Miedo al amor: Cupido te persigue pero tú eres más rápido
Cada persona y cada pareja han de vivir sus relaciones sentimentales y sexuales de una forma libre y desde esa libertad poder marcar y pautar ciertas normas, límites, metas y objetivos a corto, medio y largo plazo.
Conversamos con la psicóloga Malena Alonso sobre por qué algunas personas huyen del amor, un tema que nos llega a todos y del que algunos, por diversas causas, se le hacen escurridizos a Cupido.
Alondra Arrieta
La actitud que una persona tome hacia el amor y la forma en cómo se relacione y cómo sean esas relaciones sentimentales puede venir marcada por diversos factores educacionales, culturales, experiencias del pasado y en muchas ocasiones por falsos mitos y creencias irracionales, que mucho distan de la verdadera realidad del amor.
Malena Alonso, especialista en psicología y miembro del Team Psicovivir nos concedió una entrevista para revisar desde el punto de vista psicológico por qué sentimos miedo al amor y cómo llega y qué pasa por nuestra cabeza en ese momento.
¿Existe alguna predisposición emocional que provoque que algunas personas le sean escurridizas a Cupido?
– El estar juntos es sumamente complejo, conocer a alguien, sentir match (emocional y en las ideas afines) es solo el comienzo, luego viene lo más complejo: permanecer juntos. Por lo que encontrar el amor es más amplio y desafiante que conocer a alguien.
¿Son las redes sociales un espacio idóneo para encontrar el amor?
– En la era de la comunicación y redes sociales estamos en constante contacto interpersonal pero luego hay que dar el salto hacia lo presencial y ahí ocurre la magia o la desdicha.
La propuesta es que cada uno se sincere ¿en qué consiste el amor para ustedes? ¿Que implica para cada uno estar enamorado? y ¿cómo quieren sentirse tratados en ese vínculo de amor?
Algunas personas se cierran al amor. ¿Por qué ocurre esto?
– Muchas personas se sienten cerradas a encontrar el amor, están abiertas a la búsqueda pero cerradas al encuentro. ¿En qué consiste eso? En qué no hay un verdadero registro de qué están necesitando, entonces buscan por buscar y ceden a cuestiones con las que en verdad no están de acuerdo y luego se desilusionan.
¿Tiene algo que ver el hecho de que en nuestra infancia observamos malas relaciones amorosas en nuestro entorno?
– Las malas relaciones son parte de la humanidad ya que las personas somos imperfectas, pero es cierto que haber sido testigo de malos tratos en la relación de nuestros padres implica un antecedente poderoso sobre cómo vamos a posicionarnos el día de mañana como adultos en relaciones de pareja.
Como hayamos tramitado esos tratos primarios será el fundamento de cómo nos comunicaremos con nuestra pareja y cómo permitiremos que nos traten.
Miedo al amor: “Aquí la invitación es a deconstruir lo aprendido para construir una síntesis entre lo vivido y el deseo de lo que queremos vivir”.
Psic. Malena Alonso, #TeamPsicovivir
¿Cómo superar esa predisposición hacia que el amor no es para mí?
Cuando llegan a mi terapia con este tipo de planteamientos los invito a pensar. Y ese pensamiento es impulsado por distintas preguntas que el mismo paciente debe responder:
¿Qué necesito? ¿Qué quiero para mí? ¿Cómo considero que debo ser tratado? ¿Cómo me imagino en relación? ¿Qué experiencias de la relación de mis padres quiero repetir? ¿Qué experiencias transmitidas de la relación de mis padres no quiero repetir?
En todo caso lo más recomendable es asistir a terapia para hurgar en profundidad en la historia de vida de cada persona y así determinar el origen de ese miedo al amor y al compromiso en relaciones de pareja.
Te invito a descubrir en terapia las verdaderas razones por las cuales nos contraponemos a la mágica misión de Cupido: flecharnos y unirnos a un amor real, no perfecto, que nos permita disfrutar la vida y sentir el placer del amor cada día.
Muy Claro es la verdad