Visión en túnel: detonada por ansiedad y estrés
Visión en túnel: detonada por ansiedad y estrés Llevado al ámbito mental, la visión en túnel hace que nuestro pensamiento crítico se reduzca y que tomemos decisiones impulsivas que podrían no ser las más adecuadas. Por @AlondraValen – Asistente de Redacción Cuando conducimos demasiado rápido, nuestra visión se estrecha, de manera que somos incapaces de ver lo que sucede en nuestro entorno más amplio. Cuando estamos sometidos a una situación particularmente amenazante, en nuestro cuerpo ocurren una serie de cambios a nivel fisiológico que nos preparan para afrontar ese peligro. La psicóloga Mariana Hernández, del Team Psicovivir, nos explica que la visión en túnel por ansiedad y estrés, puede ser el resultado de la combinación de una descarga de adrenalina inducida por el miedo que ha generado una amenaza específica y peligrosa. La visión en túnel desde el ojo psicológico La psicología toma prestado de la medicina este símil de la visión en túnel, referida a una pérdida de la visión periférica y la aplica a los procesos de pensamiento. Se dice que una persona está experimentando “visión en túnel” cuando, ante la vivencia de situaciones emocionales intensas, se ve incapacitada de poder prestar atención o considerar varios elementos al mismo tiempo, es decir, enfoca su atención en un aspecto particular de su conflicto. Esto viene acompañado de conductas impulsivas, que pueden traer consecuencias negativas hacia el individuo. Un ejemplo: conducción temeraria luego de una discusión, conductas de agresividad física y verbal, destrucción de objetos y otra serie de comportamientos no razonados. ¿La visión en túnel puede deberse al estrés y la ansiedad? La especialista Mariana Hernández plantea que es muy común que aparezca ante la presencia de estrés y ansiedad y en estados emocionales más crónicos, como la depresión, donde el pensamiento además se muestra ralentizado. Cuando la persona se enfrenta a un peligro real, la visión en túnel puede ser una conducta adaptativa. «Si se ve a un niño a punto de caer por una alcantarilla, es entendible correr hacia él para sujetarlo, incluso si en el camino se cruza una calle sin verificar si vienen autos». Ahora, cuando la visión en túnel se vuelve una pauta de comportamiento habitual, la persona ve disminuida su capacidad de evaluar las distintas situaciones de su vida con objetividad. PSIC. MARIANA HERNÁNDEZ Es frecuente enfocarse en sólo los aspectos negativos, por ejemplo pensar “no soy capaz de pasar ese examen”, “soy una horrible esposa”, “lo he hecho todo mal”. Es común no poder mencionar de forma específica a qué se refiere la persona cuando dice que “todo lo hace mal”, llevándole a generalizar y creer que no tiene las herramientas para enfrentar una situación. La impulsividad: otra seña de la visión en túnel La impulsividad es una respuesta típica ante estos pensamientos provocados desde la visión en túnel. Sentirse acorralado en una discusión puede llevar a alguien a romper un celular contra una pared, terminar una relación a los gritos, consumir cantidades importantes de alcohol para “olvidar” y muchas otras situaciones de “descontrol”. «Especialmente cuando se une a acciones de violencia hacia sí mismo y/u otros, alimentando un círculo de violencia que complica aún más la situación», refiere la psicóloga. Qué hacer en caso de sufrir de visión en túnel Es importante no aislarse. Es típico pensar que nadie quiere escuchar tus problemas, pero es fundamental rodearse de personas que te escuchen e incluso, te permitan distraerte temporalmente. Entender que el mismo monto de estrés que sufre nuestra mente, lo está sintiendo nuestro cuerpo. Desconectarnos e intentar descansar va a permitir mirar de distinta forma la situación. Ponerse en un lugar “seguro”. Si estás manejando un auto, estacionar por un momento. Si estás en una discusión y sientes ganas de gritar y descargarte de forma descontrolada, haz un “tiempo fuera”, aléjate hasta que logres calmarte. Tener presente que todas las conductas impulsivas tienen consecuencias negativas directas sobre uno mismo. Un puñetazo en la pared puede lastimar una mano, insultar a tu pareja puede hacer que se aleje, apretar el brazo de tu hijo puede hacer que comience a temer. Si te sientes decaído, con menos motivación, con alteraciones notables en la alimentación y el sueño, es posible que también estés padeciendo un cuadro depresivo. Busca atención profesional. Los estados de visión en túnel están acompañados de distorsiones en el pensamiento. Si te ocurre con frecuencia, es probable que requieras apoyo profesional para desmontar estas creencias que te llevan a este estado. 6 tips para sobrellevar la visión en túnel Los ejercicios para el control de la ansiedad funcionan bastante bien para disminuir la exaltación corporal que produce la visión de túnel. En la pestaña Herramientas de nuestra página hay ejercicios de respiración que son muy útiles: Es importante estar consciente del cuerpo. Puede avisarnos que se están presentando los primeros síntomas de ansiedad y tendrás más posibilidad de evitar la aparición total del episodio. Practicar una actividad física que permita drenar y/o relajarse es favorable. Identificar las situaciones que funcionan como disparadores de la ansiedad y el estrés. Así podrás anticiparte al tener que enfrentarlos o evitarlos, si es posible. Aceptar que hay momentos en los que va a ser necesario disminuir el ritmo de actividades rutinarias para evitar que se dispare la ansiedad. Si recurres a escuchar música, procura que sea de tipo relajante, no que promueva la activación. Es importante no ofuscarse ante las recomendaciones hechas por conocidos para disminuir la ansiedad. Escucha y toma las que creas que puedes aplicar. No rechaces la ayuda sin considerar las opciones. Recomendaciones de la especialista Mariana Hernández Si es primera vez que sufres este fenómeno y está asociado a una situación puntual, es probable que desaparezca una vez que logres superarla. Hay personas más propensas a sufrir este fenómeno. Si sabes que te ocurre con frecuencia, intenta evitar las situaciones que te lo generan. Ejercita las estrategias que te funcionan para tranquilizarte de forma que ante la aparición inesperada de un conflicto, puedas ponerlas en marcha con rapidez. Sé honesto