La presión de la edad en las mujeres ¿Se te está pasando el tren?

Vivimos en una sociedad en la cual, por más que intentemos taparlo, las mujeres seguimos siendo vistas con el único objeto de ser esposas y madres. Lo cierto es que el tiempo y las experiencias que hemos vivido, son las que nos han traído a estar o no en ese punto «con la vida resuelta». ¿Se te pasó el tren? Hablemos sobre la incidencia social en la edad en las mujeres.

Psic. Génesis Romero – @psicgenesisromero

Sea cual sea tu situación, tu nivel educativo, tu preferencia sexual y tus convicciones religiosas, siempre habrá alguien que preguntará:

¿Y el novio?, ¿Y cuándo te piensas casar?, ¿Y los hijos para cuándo?… preguntas que, a cierta edad, resultan incómodas y pueden llegar a generar dudas acerca de nuestra trayectoria de vida, de si debimos o no hacer esta o aquella cosa.

Biológicamente y socialmente hay un tiempo para cada cosa

La edad más común para tener hijos es de los 24 a los 30 años. La etapa fértil va hasta los 35 años. Pasado ese límite, pueden surgir complicaciones si se decidiese traer un hijo al mundo.

Estas edades coinciden también con las etapas más productivas de las mujeres, desde el punto de vista intelectual y laboral, por eso no es de extrañarse que muchas opten por dedicarse casi exclusivamente a sus trabajos y a la vida social que las rodea.

Entonces surge este conflicto entre lo que dice la sociedad que debo hacer y lo que actualmente hago y me satisface.

Empieza la duda de si se ha tomado la mejor decisión.

¿Y cuál es la mejor decisión?

Es fácil: la que satisface, la que no hiere a nadie, la que me llena en los aspectos que me importan.

La edad en las mujeres
Y es que nos plantean el ser esposa y madre como llegar a la plenitud, como haber logrado todo. Como si eso definiera lo que somos en la vida.

Y NO. También somos mujeres.

Entonces ¿La mujer que no es madre es menos mujer?

TAMPOCO.

Ambas son mujeres con roles variados: la mujer que es madre, la mujer que es esposa, la que es gerente, por citar un por ejemplo.

Separar estos aspectos nos da una mejor idea de cuánto daño nos han hecho los estereotipos, al punto de minimizar las cualidades y aptitudes de alguien solo por no haber cumplido con un estándar de la sociedad.

Si surgen dudas en ti con respecto a esto, si te has sentido así, el mejor espacio para abordarlo es en terapia.

¡Y ojo! No se te pasó el tren, sencillamente eres una mujer y ejerces tu poder de decisión respecto a tu vida, tu tiempo, tus metas y tus expectativas respecto al tren que decidas abordar y la ruta que decidas recorrer. Que nada te detenga.

Eres mujer, haz que valga la premisa de que tu vida te pertenece. Vive como quieras, sin daños a terceros, pero vive, sin importar los convencionalismos. Amor propio, le llaman.

Sobre la autora: Lcda. Génesis Romero Caldera – venezolana – Psicóloga, egresada de la Universidad Rafael Urdaneta. Actualmente radicada en Colombia. Formación en Psicoanálisis Lacaniano en la Nueva Escuela Lacaniana (NEL). Con experiencia clínica en el abordaje e intervención de pacientes oncológicos, con enfermedades crónicas, y trastornos psicológicos.

Un comentario

  1. Excelente artículo, muy acertado. Tengo 29 años y no tengo hijos, y me han dicho eso muchas veces, también, que debo tener hijos para no quedarme sola, que un hijo hace falta (considero que es algo que nunca he tenido, por ende, no me hace falta). La verdad yo no le hago caso a esos comentarios, me gusta lo que soy y donde estoy, tengo claro que tener hijos no es una prioridad en mi vida y no lo haré para complacer a nadie

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