El peso emocional de los traumas infantiles en la vida adulta
Las vivencias de nuestra niñez tienen un peso decisivo sobre nuestra personalidad y nuestra forma de sentir y de actuar. Por ello, cuando sufrimos traumas infantiles, estos pueden tener un enorme peso a lo largo de nuestra vida.
En esta entrega conversamos con la psicóloga Paula Cadavid sobre las lesiones psicológicas de la niñez que afectan para siempre el inconsciente.
Por @AlondraValen – Asistente de Redacción
Pocas cosas marcan tanto a un individuo como el haber experimentado traumas infantiles. Ninguna etapa en la vida de una persona es tan intensa, ni tan vulnerable como la infancia.
Como todos los traumas, se trata de lesiones psicológicas que dañan de manera permanente el inconsciente. Se trataría por tanto de un daño emocional, fuerte y duradero, que llega a marcar la personalidad del individuo.
En este sentido, muchas personas ni siquiera son conscientes de la existencia de dichos traumas infantiles. Para profundizar más en este tema, abordamos a la psicóloga Paula Marcela Cadavid, especialista del Team Psicovivir.
¿Qué son los traumas infantiles?
Llamamos trauma infantil a una situación altamente estresante para el menor que supera su manejo y control exponiéndolo a una inestabilidad emocional, la cual podría ocasionar un estrés que podría incluso llegar a ser traumático.
Estos factores de estrés pueden impedir su equilibrio mental y emocional, comprometiendo también, en ciertos casos, su integridad física.
¿Cuáles son los principales síntomas de los traumas infantiles?
Los más recurrentes te los voy a listar para que queden muy claros:
- Cambios en el sueño: dormir demasiado o muy poco y de una forma muy interrumpida.
- Cambios en su alimentación: manifestar poco apetito o procurar atracones de comida.
- Dificultad para prestar atención y responder por sus actividades académicas y tareas de la casa.
- Aislamiento: tienden a dejar de jugar o a hacerlo pocas veces, rompiendo su rutina.
- Mutismo selectivo: eligen dejar de hablar y se vuelven cada vez más introvertidos.
- Cambios en su estado de ánimo: pueden pasar de estar tristes a irritables.
¿Qué ocurre a quienes han sufrido el trauma infantil del abandono?
En la adultez, la forma de vincularse a los demás es de una forma ansiosa o ambivalente. A este tipo de personas le cuesta mucho soltar y dejar ir a una pareja, o algo que le genere placer y satisfacción. Magnifican el concepto que tienen del otro o a lo que se aferraron y no están dispuestos a sufrir otra pérdida.
Un niño rechazado y humillado ¿Cómo es de adulto?
Son personas que se vuelven muy frías, indolentes y vengativas. Hacen sufrir al otro así no sea de forma consciente. Necesitan el control para no volver a exponerse a una situación donde se sientan vulnerados, evitan exponerse al dolor. En este caso hay un baja auto estima, lo cual hará sentir a la persona no merecedora e insuficiente para los demás.
¿Qué puede ocasionar en la adultez un trauma infantil no superado?
Cuando una situación traumática no se resuelve de forma oportuna en la niñez, en la adultez se puede reflejar desde dos vertientes.
La primera, en sus conductas. Y la segunda, según como haya organizado esta información, el concepto que creo de sí mismo, de los demás y del mundo, lo que en psicología llamamos la triada cognitiva.
Por tanto, son personas que en la adultez, al no contar con los suficientes recursos internos, pueden llegar a resolver sus problemas de una forma negativa, no controlan sus impulsos, por ejemplo, se convierten en una persona maltratadora tanto física como verbalmente.
¿Cuáles son esos eventos que pueden exponer a un menor a traumas o factores estresantes?
- Vivir el acoso escolar.
- Maltrato psicológico verbal.
- Maltrato físico.
- Abuso sexual.
- Abandono por parte de sus cuidadores principales.
- Presenciar un accidente trágico.
- Vivir en un hogar donde hay violencia intrafamiliar, drogas y abuso de alcohol.
- Duelo por separación de padres o pérdida de una figura de apego, por ejemplo, la mamá o el papá principalmente, o su cuidador principal.
¿Qué le recomienda a un adulto que viene arrastrando traumas infantiles?
Insisto en que la mejor forma es por medio de un acompañamiento psicoterapéutico, porque es un espacio donde, primero que todo, la persona puede compartir con entera confianza lo que le está ocurriendo y lo que no ha podido superar. Es un espacio libre de juicios y lleno de compresión y empatía.
