La salud mental también se entrena
Vía EFE.com
Las restricciones aprobadas para frenar la expansión del coronavirus han vuelto a poner en el punto de mira a los gimnasios, espacios con aforos limitados u obligados a cerrar pese a que el ejercicio fortalece la salud mental, libera estrés, mejora la calidad del sueño y ayuda a superar situaciones adversas.
«Mens sana in corpore sano». Hace 19 siglos que empezó a defenderse esta relación entre la salud física y la mental que describieron los romanos y que, en época de pandemia, vuelve a dibujar un escenario de restricciones, gimnasios cerrados y decretos que no ven esencial este matrimonio cuerpo-mente.
Más allá del deporte profesional, que se rige por cuentas diferentes, la actividad física recreativa no se sube al podio de lo esencial y pierde el partido en un campo con cierre de gimnasios y limitación de aforos y de horarios.
«¿Que si el ejercicio tiene beneficios para la salud mental? Sin lugar a dudas sí, y están demostrados». Así de tajante responde Víctor Padial, experto y vocal de Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Psicología de Andalucía Oriental (COPAO).
Padial diferencia entre deporte, ejercicio y actividad física y acota los beneficios para la salud mental a la práctica que se realiza entre 3 y 5 veces a la semana y con una intensidad moderada.
Asegura que esta dosis de ejercicio aporta tranquilidad, da sensación de euforia, relaja, genera satisfacción y fortalece la autoestima, ingredientes que ayudan a vencer a problemas de salud mental recurrentes en épocas de inestabilidad como una pandemia.
«El ejercicio ayuda a aliviar el dolor, es un buen remedio para la depresión, el más natural y antiguo que se conoce, y ayuda a combatir el estrés y la ansiedad bajando sus niveles», ha añadido Padial, que ha sumado las mejoras fisiológicas de entrenar, como encontrarse mejor, lo que beneficia las relaciones sociales.
La práctica deportiva permite beneficiarse de un mejor flujo sanguíneo, que se traduce en un efecto neuroprotector, y libera sustancias como la dopamina, que da esa sensación de felicidad tan necesaria durante una crisis mundial.
Desde el punto de vista psicológico, Padial ha recalcado que la actual crisis sanitaria ha creado un escenario de incertidumbreagravado por pérdidas -personales, laborales, económicos o de libertad- que se traducen en un ambiente de depresión.
«No tenemos certeza del futuro, el presente está negro y no hay control de la situación, que es la tríada de la depresión, y el ejercicio se reconoce como un remedio natural que puede ayudar en un escenario transitorio, que tiene fin», ha aclarado este experto, que apuesta por fomentar la práctica deportiva pero de manera «segura».
A esta apuesta por mantener la actividad física garantizando siempre las medidas de seguridad se suma también el investigador y profesor titular de la Facultad de Ciencias del Deporte de la Universidad de Granada (UGR) Jonatan Ruiz, que asegura que los beneficios son mayores que el posible aumento de casos.
«Las evidencias científicas muestran que hay limitaciones sin sentido como que no puedas salir en bici de tu municipio», ha apuntado Ruiz, que ha recordado que varios estudios han corroborado que estar en forma reduce la clínica de afectados por la Covid.
«Hacer ejercicio libera estés, ayuda a ser más resiliente, aumenta la capacidad de superar situaciones adversas y, a nivel cognitivo, mejora la calidad del sueño y el rendimiento«, ha destacado Ruiz, que apuesta por incrementar y no reducir las horas en las que moverse, especialmente al aire libre.
Pone como ejemplo los estancos, servicios esenciales abiertos para evitar la ansiedad que puede ocasionar prescindir del tabaco, y pide facilitar también hábitos que sí son saludables como el deporte, «aunque falta que el político entienda que el ejercicio es como tomarte una pastilla».
A los beneficios físicos, como mejorar la capacidad pulmonar, combatir la obesidad y otros factores de riesgo ante el coronavirus, Ruiz ha sumado los psicológicos y ha apostado por seguir los pasos de países como Holanda o Bélgica, sin restricciones en este campo, porque la salud mental también se entrena.