Desacuerdos en la sexualidad: un problema que erosiona la relación de pareja

En toda relación hay aspectos que generan divergencias y provocan malestar debido a las necesidades dispares de cada persona. La sexualidad, en algunos casos, es uno de esos puntos de desacuerdo en la sexualidad.

Presentamos las recomendaciones de la psicóloga Mariana Hernández para que alcances junto a tu pareja la mejor sincronía y un satisfactorio acuerdo sexual.

Por @AlondraValen, Team Psicovivir

La dinámica de la sexualidad en pareja es un tema de consulta frecuente en nuestros foros. Nunca faltan los desacuerdos que ponen de relieve la posibilidad de terminar la relación ante la presencia de divergencias de criterios y gustos en el ámbito sexual.

De la mano de la psicóloga Mariana Hernández repasamos algunas dudas y las respuestas más favorables para ponerle fin a esos desacuerdos en la sexualidad.

Son muy comunes los tríos y las fantasías sexuales en pareja, pero ¿Qué pasa cuando la persona no quiere incluir a su pareja?

Dentro de una pareja, hay muchos aspectos que deben ser tratados como acuerdos y dependiendo del estilo de relación, es más sencillo o no cumplir algunos de estos.

En un estilo de relación monógama tradicional y conservadora va a ser más difícil sugerir la presencia de otra persona o incluso expresar este tipo de fantasías.

Hay parejas que se permiten tener encuentros sexuales por fuera de la relación, respetando cierta frecuencia y sin repetir compañeros sexuales (para evitar crear una conexión más profunda con otra persona).

Dentro de esta categoría entran los swingers, que van a eventos específicos en los que se intercambian compañeros sexuales.

Hay relaciones que contienen a más de una persona o son abiertas. En éstas últimas, inclusive, uno de los miembros de la pareja puede sentirse satisfecho por el solo hecho de saber que la otra persona ha tenido un encuentro sexual con alguien más.

 Lo importante es que lo que se haga en el plano sexual, sea de mutuo acuerdo y con consentimiento, para evitar los desacuerdos en la sexualidad.

PSIC. MARIANA HERNÁNDEZ

Si uno de los miembros de la pareja busca compañeros sexuales a escondidas para satisfacer distintas fantasías, entonces se comienza a generar situaciones que pueden ser catalogadas de infidelidad y que seguro traerán conflictos si la otra persona llega a estar en conocimiento de esta situación.

Es importante revisar si la búsqueda furtiva de compañeros sexuales no esconde el propósito de crear motivos para terminar la relación con la excusa de sentirse insatisfecho sexualmente.

¿Hay implicación en la salud mental por el hecho de que existan desacuerdos en la sexualidad?

Los problemas de sexualidad dentro de la pareja pueden generar montos importantes de estrés que pueden poner en riesgo incluso la relación.

La sexualidad juega un rol importante en la psique, porque es un espacio de placer y al ser compartido con otro, hay un reconocimiento propio de ser deseado y de desinhibición, que no suele exteriorizarse en otros ámbitos.

Se accede a realizar ciertas prácticas sexuales solo por complacer a la pareja.

En detrimento del placer propio, se puede poner en riesgo la autoestima propia, llevar a la persona a auto percibirse como un objeto y no un sujeto.

Esto puede generar en primer lugar ansiedad y luego derivar a cuadros más complejos de depresión e ira. También puede desencadenar situaciones de anorgasmia, vaginismo, dificultades en la erección, lo que implica una afectación importante de la función y disfrute sexual.

En especial, para los hombres a nivel cultural, no poder mantener una erección les hace cuestionarse su “valía personal” fuera de la intimidad.

Si uno de los miembros de la pareja sabe que su compañero/a tiene encuentros casuales con otros para satisfacer fantasías y no está de acuerdo con eso, pero lo permite, también comenzarán las dudas acerca de ser o no deseado/a e incluso, aparecer ideas de buscar también compañeros sexuales que devuelvan esa valía que, dentro de la sexualidad, requiere reconocimiento.

¿Cómo se deben tratar los desacuerdos en la sexualidad en la pareja?

En principio hay que considerar la confianza y comunicación que existe dentro de la pareja. Se puede sacar el tema de manera impersonal, para ver la reacción del otro.

Si hay una recepción positiva, se puede hablar más directamente y expresar los deseos y fantasías y, quizás proponer a la pareja experimentar con algo sencillo dentro de la fantasía y ver cómo lo vive la otra persona.

Si te encuentras con el rechazo de tus ideas, solicitar respeto y plantear un escenario de fantasías que sea posible compartir juntos.

Las fantasías más difíciles de aceptar se relacionan con perversiones tales como el sadomasoquismo o aquellas que involucra a compañeros del mismo género o vestirse con ropas correspondientes al género contrario.

Desacuerdos en la sexualidad de pareja
Hay personas que pueden llegar a cuestionar la orientación sexual de la pareja y eso trae algunas inseguridades.

Otra forma es mirar juntos videos referidos a estas fantasías, en caso que la pareja no acceda a realizar las prácticas. Esto igual permite crear un vínculo entre ambos y acompañar al otro en ese espacio íntimo.

¿Cuál es el objetivo del deseo simultáneo?