En psicoterapia buscamos mutuamente, en primer lugar, cómo resignificar este momento para lograr cerrar ese ciclo de la mejor manera. Luego, perseguimos modificar las percepciones que estén influenciando de manera negativa en nuestras acciones e identificar de dónde viene o qué parte de la vida influenció tanto para que hoy sea un factor estresante y que no esté aportando a tu bienestar personal.
Los espero en consulta.
Tengo mucho sentimiento de culpa por cómo he estado criando a mi hijo, maltratándolo verbalmente, físicamente… Me odio, suelo decir no volveré a hacerlo, le pido perdón por tratarlo mal, pero reincido, pierdo la paciencia y el control de mi ira. mi hijo es lo que más amo en el mundo y no me perdonaré jamás ser tan dura con él. Quiero cambiar para poder minimizar el daño que le haya ocasionado a mi hijo
Este problema lo estamos viviendo con una sobrina, sus padres se divorciaron cuando pequeña la niña se aisló que no tuvo amigas ni buscaba compartir ni con la flia, a los 15 años se enamoró de un maltratador salió embarazada y tuvo estrés post parto hoy dia sufre de depresión y maltrata mucho a su niña quiero ayudarla y no se deja y no sé cómo
Yo siento que soy un adulto que fue maltratado en su infancia rechazado, criticado, con una crianza dictatorial, madre ‘nulamente’ afectuosa y ahora de adulto cuando expreso que necesito afecto físico de pareja compañero de vida (de hecho he estado 8 años sin tener pareja y antes cuando la tuve me costó bastante encontrar alguien y no resultó) las personas, amistades, familiares a quienes les expreso este sentimiento pareciera no importarles o me responden que así sola estoy bien,me encuentro poca empatía hacia mi situación ya pasados mis 40 sin casa propia, sin hijos, sin pareja y no recibo ni palabras de apoyo moral ni de ánimo hacia cualquier acción que quiero ejercer para cambiar mi situación, estas amistades, familiares y conocidos les parece más oportuno que me quede como estoy aún cuando expreso que no soy feliz.
Gracias por el artículo. Es una pena que todavía se estén arrastrando traumas de la niñez, cuando en etapa adulta se trata sólo de vivir una vida distinta.
Tengo 36 años, tengo problema con mi mamá, quisiera expresar muchas cosas, entre tantas es q hace muy poco me dio unas cachetadas, según ella por q soy una grosera, falta de respeto, y pare de contar, ella siempre ha sido muy así, ofensiva al hablar, y bueno este es un tema bastante largo, creo q llevo resentimiento, actualmente ni la bendición me responde y obviamente deje de pedirla…!!! Vivo en su casa, pero en una anexo que construi yo, siempre he trabajado, no voy a decir q soy la mejor hija porque obviamente somos seres humanos y cometemos errores, pero a estas alturas de la vida q me pegue solo por q no estoy de acuerdo en algo o simplemente por no quedarme callada….!!! Q me dicen ustedes…?
Fuí maltratada de niña por mi mamá y su familia, hasta fuí objeto de actos lascivos por parte de un hermano suyo. Busqué y sigo buscando ayuda para superar su maldad. soy una mujer independiente casada y con hijos, y ella sigue siendo tóxica. Afortunadamente logré hacer terapia antes de tener hijos para no repetir lo mismo.
Yo en mi infancia me llene de culpas, mis padres vivían discutiendo y llegaban a los gritos, me terminaba culpando porque a veces era para defenderme. Mi mamá sufre de hemoglobina baja y en discusiones fuertes se desmayaba, yo pensaba que se iba a morir y mis hermanos siempre me echaban la culpa…
Y vi como mi padre maltrato una vez a mi hermana mientras la arrastraba jalandola por el cabello, a mi directamente no me maltrataron físicamente…
Mis padres se separaron pero me resultó aún más difícil porque ambos siguieron viviendo bajo el mismo techo, por lo que las discusiones entre ellos siguieron y empeoraron. Hasta mi padre llego a decirme que mi mamá nos quería poner en su contra… Me debatía entre uno y otro sin saber de que lado debía estar en todo eso (siempre fui más apegada a mi papá apesar de pasar más tiempo con mi mamá, pues ella se quedaba conmigo en la casa). Al final creo que todos nos colocamos del lado de mi mamá porque mi papá decía cosas que no nos agradaban (tenía para ese entonces como 13 y siguió como hasta mis 16) luego se dejaron de hablar pero seguían viviendo bajo el mismo techo, yo seguía hablando con mi papá pero no me gustaba que me pusieran de por medio para pasar mensajes entre ellos.
Luego creo que al graduarme todo empeoró.
Mi padre se cerró en si mismo y casi no nos hablábamos.
