SALUD | ¿Sientes ansiedad? La psicología positiva puede ayudarte

¿Sientes ansiedad? La psicología positiva puede ayudarte

Por la Psic. Graziana Blasendorff – 11/12/2020

La Organización Mundial de la Salud (OMS)  sugiere que para tener una vida plena se debe considerar: tener más emociones positivas que negativas, encontrar satisfacción en la vida, descubrir las propias fortalezas, capacidades y virtudes, participar en actividades y contribuir al bien de la sociedad, encontrar un sentido a la vida.

Es importante tener en cuenta que las personas felices se mantienen más sanas, recordando que las respuestas emocionales influyen directamente en la fisiología, en el corazón y en el sistema inmune.

¿En qué se diferencia de otras corrientes la Psicología Positiva?

La psicología positiva es una de las corrientes más recientes que surge en la década de los 90. Se basa en el estudio de las experiencias y rasgos positivos de los individuos, así como sus fortalezas, virtudes, motivaciones y capacidades y de cómo éstos ayudan a mejorar su calidad de vida y a desarrollar su potencial humano.

Se diferencia de las corrientes que centran sus estudios en la patología  y conductas negativas. Sin embargo también tiene sus detractores.

La aplicación de la psicología positiva en el ámbito terapéutico permite a los pacientes gestionar mejor sus emociones. Sin dejar a un lado la existencia de emociones como: la tristeza, la ansiedad, el miedo, la rabia, que también tienen una función adaptativa.

Existen diferentes casos en los cuales puede aplicarse, por ejemplo: pacientes con problemas de autocontrol,  personas que necesiten recuperar  confianza en sí mismos. Todo esto enmarcado de manera coherente, tratando de aumentar y mejorar la valoración de emociones positivas sin llegar a un intento desproporcionado de estar siempre bien  o de evitar circunstancias negativas.

Este enfoque psicológico tiene un basamento científico. Fue creada en 1998 por el Doctor Martin Seligman, de la Universidad de Pensilvania, y desde entonces se han realizado innumerables estudios e investigaciones científicas en el área.

Investigadores de la Universidad de Berkeley, determinaron que el 50% de la felicidad está determinada genéticamente y el 10% determinado por una situación particular.

El 40% restante está completamente controlado por el individuo. Los estudios clínicos han identificado actividades específicas, que de manera intencional, pueden integrarse a la cotidianidad de la gente aumentando su bienestar general y las posibilidades de fomentar el potencial.

Hablemos de la ansiedad

Al mencionar la ansiedad nos referimos a una reacción emocional necesaria para la supervivencia, sin embargo, las reacciones de ansiedad pueden alcanzar niveles excesivamente altos  y ser poco adaptativas en determinadas situaciones.

En la consulta psicológica, la ansiedad se puede observar como síntoma de algún problema (familiar, de pareja, laboral, personal) o como trastorno de acuerdo al DSM IV (Ataques de pánico, fobias, trastorno de ansiedad generalizada, trastorno por estrés, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de ansiedad debido a enfermedad médica o inducido por sustancias).

Beneficios de la psicología positiva en el trastorno de la ansiedad

La psicología positiva permite conocer y aprender a gestionar nuestras emociones,  ayuda a entender que atravesamos por distintas emociones día a día y que existen fortalezas en nosotros que dejamos de ver. Esta situación puede volverse recurrente y en momentos de tranquilidad pensar automáticamente que dejaremos de estarlo, alimentando la ansiedad.

En situaciones de ansiedad podemos olvidar aspectos valiosos de nosotros mismos y a través del autoconocimiento podemos identificarlos para aprender a manejarnos mejor en la vida que deseamos.

Investigadores como Peterson y Selegman hablan de algunas fortalezas como: la creatividad, curiosidad, apertura mental, amor al aprendizaje, autenticidad, valor, persistencia, vitalidad, bondad, amor, inteligencia social, justicia, liderazgo, trabajo en equipo, capacidad de perdonar, modestia, prudencia, autorregulación, apreciación de la belleza, gratitud, esperanza, humor y religiosidad.

El trabajo estará basado en la identificar los recursos y fortalezas con los cuales se cuenta y aprovecharlos, más que centrarse en diferencias con los demás, con la idea de propiciar es nuestro esfuerzo el crecimiento propio, en vez de recordar nuestras debilidades. También permite analizar nuestras reacciones ante la adversidad.

Cuando se vive con ansiedad dejamos de hacer cosas que nos gustan por temor a que parezca afianzada la creencia de incapacidad personal.

Y es donde juega un papel importante la resiliencia como la capacidad para enfrentar situaciones adversas como retos o desafíos más que como amenazas.

Recomendaciones para los ansiosos

Cuando se habla de ansiedad se asocia a personas preocupadas, con un miedo intenso por lo que pueda ocurrir a futuro. Las personas ansiosas se mantienen en un estado de alerta de lo que podría pasar, tratando de mantener el control ante situaciones que no pueden controlar, por ello es importante centrarse en el momento presente y en aquellas cosas que sí se pueden hacer.

Es importante observar si las causas de la ansiedad son objetivas o subjetivas. Por ejemplo, sin son subjetivas significa que no hay nada en la realidad que lo pueda generar. Si la causa es objetiva buscar estrategias que permitan afrontarla.

• Respiración
• Meditación
• Relajación profunda
• Realizar actividades creativas (actividades manuales)
• Establecer rutinas de actividades que nos sean agradables.

Finalmente, si no se logra controlar la ansiedad por los propios medios, pedir ayuda profesional sería la mejor estrategia saludable y de autocuidado.

Sobre la autora: Psic. Graziana Blasendorff.  Psicólogo mención Psicología Clínica, especialista en psicología organizacional y atención de trastornos de ansiedad, depresión, rupturas y cambio.

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