El deseo simultáneo se relaciona con la práctica de alcanzar el orgasmo al mismo tiempo. Se pretende lograr un momento de conexión más profundo que cuando cada miembro de la pareja alcanza el orgasmo en momentos distintos.

Se aspira a tener una mayor conciencia del placer del otro y adelantarse o hacer pausas para tratar de alcanzar juntos ese objetivo.

Implica una lectura corporal y de conocimiento del proceso de placer creado entre ambos.

Desde la visión tántrica del sexo, este es uno de los objetivos a alcanzar en la intimidad. Permite un momento de desinhibición que conecta con las propias sensaciones y las del compañero/a al mismo momento. Un instante compartido irrepetible.

Sin embargo, no es indispensable para tener encuentros sexuales placenteros.

¿Cómo evitar los desacuerdos en la sexualidad en la pareja?

La palabra fundamental es acuerdo y consentimiento. Incluso hay parejas que cada tanto ceden ante una práctica sexual que no es de su agrado para complacer a la pareja y viceversa.

Encuentra los aspectos comunes y poténcialos, para que sean disfrutados de forma que esas diferencias que se dejan excluidas no generen un peso importante de malestar.

Incluso plantear argumentos para tratar de convencer a la pareja de intentar algo nuevo, no desde el reclamo, sino desde la curiosidad, de la expectativa y la promesa de placer.

Si la práctica de la sexualidad genera ansiedad, falta de placer e incluso, se experimenta rechazo ante la posibilidad de intimar, es importante acudir a un especialista y verificar que no haya dificultades biológicas y luego, los aspectos psicológicos que pueden estar involucrados.

Muchas veces los juicios y prejuicios propios se vuelven una barrera ante el placer. La sexualidad es un elemento fundamental de una relación de pareja y su afectación trae consecuencias en los otros ámbitos.

Puede generar irritabilidad, culpa, causar señalamientos y discusiones que incrementarán las tensiones y cerrará canales de comunicación. Los problemas en el ámbito sexual son tan importantes como el económico, el social, la familia y otros. Recomendamos tratar los desacuerdos en la sexualidad en psicoterapia, preferiblemente.

4 respuestas

  1. El problema para mi surgió después de que tuvimos sexo con otras personas, se convirtió en una obsesión para él, hasta el punto de que si no lo hacía se molestaba y me decía que me iba a dejar por eso, lo disfruté pero para mi era un escape en momentos el quería que todos los fines de semana solo hiciéramos, me pedía que seduciera a amigos, que tuviera conversaciones morbosas y se las pasara. Creo que fue como su artículo me convertí en un objeto sexual para el. Solo quería compartir mi experiencia ?

  2. Hola Sandra.
    Gracias por compartir tu experiencia!, es muy enriquecedora e ilustra muy bien los problemas que la falta de acuerdos trae dentro de una relación en el aspecto sexual.
    El «tabú» que aún existe para hablar de estos temas permite gestar algunas obsesiones que una vez conseguidas, no se les quiere dejar ir. La renuncia es a veces peor que no haber tenido nada en un primer lugar!.
    Considero que en la medida en que sea más sencillo hablar de la sexualidad, de forma directa y sin complejos, será más saludable la experiencia para la mayoría.
    Saludos!

    Lic. Mariana Hernández
    Ig: @mariana.h.psicologa

  3. En mi experiencia; yo soy bastante abierto y experimental, todo bajo un margen de prudencia y honestidad real, porque está última he llegado a la conclusión de que es para quien puede no para quien quiere, tuve parejas en las que la cama se enfriaba mucho y además se valían de argumentos pacatos y enjuiciaban mi punto de vista, lo que también me llevó a sentir incomodidad y molestia porque creo que tiene que haber una propensión a experimentar con tu pareja, creo también que las parejas están para eso, pero si comentarlo, proponerlo y sugerirlo tiene como resultado juicios, críticas e incluso malos ratos, al final que es lo que se tiene que hacer? En mi caso me frustraba era que tenía que renunciar a esa parte de mi, vamos a llamarla «libre de prejuicios» para estar con esa persona en una relación tradicional y próspera en otros aspectos, y me siento validado con tu criterio profesional cuando le das la importancia que merece, equiparada a lo económico, social e incluso personal. Como se hace con la frustración? Gracias de antemano. Muy buen artículo.

  4. Hola Paul! gracias por tu feedback.
    Así es, es muy común encontrarse con el prejuicio de la pareja cuando se proponen actividades fuera de lo considerado «standard» y esa sensación de tener que sacrificar algo propio en función de la pareja ´puede pasar.
    Cómo manejar la frustración? pues depende de la intensidad en la que la estés experimentando y de lo que implique para ti. Es algo con lo que estás dispuesto a lidiar o son cosas que quieres experimentar a toda costa?. Tomando eso como base, puedes empezar a mediar contigo mismo en cuanto a eso, sobretodo porque es algo que no se encuentra completamente bajo tu control, requieres de la aceptación y participación de un otro.
    Y sí! a veces las parejas no tienen ningún interés en experimentar!. Aquí es donde hay que poner en una balanza lo que se espera, lo que se desea y aquello con lo que se está dispuesto a negociar, con el otro y contigo mismo. Encontrar un punto con el que te encuentres a gusto,
    Espero que te sea de ayuda.

    Lic. Mariana Hernández
    Ig: @mariana.h.psicologa

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