Desde que me gradué nuestra relación se fue abajo. Y como desde hace 3 años mi papá lanzaba insultos cuando hacía cosas malas o cuando le respondía. Es verdad que me volví un poco difícil y que suelo tener un carácter pesado cuando me molesto, pero creo que fue a causa de todo lo que había vivido, aunque la verdad no sé, quizás eso no tenga nada que ver.
También que en secundaria la pasé muy mal, algunos se burlaban de mí y me sentía sola en ese lugar. Y que durante mi infancia no tuve verdaderos amigos.
O al menos no se quedaron, otros me dieron la espalda y se rieron de mi.
De eso tampoco nunca les conté a mis padres, todo me lo guardaba para mí.
Desde finales del 2018 o comienzos del 2019 comence a recibir maltrato verbal por parte de mi padre, decía que era una porquería entre otras cosas… Yo me echaba a llorar y no le decía a mi mamá para evitar que volvieran a discutir por mi culpa.
A veces le respondía, para que dejara de hacerlo. Pero no ganaba nada y se molestaba más.
Hoy en día aún lo hace, cuando hago un comentario desde mi punto de vista y a él no le agrada me habla mal, cuando hago algo de forma errónea.
En el 2018 lo que más me dolió fue que cuando se enfermo yo me quedé ahí con él, cuidándolo. A veces ni dormía. Y nunca aprecio eso, siguió tratándome mal y ofendiendo me después de mejorar.
A veces tenemos pequeños momentos de paz, donde hablamos bien y hasta reímos.
Pero trato de no hablarle mucho por temor a decir algo malo y vuelva a ofenderme.
Aunque en las últimas semanas no me ha ofendido, se molesta igual y se va, pero no recuerdo que me haya dicho cosas malas…
A veces no lo entiendo, me siento mal al hablar de él porque siento que estoy siendo mala hija. En el fondo, al recordar los momentos buenos de la infancia, siento que aún tiene salvación nuestra relación. Pero siento que él no pone de su parte, y en ocasiones puede que yo tampoco.
El siempre ha sido de imponer su forma de pensar, creo que yo también. Así que por eso se nos hace más difícil hablar.
A veces pienso que todo es culpa mía, me creo cuando me dice que soy mala hija y no se que hacer.
Por esa causa (traumas infantiles) es que me niego a tener hijos…
Mi caso es el siguiente:
Se que siempre desde niña he sido diferente, mi forma de comportarme pero pese a eso mis primeros 8 años fueron de total felicidad, padres que me amaban, consentida y todo lo necesario para una vida feliz, pero mi mamá falleció repentinamente, a mis 8 años la consegui tirada en el piso, tenía un aneurisma, de alguna forma sin saber reaccione bien y logré conseguir ayuda pero sin embargo llegó a la clínica con muerte cerebral, eso me marco de por vida y cambie dramáticamente, me autoflajelaba, desde entonces tengo problemas de sueño, asma y diversas enfermedades. Adicional, tuve que crecer muy rápido y ayudar a mi papá con mi hermana menor (5 años en ese entonces) pasando días entre casa de mis abuelos y tíos por temas de que a mi papá por el trabajo se le complicaba todo. Sufrí abuso sexual por parte de un primo entre los 9 y 10 años, nunca dije nada por miedo. Siempre trate de sobresalir en todo para no causarle molestias a mi papá, mis manias busque «controlarlas» para no molestar á nadie y me dedique a todo hacerlo para que no hubiese problemas pero en la adolescencia mi papá se volvió a casar y esa persona no fue nada amable conmigo y me volvi muy rebelde, explote y tuve episodios de ira, las manias volvieron y creí volverme loca. Mi papá murió cuando cumplí los 17. De allí fuimos mi hermana y yo contra el mundo, me aleje de la familia, nunca he sido persona de tener muchos amigos, realmente prefiero estar sola así que me aleje de todos, tuve problemas de alcoholismo, pero conocí a mi pareja actual (tenemos 15 años juntos) y me ayudo a mejorar, cambiar y a llevar una buena vida, tengo una hija que es mi vida. Pero en los últimos 2 años me descontrole, volvieron los problemas de salud, ataques de ansiedad casi a diario al punto de terminar en urgencia o en diferentes médicos especialistas pero dicen que no tengo nada y creen que he simpatizado todo a nivel físico, Cambios de humor drásticos, no me concentro y mi trabajo y vida personal están hechas un desastre. Mis manias están descontroladas al punto que hay días que hasta el minimo ruido me descontrola, cuando salgo a veces tengo como lapsos en los que me voy completamente y termino en algún sitio que ni se cómo llegue alli, he pensado hasta en el suicidio y la verdad no quiero que esto me siga afectando ni afecte a mi hija.