Duelo por mascotas: un dolor socialmente invisible

La conexión que establecemos con nuestras mascotas es profunda y significativa. Son compañeros leales, fuente de alegría y amor incondicional. Sin embargo, cuando ese animalito ya no está en nuestra vida, no solo nos enfrentamos a una gama de emociones que pueden resultar abrumadoras, también nos exponemos a la falta de empatía social. Exploremos el duelo por mascotas.

 Por Psic. Nicol Duarte – Especialista Team Psicovivir

Cuando una mascota llega al grupo familiar se convierte en un miembro más de la familia. Quién lo ha experimentado reconoce muy bien la pérdida de un compañero de vida, el profundo dolor por la ausencia de ese querido amigo que ya no volverá.

El duelo por mascotas no siempre depende del paso del tiempo, sino del trabajo emocional que se realice mientras se transita.

Cuando hablamos de duelo, relacionamos esta palabra directamente con la pérdida de un ser querido, y la verdad es que tiene muchas caras.

El duelo es ese doloroso proceso emocional ocasionado por la pérdida de algo que para ti era muy significativo, algo que tenía un gran valor en tu vida, algo que por causa de la ausencia desata un sinfín de emociones.

La pérdida de una mascota también es un duelo

Ahora bien, ¿Qué nos sucede luego de que ya no están?

Este estado emocional implicaría un esfuerzo activo por elaborar la muerte o pérdida por parte del doliente (Stroebe, Shut, 1999).

A diferencia de la muerte de un familiar humano,  el dolor que se vive tras la muerte de una mascota, viene invalidado de manera social. Prácticamente se espera que el dolor sea invisibilizado. Se tejen juicios sin compasión y se anula lo que la persona en duelo por su mascota está sintiendo.

De allí que el esfuerzo activo para superar el duelo puede verse interferido por comentarios desafortunados como: 

«No pasa nada, es solo un animal” .

“¿En serio estás sufriendo por un perro?”

“Cómprate otro gato y se acabó».

Comenzamos a disminuir esta pérdida y a querer reprimirla, cuando la verdad es que nos ocasiona un gran estrés.

¿Qué sentimos cuando fallece nuestra mascota?

Cada persona tendrá un proceso de duelo diferente, pero ante esta situación, se puede llegar a experimentar: fase de evitación, fase de confrontación, fase de restablecimiento y el trabajo de duelo en sí mismo (parte muy importante para que el duelo esté reconstituido).

Fase de evitación del duelo: cuando el dolor se encuentra en la sombra

En el caso de la pérdida de nuestra amada mascota, comenzamos a sentir que no es cierto, y entramos en un embotamiento.

Arranca un ciclo que solo nos sesga de la realidad en un primer momento, y es el no aceptar que la pérdida de nuestro querido amigo es un hecho. Y que este trae consigo una serie de cambios radicales entre los cuales nos cuesta creer que ya no estará.

Afrontando el dolor: la fase de confrontación en el proceso de duelo

Según Bowlby, en esta fase se sienten las emociones más intensas, aunque la expresión de estas es variable.

Aquí hay una fuerza interna que nos mueve en la búsqueda constante de recuperar aquello que perdimos, comenzamos a añorar y a anhelar a nuestro compañero en pequeñas cosas:  a las horas de las comidas, en sus baños, cuando se compartía solamente de su presencia y los ruiditos constantes de sus pasos, su respiración, sus ladridos o ronroneos, que al no encontrarlos o no escucharlos, puede hacernos sentir vacíos.

Es común experimentar en este proceso la culpa después de la perdida de una mascota, nos cuestionamos si le dimos suficiente amor, atención o cuidado. También llegamos a sentir impotencia por «haber podido hecho más».

Tal vez, llevarlo a un mejor veterinario e imaginamos posibles escenarios de lo que pudimos haber hecho y donde muy probablemente el solo hecho de pensar que podríamos tener otro compañero, nos hace sentir que estamos traicionando a la mascota fallecida.

Renaciendo después de la pérdida

Tolerando la etapa anterior, podemos llegar a aceptar que la pérdida es permanente y solo hay que reorganizar y moldear nuestras vidas de una buena forma.

El trabajo de la sanación en la pérdida: trabajo de duelo emocional

Al estar sumergidos en una montaña rusa de emociones, en estos momentos de oscuridad, puede surgir la pregunta:

¿Es necesario buscar ayuda de un especialista en psicología para llevar el proceso de duelo emocional?

Y la verdad es que en ocasiones, sí.

Cuando sentimos que no avanzamos, que estamos estancados, el dolor no cesa por un periodo de tiempo, nos sentimos avergonzados con lo que sentimos, cuando la culpa no trasciende, la verdad es que sí.

Es por ello que tenemos que empezar a vernos con ojos de amor y reconocer que muchas veces necesitamos de ayuda y apoyo de alguien que con su linterna alumbre nuestro andar.

Vivir el duelo emocional de la mano de un especialista

Para atravesar estos duelos por mascotas, es importante y reconfortante ayudar a la persona en este proceso, sentirse comprendido y aceptado.

Desde nuestro espacio terapéutico, miraremos tu duelo desde el dolor que significa para ti esta pérdida, ayudando a encontrar formas para honrar su recuerdo con amor.

Te proporcionaremos herramientas y técnicas para abordar el duelo  según tus necesidades. Nuestro objetivo es ayudarte a encontrar formas saludables de afrontar la soledad, y buscar conectarnos nuevamente con esas actividades que brindan consuelo y significado en esta nueva etapa de la vida.

La terapia puede ser útil para explorar estos sentimientos, desde una visión empática y efectiva. Sin duda alguna, acompañarte en este proceso lo hace menos pesado, especialmente porque de nuestra mano, encontrarás formas de seguir adelante, perdonarte a ti mismo y reconciliarte con la vida, tras la pérdida de ese amado amigo que ahora renace en la memoria de tu corazón.

