Muchas veces nos aferramos a relaciones que nos hacen daño, creyendo que podemos cambiar a la otra persona. En este artículo te explico por qué sucede esto y cómo puedes liberarte y salir de una mala relación de manera definitiva.
Por: Alberto Barradas – @psicovivir
¿Por qué nos cuesta tanto salir de una mala relación?
Indudablemente, estar en una relación dañina nos desgasta. Sin embargo, la verdad verdadera es que, muchas veces, lo que nos mantiene atados no es tanto el amor hacia el otro, sino la necesidad compulsiva de solucionar lo que no tiene arreglo. Nos quedamos esperando un cambio en la otra persona, como si nuestro amor pudiera salvar la relación.
Y ahí es donde el ego nos juega una mala pasada. Pensamos: «Si yo no puedo cambiarlo, entonces ¿qué dice eso de mí?». Nuestra autoestima se enreda en el intento desesperado de que el otro cambie, y cuando no lo logra, comenzamos a sentirnos mal con nosotros mismos. Es fundamental entender esto para poder avanzar y salir de una mala relación.
La trampa del optimismo y el ego en una mala relación
Aquí es donde muchas personas se pierden: en ese optimismo a lo loco. «Mira cómo te llevo adelante», «mira lo que hago por ti», pensamos. Pero en realidad, lo que buscamos es reconocimiento por nuestro esfuerzo, más que una solución real. Nos aferramos a la idea de que nuestra dedicación puede cambiar la situación.
Pero la verdad verdadera es que el amor no es sacrificio sin límites. No estás obligado a cambiar tu vida solo porque amas a alguien. El amor es de dos, y si la otra persona no hace su parte, no puedes cargar con todo el peso. Salir de esa mala relación se convierte en algo realmente determinante para ti.
¿Cuándo es momento de decir «hasta aquí» y así salir de una mala relación?
Si la otra persona sigue dañándote y, a pesar de tus esfuerzos, la relación no mejora, ha llegado el momento de ponerle fin. Como diría una verdad del tamaño de la catedral: «Hasta aquí me trago el río». No es tu trabajo cambiar a alguien que no quiere cambiar. No te quedes en una relación que solo te hace daño, esperando algo que no va a suceder.
Es crucial que te des cuenta de cuándo las cosas se han acabado y tomes la decisión de salvarte a ti mismo. De ninguna manera puedes seguir en una situación que te consume y una mala relación hace eso, desgastarte. ¡Sal de allí!
Conclusión: Salvarte a ti mismo es el mayor acto de amor propio
Fin del cuento: no puedes cambiar a alguien que no quiere cambiar. Salir de una mala relación es un acto de amor propio, y cuanto antes lo entiendas, mejor. Así que si estás en una situación que te está haciendo daño, es momento de decir: «Hasta aquí». Sálvate, porque nadie lo va a hacer por ti.
Si te sientes atrapado en una relación que te está haciendo daño y no sabes cómo salir, en Psicovivir Internacional estamos para ayudarte. Consulta aquí todas las opciones de atención psicológica. Te aseguro que juntos podemos encontrar una solución.