Sin lugar a dudas, una de las cosas más complejas de entender en este mundo son las relaciones de pareja, sobre todo porque hay tantos convencionalismos sociales, tantas reglas que se ponen para amar al otro que incluso pueden verse hasta irracionales. Y justamente esas complicaciones son las que terminan por acabar con el amor.
Sin embargo, a pesar de que el amor se acaba, muchas personas siguen insistiendo en permanecer juntas. Pareciera que hay algo que las aferra a las relaciones insatisfactorias, hasta la circunstancia crítica de no solo perder al otro, sino peor aún: perderse a sí mismos/as.
De eso hablaremos de entrada, de si es posible estar en una relación sin amar al otro. Vamos a continuar para ver qué nos depara este asunto.
¿Realmente sabemos lo que son las relaciones de pareja?
Parece una pregunta con una respuesta obvia que no necesita de un especialista para ser respondida, pero curiosamente el tener una definición inadecuada de relación de pareja es lo que ha provocado que muchas de ellas terminen o se mantengan por compromiso.
En determinados momentos, solemos ver a las relaciones de pareja como nuestra salvación, la que nos libera de la prisión de nuestros padres sobre protectores o de una soledad difícil de manejar, en otros momentos, vemos a las relaciones de pareja como un medio para un fin, como una cosa que solo está para satisfacer nuestras necesidades básicas. Para más nada. Todas esas definiciones siempre van a estar vinculadas a expectativas, y para bien o para mal esas expectativas no son cumplidas con frecuencia, provocando así la pérdida del amor y de la conexión con el otro.
Una relación de pareja, desde un punto de vista saludable, es la que establecemos con una persona con la que hemos estrechado un vínculo de intimidad, de amor, de compromiso y de apoyo. Pero no es un vínculo unilateral, sino uno mutuo, recíproco.
En este sentido este amor no parte de un compromiso basado en la obligación; al contrario, es un compromiso basado en la decisión, es cierto que al inicio el amor es más sensual, porque suele asociarse a elementos sexuales y eróticos, pero en la medida en que va madurando esa relación de pareja, la estrechez de lo recíproco se levanta y se fortalece dentro del vínculo.
Como vemos, no se asocia con convencionalismo ni con obligaciones no decididas conscientemente, sino con una entrega genuina entre dos personas que saben bien que en el amor no hay garantías, pero que independientemente de eso quieren estar juntos hasta donde los lleve el mar.
Ahora bien, cuando eso no se cumple y la relación de pareja está condicionada por el qué dirán, por valores del pasado que no se aplican en la actualidad y por obligaciones incómodas, el amor se esfuma y solo queda la costumbre.
¿Se puede vivir así en una relación de pareja? Por supuesto que sí. Solo queda preguntarnos: ¿A qué costo?
Veamos cuáles son los factores que provocan que, pese a que el amor se esfumó, las personas sigan en relaciones insatisfactorias.
¿Por qué seguimos juntos si ya no nos amamos?
Buena pregunta, ¿no lo crees? Y es seguro que en algún momento te llegaste a preguntar eso. Pareciera fácil tomar una decisión de separarse de esa persona que en algún momento amamos, pero no es así. Existen diversos elementos que están ligados al mantenimiento de una relación de pareja donde ya no hay amor.
- Comodidad y Costumbre: Esto esconde un miedo a la soledad, a no ser lo suficientemente buenos para conseguir una relación satisfactoria. La comodidad y la costumbre están ligadas a la evitación del malestar que provoca comenzar de nuevo, esa incertidumbre que nos induce a pensar que fuera de esa relación no hay nada para nosotros. Con frecuencia, usamos la excusa de la rutina y de la expectativa de que todo cambiará y mejorará, pero al final termina siendo una ilusión que usamos para engañarnos y para no enfrentar el malestar de la pérdida.
- Compromisos externos: Aquí entran los prejuicios y los miedos por el qué dirán. Muchas relaciones se encuentran prisioneras de las convenciones sociales que te dicen qué debes hacer si tu relación falla, que te expresan que no puedes dejar a tu familia, porque hay hijos de por medio que van a sufrir; porque no tendrás un apoyo financiero o porque está mal delante de los ojos de Dios. Se puede presentar de distintas formas, pero al final todo se reduce a presión social.
- Expectativas irreales: El amor es hermoso, pero la misma sociedad lo ha cargado de fantasías, de cuentos de camino que no se asocian a nuestra realidad como seres humanos. Tanto es así, que se dice que el verdadero amor se sufre, porque justamente es la manera de mostrar que puedes estar en las buenas y en las malas, que todo será perfecto para toda la vida. Por tener esas expectativas, se suele aceptar y aguantar relaciones de pareja basadas en el maltrato y el abuso.
Todo esto tiene un impacto en las diferentes partes de la relación de pareja y aspectos psicológicos como:
- La frustración
- La infelicidad
- La baja autoestima
Todas estas emociones suelen estar presentes en este tipo de vínculos. Y además de eso, limitan el crecimiento personal y el desarrollo de relaciones satisfactorias.
¿Si se pueden tener relaciones sin amor? Solo que tenemos que ver la otra cara de la moneda; esto es, las consecuencias desafortunadas que provocan estar dentro de ellas.