Sobre la autora:

Soy Nicol Duarte, psicóloga egresada de la Universidad Bicentenaria  de Aragua. Dada mi experiencia en la parte clínica, en el Team Psicovivir brindo acompañamiento psicológico a adultos, y tengo destrezas en el abordaje de los trastornos del humor, depresión, ansiedad y otros trastornos del estado anímico. ¡Te espero en consulta!

9 respuestas

  1. Hermoso 💚 gracias por compartirlo, perdí a uno de mis gatitos en marzo, solo leyendo el articulo me voy en llanto, a veces no se si superaré la pérdida o sólo aprenderé a vivir con eso. Tengo otro gatito y no imagino perderle creo que me desplomaría totalmente, estoy en terapia y espero poder lograr entender el duelo como un proceso que hay que vivir pero sin dejar de vivir. Gracias

  2. Mi esposo estuvo casi un año deprimido por la perdida de nuestra perrita. Aunque se veía bien, todas las noches lloraba desconsoladamente. A mi también me dolió, pero a él le fue peor y tuve que ayudarle a superarlo

  3. Hola hola Yuleima! gracias por pasar por aquí y brindarnos un poco de tu historia…

    no puedo imaginarme lo mal que la has venido pasando con este proceso doloroso, puede que en estos momentos te encuentres percibiendo las cosas desde la añoranza y que te hace sentir que estás allí, sin salida, lo que sí puedo prometerte es que podríamos sostenernos de que Yuleima volverá a ser ella de nuevo en algún momento, mientras podríamos abrazar esas partes que poco a poco se irán construyendo, dándote un espacio para sanar, así tal cual «Vivir pero sin dejar de vivir»

  4. Hermosa reflexión, perder a un ser amado es este caso un perrito mi bebé Thor ha sido uno de los dolores más grandes que marcaron mi vida, sentí que la vida se detuvo y se fue un pedazo de mí. Al leer el artículo me di cuenta que pase por todas las fases. No debemos minimizar el dolor del otro, es tan válido como el peder un ser humano. Es parte del proceso de sanar soltar cada una de las emociones que nos invaden. Sin embargo me quedo con unas palabras que dijo kafka una vez : aunque no te vea, ante tu muerte, pasas de estar conmigo a estar en mí.
    Gracias Nicole por compartir este bello artículo y empalizar con el dolor del otro. Un abrazo apretado y éxito. 🙌🙏❤🐾

  5. Oye Laura un fuerte abrazo para ti y para tu esposo! qué bueno que tuvo una mano extra en este proceso doloroso, en donde pudo depositar este dolor que es invisibilizado y tú lo pudiste validar y contener

  6. Perdí a mi gordo hace dos meses, nunca me había sentido tan triste y vacía. Socialmente, la pérdida de una “mascota” es solo eso, pero para mí ha sido devastador. Abiertamente puedo admitir que se convirtió en un trauma, ya que de hecho hace unos días mi perrita tuvo un síntoma parecido al de mi gordo cuando se enfermó y entré en un ataque de pánico por el temor de volver a sentir una pérdida así. Rocko era todo para mí, mi mejor amigo, confidente y alegría. Fui a terapia, pero en vez de tratar el duelo lo relacionaron hacia un tema mío, es decir, como que la pérdida de él y mi afectación se debía a algo de mi pasado o a alguna carencia que tuve en mi vida. No me sentí comprendida. Hasta ahora, lloro al recordarlo y lo hago a solas porque creo que nadie lo entiende por completo. Lo extraño tanto. Siento que una parte de mí se fue, y aunque sé que está muchísimo mejor en donde está, el dolor no es menor. Tienes razón, si he pasado por un tema de culpa, siempre me pregunto que si de haber notado los síntomas con más tiempo quizás él estaría aquí, al mismo tiempo entiendo que hice todo lo humanamente posible por ayudarlo a que esté bien. Sea como sea, te doy enormemente las gracias por visibilizar esto y ayudar a que se entienda como un verdadero duelo.

  7. Si me uno a compartir las historias pata nosotros espos e hija .tubimos nuestro cachorrito se nos fue de 3 meses se enfermo de repente y de ser un cachorrito alegre se nos murió enseguida..el dolor es horrible nos cuestionamos en que fallamos era nuestro alegría y quedamos desvastados nos recomiendan esperar un poco para adoptar o comprar otro .que nos recomiendan ustedes.

  8. Qué bella reflexión Belén! lograste verte a ti misma validando ese dolor,y atravesando tu proceso de duelo que fue significativo y con una gran carga emocional, lo atrapaste y lograr verlo en ti da un paso a empezar a trabajar en él, aquí estoy para escucharte y ver cómo sigue tu proceso un abrazote

  9. Lamento profundamente la pérdida de tu querido Rocko. Entiendo que esta experiencia ha sido devastadora para ti y que su ausencia ha dejado un vacío inmenso en tu vida. Rocko no era solo una mascota; era tu mejor amigo, tu confidente y tu fuente constante de alegría. La conexión que tenías con él es única y preciosa, y es completamente válido sentir un dolor tan profundo por su partida.

    Es desgarrador que, en tu búsqueda de apoyo, no hayas encontrado la comprensión y empatía que necesitas. La terapia debería ser un espacio seguro donde tus sentimientos sean validados y donde se reconozca el verdadero impacto de tu pérdida. La forma en que se ha tratado tu duelo te ha hecho sentir incomprendida, y eso debe ser muy frustrante y con una constante sensación de soledad.
    Te envío un abrazo fuerte y mi más sincero apoyo en este momento difícil. Si en algún momento necesitas hablar estoy aquí para ti.

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