hacer que se aleje, apretar el brazo de tu hijo puede hacer que comience a temer. Si te sientes decaído, con menos motivación, con alteraciones notables en la alimentación y el sueño, es posible que también estés padeciendo un cuadro depresivo. Busca atención profesional. Los estados de visión en túnel están acompañados de distorsiones en el pensamiento. Si te ocurre con frecuencia, es probable que requieras apoyo profesional para desmontar estas creencias que te llevan a este estado. 6 tips para sobrellevar la visión en túnel Los ejercicios para el control de la ansiedad funcionan bastante bien para disminuir la exaltación corporal que produce la visión de túnel. En la pestaña Herramientas de nuestra página hay ejercicios de respiración que son muy útiles: Es importante estar consciente del cuerpo. Puede avisarnos que se están presentando los primeros síntomas de ansiedad y tendrás más posibilidad de evitar la aparición total del episodio. Practicar una actividad física que permita drenar y/o relajarse es favorable. Identificar las situaciones que funcionan como disparadores de la ansiedad y el estrés. Así podrás anticiparte al tener que enfrentarlos o evitarlos, si es posible. Aceptar que hay momentos en los que va a ser necesario disminuir el ritmo de actividades rutinarias para evitar que se dispare la ansiedad. Si recurres a escuchar música, procura que sea de tipo relajante, no que promueva la activación. Es importante no ofuscarse ante las recomendaciones hechas por conocidos para disminuir la ansiedad. Escucha y toma las que creas que puedes aplicar. No rechaces la ayuda sin considerar las opciones. Recomendaciones de la especialista Mariana Hernández Si es primera vez que sufres este fenómeno y está asociado a una situación puntual, es probable que desaparezca una vez que logres superarla. Hay personas más propensas a sufrir este fenómeno. Si sabes que te ocurre con frecuencia, intenta evitar las situaciones que te lo generan. Ejercita las estrategias que te funcionan para tranquilizarte de forma que ante la aparición inesperada de un conflicto, puedas ponerlas en marcha con rapidez. Sé honesto
Nueve señales de estar sufriendo Trastorno Delirante
Nueve señales de estar sufriendo Trastorno Delirante El trastorno delirante es un desorden psicológico también conocido como psicosis paranoica. Se caracteriza por la presencia de delirios o creencias extrañas, pero sin que aparezcan otros síntomas más graves. Por @KeilaCaridad – Jefa de Redacción y Contenidos Los delirios suelen ser uno solo, o bien varios, pero relacionados entre sí y muy consistentes. Todos estos delirios generan una misma idea paralela que es la que cobra fuerza y se mantiene en el tiempo. También conocido como Trastorno Delirante, puede llegar a prolongarse durante periodos prolongados, o incluso a lo largo de toda la vida del paciente. El especialista Esmelin Graterol nos explica que el paciente, aún teniendo delirios, no padece de esquizofrenia ni de alucinaciones significativas. ¿A qué se debe el Trastorno Delirante? En principio, las causas de este desorden son desconocidas. Sin embargo, al igual que en otros trastornos, se cree que pueden existir factores genéticos, fisiológicos y ambientales. También parece que tienen importancia otros factores como pueden ser el aislamiento social, abuso de sustancias, estrés, estatus socioeconómico. Este trastorno puede desarrollarse a cualquier edad; sin embargo, suele presentarse ya en la etapa adulta, o incluso en una edad ya avanzada del paciente. También se ha demostrado la existencia de una cierta relación entre el trastorno delirante y circunstancias biográficas del paciente; así, por ejemplo, sería normal que alguien que sufriese sobrepeso en la infancia desarrollase una idea de una deformidad física. Principales síntomas del Trastorno Delirante: las 9 señales Las personas con este desorden suelen desempeñarse bien en su vida cotidiana, no resultando incapacitadas por el mismo. Al principio, estos delirios suelen pasar desapercibidos para sus allegados, ya que no se manifiestan de manera expresa. Es con el paso del tiempo que el comportamiento de los pacientes va volviéndose gradualmente más extravagante, manifestándose en algunos de los siguientes síntomas: Presencia de una idea o creencia fuertemente asentada, con total convicción. Frecuentemente el paciente guarda secreto si le preguntan sobre su delirio, o sospecha de quien le pregunta. Esa idea está totalmente presente en la vida del individuo, hasta condicionarla de manera severa. El delirio del paciente ocupa una gran parte de su tiempo. El delirio ocupa un lugar central en su vida, esto es, prácticamente todo lo que le sucede al paciente lo relaciona con esa idea. La idea o delirio del paciente es extravagante o muy improbable. Falta de humor o hipersensibilidad del paciente en todo lo referente a su delirio. Reacción irritable o agresiva del paciente cuando se cuestiona si el delirio es real. El delirio suele terminar por desarrollar actitudes y comportamientos extravagantes en el paciente. Cómo tratar el Trastorno Delirante Este tipo de desorden se considera difícil de tratar, y frecuentemente resulta necesario combinar un tratamiento farmacológico y psicoterapéutico. Muchas veces, el paciente está tan firmemente convencido de sus delirios que se niega en rotundo a buscar ayuda. En cuanto a la psicoterapia, el enfoque más efectivo es la intervención cognitivo-conductual; esta tiene por fin último no tanto el control de los síntomas, sino sobre todo evitar recaídas posteriores. Bajo la mirada del especialista Dado que las personas con trastorno delirante a menudo pueden continuar su vida funcionando normalmente, independientemente del tema de sus delirios, y generalmente no se comportan de una manera rara o extraña, hace difícil el poder hacer recomendaciones directamente a ellos. «Porque a diferencia de otras enfermedades, en estas ideas delirantes no hay una certeza en la persona que lo padece, no permitirá tanto abordaje, sin embargo, a menudo, al pasar el tiempo, se suelen impactar más la vida de quien sufre de estos delirios». La recomendación del especialista Esmelin Graterol se enfoca más más hacia el familiar. «Si hay una buena comunicación en los miembros de la familia, se pueden estar atentos a las señales de alarma». Así, por ejemplo, un hijo que se preocupa mucho por su peso, cada vez me habla menos de eso, ahora se tapa, se cubre, son señales que hay que tomar en cuenta. «La recomendación es que se fomente la buena comunicación para poder entenderlo y darse cuenta cuando todo empieza a ser diferente y a prender las alarmas».